L1: Capítulo 1: ¿¡Soy un bebé!?

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Narra Sarah

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¿Era imaginación mia? ¿O mí cuerpo se siente extraño? Me sentía torpe, y desde hacía ya un rato que empecé a oír unas voces que me hicieron despertar de mi sueño de princesa... toda una lastima, teniendo en cuenta que no había podido dormir bien en días por estar estudiando para las pruebas finales. Trate de abrir los ojos... pero no podía por qué los sentía pesados... era algo tedioso, ya desde hacía un rato que lo había intentado sin ningún éxito.

Rayos... debía darme prisa, hoy era mi examen de matemáticas y no quería llegar tarde. Estaba segura de que mi mamá llegaría en cualquier momento a despertarme a gritos, preguntándome el motivo por el cual todavía no me había despertado. Pero pasaron las horas... o lo que a mí me pareció que fueron horas y todavía no había llegado nadie. Esto comenzaba a preocuparme y asustarme. ¿Estaré todavía dormida? No lo creo posible, oigo voces todo el tiempo y de ves en cuando siento una mano sobre mi... una de dos: o me acabe de volver loca (lo cual es muy probable) o me a raptado un pervertido sicópata. Sea cual sea, la primera opción parecía la mejor.

Mis compañeros de trabajo y de la universidad a menudo decían, que es bueno estar loco; de lo cual no tengo ninguna duda. Trate nuevamente abrir los ojos y está vez tuve un poco más de éxito, pero la luz me cegaba y me veía obligada a volver a cerrarlos, lo cual es curioso teniendo en cuenta que mi dormitorio es completamente oscuro por qué ni siquiera tiene luz adentro por culpa de mi hermano (el cual la rompió). Pensé, ¡¿Será que papá ah cambiado la bombilla?! Me parecía poco probable, porque no teníamos ninguna de repuesto y mis padres no parecen muy apurados en comprar una nueva. En algún momento me dormí, y cuando volví a intentar abrir los ojos, note que esta vez no estaba la luz prendida y pude ver un poco mejor el lugar a pesar que tenía la vista nublada; esto no me extrañó ya que yo tengo miopía, es normal que vea nublado.. lo que si no era normal era el lugar en el que me encontraba, a pesar de tener mala vista, me daba cuenta de que este efectivamente no era mi cuarto. Trate de buscar mis lentes, topándome con unos brazos pequeños y regordetes y ninguna señal de mis lentes... Es más, pude notar pequeñas figuras en cunas a mi alrededor.. ¡¡Bebés!! Estoy rodeada de bebés!!
¡Peor aún!... ¡YO SOY UN BEBÉ!!
Esto tiene que ser una maldita broma
¡No recuerdo nada! Lo último que recuerdo es el momento en que me dormí, en MI casa y en MI cuarto. Nada que ver con aquella habitación de un obvio hospital lleno de niños recién nacidos
Hasta donde se, no morí en ningún momento... ¿o si? Mis pensamientos se vieron interrumpidos por una mujer vestida de verde, pero no era una bata de hospital, la señora se acercó y me tomó en brazos para llevarme a una habitación cercana, donde había una mujer acostada en una cama; la señora que me traía en brazos se aproximo para que ella me cargará.

— La felicito Sra. Avery. Tiene usted una hija muy fuerte —dijo con un deje de desprecio en su voz

La mujer, que ahora sabía que era mi madre me miro y, pude sentir caer en mis mejillas pequeñas lágrimas... Estaba llorando.

Mi "madre" me abrazó con más fuerza mientras dejaba escapar pequeños sollozos. Estando cerca, pude apreciar mejor su rostro. Ciertamente debió ser una mujer hermosa, aunque ahora no se encontraba en su mejor momento: tenía el cabello negro enmarañado, ojeras bajo sus ojos marrones y estaba pálida. Sip, definitivamente está horrible. No me juzguen, la sinceridad en ocaciones es mi peor desgracia; ¡no es mi culpa que me hayan criado de esa manera!

— Mi niña...—musitó cariñosa la mujer, más lágrimas corrían por sus mejillas

Me separo de ella para observarme mejor, acariciando mis cachetes. Observe a mi alrededor... y parece que estamos solas, la enfermera esa se fue y solo quedamos mi madre y yo; no hay señal alguna de mi padre en este dormitorio

¡¿Reencarne como la hija de Remus Lupin?! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora