❆ Conrad Snow siempre ha sido opacado por el ingenio y carisma de su hermano mellizo. En su interior, desea ser más que la copia de Coriolanus Snow; quiere tener un propósito y una voz propia. Cuando Lucy Gray aparece en su vida, despierta en él una...
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No había podido dormir lo suficiente anoche. Se despertó varias veces durante la madrugada por las pesadillas que le causó la muerte de Arachne y no solo eso, también la forma en que su hermano, Coryo, hablaba mientras dormía. Esa confesión a Sejanus no fue una broma. Coryo se había "vuelto" sonámbulo desde los días oscuros. Su prima fue quien lo descubrió primero, cuando lo vio de pie frente a su habitación en una madrugada, se acercó a él para preguntarle si estaba bien, pero tenía los ojos cerrados. Conrad después lo escuchó soltar murmullos incomprensibles en su cama, que después se convirtieron en frases más claras. Tigris no quería asustarlo así que le pidió que jamás le dijera. Pero ahí estaba, escuchándolo murmurar el nombre de su compañera y algunas disculpas. Cuando por fin había caído en un sueño profundo, un ruido externo lo despertó abruptamente. Coryo estaba sujetándose el pie con una mueca de dolor.
Coryo se sentó en la esquina de la cama y respiró profundo. Tenía el uniforme puesto y ya estaba casi listo para la escuela, solo no tenía los zapatos puestos. Conrad se asustó y miró el reloj del buró, marcaban las 5:40 de la mañana.
—Iba a entregar la propuesta a la doctora Gaul—se puso sus calcetas y sus zapatos. Aún parecía dolerle el pie.
—¿Estás bien?—se levantó por completo.
—Me golpeé el dedo con la esquina de tu cama, perdón si te desperté.
Conrad entendía por qué había elegido levantarse tan temprano. No tenían un chófer en la familia, Coryo debía ir a pie hasta la Ciudadela y posteriormente a la academia. Se levantó y se arregló tan rápido como pudo, no quería dejarlo ir solo. Coryo ya había salido de la habitación y probablemente ya estaba bajando las escaleras del edificio. Conrad salió disparado hasta ellas para alcanzarlo y al tener su cabellera negra a la vista, llamó su atención con un ruido. Coryo se giró a mirarlo confundido, después lo cambió por una sonrisa y lo esperó hasta que bajara.
—No era necesario que vinieras, pudiste quedarte durmiendo más tiempo—siguió su camino.
—A donde tú vas, yo también iré—se acercó a abrazarle los hombros.
Las calles no eran demasiado transitadas a esa hora, la gente empezaba a salir de sus hogares a las 6:30 de la mañana, incluso las pantallas de la ciudad solo mostraban el sello de Panem. Pudieron caminar tranquilamente entre bromas y sonrisas. La sede del Departamento de Guerra, Ciudadela, estaba custodiada por agentes de la paz que ni siquiera les permitieron el paso, pero aseguraron entregar el sobre con la propuesta de Coryo. Aún era buena hora, ambos podían volver a casa y tal vez desayunar algo antes de ir a la academia. Conrad estaba indignado porque la academia no suspendió las clases después de lo que pasó, era motivo suficiente para un descanso, pero suponía que no querían dejar ver "débil" al Capitolio por vivir el luto. Al volver, Conrad miró un momento las pantallas de la ciudad que mostraban la muerte de Arachne en bucle y en el panorama también aparecía él y su hermano. Mostraban a Coryo como un joven que valientemente se acercó para ayudarla, pero hizo una mueca ya que el mundo pensaría que se trataba de él solo por el cabello, él no era tan valiente, se había quedado casi sin aire en esos momentos. Coryo también se detuvo para mirar las imágenes e hizo una mueca, quería borrar eso de su memoria. Cuando volvieron a casa, la abuela y Tigris estaban más tranquilas y habían asimilado un poco más la muerte de Arachne. Ellas miraron también las imágenes que posiblemente se mostraron por todo Panem, la abuela llamó a Coryo pelinegro un héroe, parecía sorprendida por la valentía de su nieto de cabello oscuro, seguramente ella esperaba acciones así del muchacho rubio. Tigris se guardó las palabras, pero miró a Conrad con una sonrisa reconfortante. En la academia las cosas no eran diferentes. Mientras caminaban juntos, Coryo recibió el pésame por cualquiera que se le cruzaba. A sus compañeros de la academia también les pareció extraña la manera en la que "Conrad" había corrido a intentar salvarla, todos sabían que entre Arachne y él no había nada más que odio. Sin embargo, reconocían su valor. Sejanus se acercó en cuanto reconoció a los hermanos en los pasillos. Tampoco se veía muy bien, Coryo notó las ojeras debajo de sus ojos, su cabello estaba revuelto y el cuello de su camisa un tanto desaliñado, notó que sus ojos tenían un brillo de tristeza o cansancio.
