El Bárbaro De La Emperatriz |+21

CAP (11)

CUENTA REGRESIVA

Maylin Xing

Kaira camina detrás de Adriano mientras este deambula de un lado para otro, se agarra de su pantalón y no deja de absorber su jugo.

Aguanto la sonrisa al observar esa escena.

Adriano se desliza de forma lenta para coordinar con la niña que parece ser su cola con ojos brillosos que al darse cuenta de qué papá voltea a verla emite un chillido.

—¡Papi! —grita al ser levantada.

Deslizo la mirada a otro punto de la sala.

Kiomy está sentada con los pies de Khan en su regazo, tira de él para pintarle las uñas con un esmalte de juguete con tinta inexistente.

—Bebé —me dirijo a Kiomy, pero está concentrada en pasar la brocha con delicadeza como si fuese a errar.

Su hermano se remueve y por consecuencia, le muestra los ojos sumidos en tristeza por haberla empujado, no se mueve, cuestión que la deja satisfecha.

Su mirada es como si eso me dijera: siempre se sale con la suya y es cierto, sus hermanas suelen pedirle cosas que a él no le interesan, pero cede con tal de verlas tranquilas y lo primordial que no sigan fastidiándolo en su burbuja de paz.

—Precioso —Kiomy aplaude su arduo trabajo al terminar de colocarle pegatinas diminutas de gatos negros.

—Sí —contesta su hermano que alza su pie y dibuja una sonrisa mostrando apenas sus dientes, lo cual luce nada forzado, nada.

Ella se recuesta a su lado para abrazarlo, mientras mi hijo deja escapar un bufido cerrando los ojos y le da leves palmadas en el brazo que rodea su cintura.

Arabella ingresa con fruta picada.

—¡Gracias! —dicen en una sola voz.

La presencia de Adler los hace ponerse de pie.

—Tío. ¿Qué jugaremos hoy? —Kiomy se acerca a él y lo mira con entusiasmo.

«¿Desde cuándo es su tío?»

Adriano tiene las manos en el pecho observando la escena con el ceño fruncido.

—Algo divertido —dice mirándola con atención y le remueve su cabello, sus gemelos salen de su escondite, nos observan sin disimulo alguno, el más pequeño sonríe al verme, mientras que el niño que suele ir detrás de Kiomy tiene los ojos puestos en Adriano.

—Esto me dio papá —aparece Melania con su nueva adquisición, un poni con ruedas.

La nena se baja para ayudar a subir a Kaira que se sujeta de la cintura de la niña mientras que Kiomy las persigue.

—Voy a comerlas —dice riendo sin dejar de correr para atraparlas.

Khan procede a sentarse al notar que los gemelos observan con lujo y detalle las pegatinas que lleva en las uñas de los pies.

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Turín, Italia.

Abro los ojos con cierta pereza por no haber conciliado bien el sueño por tres terremotos que tenían pesadillas y no estaban de acuerdo con la idea de dormir en sus camas.

Distingo como Adriano se coloca la gabardina negra y las gafas oscuras porque está igual o peor, opto por lo último, tener a los niños en tu encima es agotador.

—Vamos —me dice y baja del avión de inmediato con una postura firme, mientras que por mi lado a penas puedo abrir los ojos.

Al fijarme por la ventana me percato de las siluetas conocidas.