❆ 008. Nuevos acuerdos ❆

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Sejanus se marchó después de toda la ola de desilusiones que lo empapó

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Sejanus se marchó después de toda la ola de desilusiones que lo empapó. No lo culpaba, era difícil de procesar. Se sintió avergonzado por volverle a mentir pero tenía que cubrir a su familia de la sociedad entera. Cuando él se marchó soltó una suave risa para sentirse mejor consigo mismo, no tenía idea de que Coryo le había inventado que eran gemelos para safarse de un par de preguntas.

Estaba agotado y se quedó dormido mientras Tigris seguía acariciándole la cabeza. Por suerte no había sufrido lesiones graves y pronto estaría fuera de la cama, aún así quería descansar. Las clases se habían suspendido por el funeral de los hermanos Ring, que sería en un par de días. Hasta entonces podría seguir manteniéndose en cama y disfrutar la comida del hospital que era diez veces mejor que la sopa de Col. Despertó con la ausencia de su prima, pero escuchó los quejidos de su hermano, se había despertado repentinamente.

—Hey, Coryo—le llamó en un susurro lo suficientemente audible para su hermano.

Él se giró despacio mientras seguía quejándose por el cansancio. Conrad se levantó de la cama y se arrodilló para mirarlo de cerca. Puso una de sus manos sobre su frente para verificar su estado.

—¿Cómo te sientes?—retiró su mano.

—Horrible—cerró sus ojos y soltó un jadeo adolorido—. Me duele la espalda, los hombros, todo…

—El doctor dijo que sufriste quemaduras por la viga, pero te recuperarás con el tratamiento—sonrió levemente.

—¿Qué fue lo que pasó? ¿Tu pájaro cantor está bien? Lo último que recuerdo es que ambos me salvaron.

Conrad suspiró. Se quedó en la misma posición y relató todo lo que los demás le dijeron. Coryo tuvo una expresión de sorpresa y pesar al enterarse del funeral de los mellizos, eran de las pocas personas que genuinamente le caían bien. Sus expresiones cambiaron cada que terminaba de contar algo, estuvo incrédulo al saber que Marcus había escapado y al saber la muerte del resto de los tributos, pero sobre todo al saber que los juegos continuarían. Aunque se habían aplazado unos días por los estudiantes lastimados (y muertos) de la academia.

—¿Qué hay de Reaper? ¿Está bien?

—Por lo que sé, está vivo, pero no sé exactamente su estado.

Coryo suspiró de alivio. Al menos estaba vivo, el premio aún estaba a su alcance.

Los días pasaron en un abrir y cerrar de ojos. Recibieron visitas variadas, entre la abuelatriz, Tigris, Festus, Clemencia y una de sus profesoras. Conrad se lamentó porque Sejanus no volvió a aparecer.
Por la mañana, Tigris les entregó sus uniformes limpios para asistir al funeral de los Ring. Mientras se colocaba la camisa, Coryo resopló molesto. Tenía una expresión seria y sus movimientos eran bruscos.

—No puedo creer que ese maldito niño de distrito no se apareció ni una sola vez—soltó su veneno de serpiente—. Se supone que eres su amigo y yo soy tú, no le importas tanto como creías.

𝐒𝐍𝐎𝐖 𝐎𝐍 𝐓𝐇𝐄 𝐁𝐄𝐀𝐂𝐇  ❆ THG: the ballad of songbirds and snakesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora