Capitulo 3

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El Desfile de tributos

El Desfile de tributos

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(POV Finnick Odair)

Mis tributos de este año eran buenos, sobre todo el chico, Cameron, pero no tenían ninguno posibilidades de ganar. Si soy sincero tampoco quiero que ganen, porque eso significaría que Aureum tendría que morir y no estaba dispuesto a sacrificarla a ella por dos chicos que no conozco. 

Aureum Nicholo, mi ex, yo rompí con ella, pero no porque yo quisiera, sino porque el presidente Snow me obligó, tras ganar mis juegos, consecutivos a los de sus hermanos mayores, Snow me vendió, vendió mi cuerpo a cualquier persona del Capitolio que me deseara. Yo pensé que aun así, podría vivir una vida, pero el se encargó de enseñarme que tampoco podía hacer eso. Tras mis juegos, para el cumpleaños de Cashmere —la hermana de Aureum— como había ganado un tributo del 1 y estaban de celebración, invitó a toda su familia. Esa semana que estuvimos juntos, me enamoré, y se que ella también lo hizo. Durante un año estuvimos llamándonos y pasando tiempo juntos a través de un teléfono, y para el año siguiente, cuando por fin la pude volver a ver en persona, le pedí que saliera conmigo, ella dijo que sí. Salimos juntos durante casi un año, pero como con todo, Snow se enteró y me dijo que si no quería que ella sufriera, más me valía alegarme de ella y dejarla. Y lo hice, no podía permitir que le tocara ni un solo pelo. Ella se destrozó, bueno más bien yo la destrocé. Al los siguientes juegos, su hermano me pegó una paliza por haberle hecho eso a su hermana y se enfadó mucho. Ac hora nadie de su familia me hablaba.

Hace unos días, el día de la cosecha, me senté frente la televisión rezando para que ella no saliera, para que Juliette Avery no dijera su nombre. Y no lo hizo, pero se presentó voluntaria, eso me destrozó, llore muchísimo, pero entendí porque lo hizo, le había tocado a su mejor amiga y ella sabía que su amiga no viviría al igual que sabía que si moría, la familia de su amiga caería al haber visto a sus dos hijos morir.

Apagué el televisor, no me importaba quien era el tributo masculino, solo ella, volví a llorar durante todo el viaje en tren y ahora estoy aquí, con mis tributos esperando a iniciar el desfile. 

Estoy con Darya, la chica tributo de mi distrito. La chica es guapa, pero no como Aureum, a la que por cierto, aun no he visto, si que esta su compañero, hablando con Gloss, el hermano de la rubia, esta tenso casi rojo de la ira, a saber que habrá hecho el chico del 1, Cashmere estaba a su lado intentando calmarlo, pero ni rastro de la chica que invade mis pensamientos.

—Ya casi están todos, deberíais ir subiendo a los carros.— les dije a mis tributos.

—Aun falta la del 1 y el del 2, esperemos, no quiero subirme a este lugar inestable hasta que sea necesario.— Darya era un poco intensa y me ponía muy nervioso, siempre intentaba tocarme cuando me hablaba o cuando hacía algo, me sacaba de quicio, pero tampoco me podía marcar un Gloss y chillarle.

—No mira allí esta.— Cameron señaló a la gran entrada del salón en el que estábamos, todas las miradas estaban puestas allí—. Joder, que buena está la tía.— me contuve para no darle un puñetazo. Pero tenía razón mi tributo. Estaba guapísima, con ese pelo dorado y ese vestido que parecía oro, casi se le podía ver todo, pero le quedaba perfecto. Era la primera vez que la veía en un año y estaba mejor que nunca.

Ella caminaba como si se fuera a comer el mundo con su estilista al lado hacía su carro, cada paso que daba diez personas se quedaban anonadadas por su belleza, yo me incluyo en ellas. Cuando pasaba por delante nuestro, me miró, no se paró, pero nuestras miradas estuvieron conectadas durante unos minutas hasta que ella la apartó. Cuando llegó con su equipo, Cash alabó el trabajo de sus estilistas y yo me quede mirándola como un bobo.

—Finnick, ¿me ayudas a subir?— Darya me había cogido el brazo y me empujaba para atraerme a ella. Le fui a dar la mano para ayudarla a subir, pero en ese momento se abalanzó sobre mi obligándome a cogerla como un bebé—. Así mejor, ¿me subes?— la dejé sobre el carro y me giré para seguir observando a Aureum, pero me encontré con la sorpresa de que ella ya me estaba mirando. Mierda, había visto lo que había pasado con Darya, cuando vio que la miraba negó con la cabeza y subió con ayuda del su compañero de distrito al carro. No me volvió a mirar. 

Me dolía, porque ahora ella pensaba que estaba o que me interesaba algo  con Darya y no era verdad, solo la quería a ella. Mierda tio, porque tenía que ser todo tan complicado.

El desfile comenzó, el primer carro que salió fue el de Aureum, después todos los otros en orden de distritos, pero las pantallas solo enfocaban al carro del Distrito 1, iba tan hermosa, fueron los que más llamaron la atención y es que, cada vez que avanzaba el carro, ellos brillaban más. El vestido y el pelo de Aureum brillaban con el Sol. Definitivamente esta edición de los juegos ya tenía favorita, o favoritos.

El desfile acabó, los tributos se bajaron de los carros y yo estaba compartiendo una mirada con Aureum, pero Darya salto sobre mí, haciendo que la abrazara, la rubia apartó la mirada rápidamente. En estos momentos odiaba a Darya.

—Es hora de que vayamos al apartamento, os cambiareis y después hablaremos.— dicho eso eché una última mirada donde estaba antes el equipo del 1, pero ya se habían ido.

Subimos Darya y yo en un ascensor, porque Mags y Cameron tenían que pasar antes por la enfermeria y este era al ascensor que se dirigía a las habitaciones, pero mi sorpresa fue enorme cuando el ascensor se paró en el piso 1, el piso de Aureum. Y ¡Sorpresa! Fué ella la que esperaba el ascensor, ella nos miró a los dos. Ella también estaba sorprendida, pero miraba con recelo a Darya, después me miró a mi y enarcó una ceja.

—Vas a subir o te vas a quedar allí mirando a mi novio.— Aureum miró de nuevo a Darya, que me agarraba del brazo, yo no la solté, se que fui un imbécil, pero no lo hice, porque no podía dejar de mirarla, me había quedado paralizado. Ella también se quedó así, pero luego asintió y se subió. El ambiente estaba muy cargado de tensión pero Darya como siempre lo rompió—. ¿A que piso vas?

—Al dos.— dijo en un susurro casi inaudible.

—¿Y que vas a hacer allí?— perdón pero no me pude contener a preguntar, no le dio tiempo a responder, porque se abrió la puerta, dejando ver al tributo masculino del 2. Aureum nos dio una última mirada a los dos y a nuestros barzos entrelazados, antes de aceptar la mano que el muy asqueroso del 2 le estaba tendiendo y abrazarle una vez estuvo fuera del ascensor. Me hirvió la sangre si, pero me contuve.

—Hola princesa—. oí que le decía antes de que las puertas del ascensor se cerraran.

Y allí me quedé yo, pensando en el porque de la situación que acababa de presenciar.

• • •

Uyuyuy, el chico del 2 peligroso. Lo conoceréis en la siguiente parte. Si os está gustando, hacérmelo saber, con algún voto y en los comentarios.

Con cariño NAERA😘

DORADA | Finnick OdairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora