Parte III: Después, I

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Parte III; "Mi objetivo eres tú, en NY."

15/05

Querido Christian:

Decir que ya te extraño es poco. Han pasado ya cinco días desde que me obligaste a subir en este barco, sabiendo lo mucho que significa para mí el conocer más lugares y más personas, con lágrimas en los ojos. Me entregaste una carta que escribiste ese mismo día por la mañana, dentro de un sobre cerrado con cinta adhesiva, a diferencia del resto que solo estaban dobladas todas juntas en orden cronológico dentro de una carpeta de cartulina azul.

Si te soy sincera, tengo miedo. Sé que leíste todas mis cartas mientras yo dormía esa primera noche en tu cuarto, con las sábanas que olían a ti. Sé que por eso me despertaste entre lágrimas y me besaste con tanta necesidad. Sé que por eso me abrazaste el resto de la noche oscura y no me dejaste ir hasta que dieron las doce del día. Y sé que esta carta tiene algo que ver, porque lloraste mientras la escribías y cuando me la entregaste, parecías estar soltando una parte de ti, con tanto miedo...

Sé que es difícil entregar algo muy íntimo a alguien Chris... Sé lo que se siente que, al hacerlo, la gente tome ese algo y lo pisotee, sin tener en cuenta tus lágrimas, tu alma destrozada, tu desesperación.

Pero si hay algo que puedo prometerte es que yo no seré jamás así. Porque te amo demasiado como para verte sufrir y no sufrir también. Porque lo único que ilumina mis días son tus ojos brillantes y tu sonrisa reluciente. Porque si tú caes, yo te sigo. Y si tú confías en mí, yo también lo hago.

Me prometiste que te vería en Nueva York dentro de un mes. Y si ya te extraño, no sé cómo voy a continuar respirando durante estos veinticinco días. Porque respirar sin ti a mi lado, duele. Cada molécula de oxígeno que entra en mi organismo en como una daga destrozándome por dentro. El aire se vuelve gris y sin alegría cuando tú no estás aquí.

Hoy me he imaginado lo que sería vivir a tu lado. Despertar todas las mañanas y observar aquellos infinitos que tienes por ojos. Contar tus pecas hasta saber su número de memoria pero aún así continuar haciéndolo. Que acaricies mi cabello con tus dedos suaves y dibujes flores sobre la piel de mis hombros. Joder... si existe algún mundo perfecto, ese es mi realidad Chris. Mi sueño eres tú. Mi inspiración eres tú. Y me temo que siempre lo serás.

Te extraña y ama, tu Emery.

Los Colores del VientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora