❆ Conrad Snow siempre ha sido opacado por el ingenio y carisma de su hermano mellizo. En su interior, desea ser más que la copia de Coriolanus Snow; quiere tener un propósito y una voz propia. Cuando Lucy Gray aparece en su vida, despierta en él una...
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Salieron de prisa del laboratorio. Coryo tomó con firmeza la mano de su hermano y caminaron torpemente hasta el ascensor.
Una vez que atravesaron la salida, Conrad soltó el aire que inconscientemente estuvo reteniendo. El siseo de esas serpientes estaba presente en su memoria y le dio escalofríos al recordar como su hermano metió la mano al terrario. Temió que pudieran haberlo lastimado.
—No soporto a la doctora Gaul—susurró Coryo.
Los agentes de la paz no estaban alrededor, sin embargo, no se sentía seguro hablar mal de ella cuando el edificio aún estaba frente a ellos. Conrad se sentía de la misma forma con esa mujer. Le asustaba todo lo que tenía que ver con ella. La expresión decepcionada que puso cuando escuchó que solo uno de ellos se había involucrado en la propuesta le comía el cerebro, su mente estaba llenándose de dudas. Tenía el presentimiento de que quizá esa hoja no estaba ahí accidentalmente.
—Conrad—le habló a sus espaldas. Se estaban alejando del edificio, yendo a la academia—. ¿Qué hay entre Lucy Gray y tú?
Conrad detuvo sus pasos y se dio la vuelta para encararlo. Su hermano tenía el entrecejo fruncido y sus brazos cruzados, listo para escucharlo. Hubo un silencio incómodo. No era una pregunta complicada, pero era extraña. ¿Qué más podría haber entre mentor y tributo? Ella era agradable y solo se comportaba con amabilidad, era lo mínimo que podía hacer sabiendo que moriría pronto.
—Creo que nos convertimos en amigos—sonrió ligeramente—. No estoy seguro, solo estoy tratando de que se sienta bien mientras está aquí en el Capitolio. Debe ser difícil estar lejos de tu familia.
Escuchó a Coryo resoplar y acercarse. Le dio un golpe ligero en el hombro y mantuvo su dedo apuntándolo.
—¿De repente son amigos? Llevas unos días de conocerla—hizo una especie mueca desagradable—. Además te comportas muy extraño cuando estás con ella, le ofreciste té y esa vez en el zoológico dijo que eras "dulce"—hizo una comillas con sus dedos para enfatizar esa palabra.
Sus mejillas se calentaron recordando lo que dijo en el zoológico. Para él era simple amabilidad, pero admitía que ella lograba ponerlo nervioso algunas veces.
—Tú también le ofreciste té a Reaper—se defendió.
—¡Porque me dijiste que fuera amable!—su voz se escuchó casi alarmante.
No pudo evitar soltar una risa por su reacción. No entendía cuál era el punto de esa conversación, ni qué era lo extraño que encontraba Coryo en sus interacciones con Lucy Gray.
—Exacto, yo también estoy siendo amable.
Conrad siguió caminando, dejando el tema cerrado. Coryo tampoco quiso insistir, pero le frustraba que su hermano no pudiera darse cuenta de su propio comportamiento. Era más que decencia humana, había algo que le aterraba de ese acercamiento con la chica del distrito.
