Viernes... Al fin era viernes, Lisa no sabía cómo sentirse al respecto, ni siquiera esperó que la alfa que le había invitado a conversar se presentaría frente a sus ojos. Se sintió extrañada, mirarla cerca de la salida de la universidad con sus manos dentro de sus bolsillos y con la mirada hacia su celular solo le hacía tener tantos viejos recuerdos de los cuales la mayoría quería deshacerse por completo.
Por inercia llevó su mano hacia su vientre aún plano, debía seguir las indicaciones del médico, evitar un poco la cafeína.
—Hola —una suave voz la sacó de sus pensamientos, miró hacia el frente encontrándose con la mirada de Jennie, aún recuerda el nombre, era un milagro, Lisa pensaba que lo olvidaría de inmediato, pero afortunadamente no era así, ¿la alfa habrá olvidado su nombre?—. ¿Nos vamos?
—Hola... —contestó tímida, aún muchas cosas pasaban por su cabeza, sobretodo tenían que ver con aquella alfa que se encontraba justo frente suyo—, ¿a dónde iremos?
—Hay un Starbucks cerca de aquí, ¿te gustaría ir allí? Si quieres podemos ir a otro lado.
—Está bien allí —asintió regalándole una pequeña sonrisa.
Jennie sintió a su loba removerse al ver esa sonrisa, no era completa, para nada lo era, pero que esas comisuras se elevasen de forma tan tenue y delicada, solo había hecho a su corazón desbocarse en el proceso, y le agradaba en sobremanera, podía disfrutar de esa sonrisa todo el tiempo que quisiera.
—Entonces vamos.
La omega dio un asentimiento al instante y ambas comenzaron su camino rumbo a la cafetería que había sugerido Jennie. La alfa se sentía nerviosa, jamás había sentido sus nervios tan a flor de piel, miraba de vez en cuando a la omega a su lado, quien mantenía su concentración en el camino, su mirada tan apacible, se quedó observando los ojos marrones de la pelinegra, había algo más allí, Jennie lo sabía, era tristeza, ¿acaso sería por su lazo roto? ¿O habrá alguna otra razón?
Lisa miró de soslayo que la alfa tenía sus ojos en ella. Se sintió extrañada. ¿Por qué siquiera se molestaba en observarle con tanto interés? No lo comprendía, y tal vez no terminase de comprenderlo, sus orbes regresaron al camino y por fin pudo ver aquel logotipo tan típico de la cafetería, no detuvo que la sonrisa apareciera en sus labios, miró hacia la castaña que de inmediato cortó con el contacto visual al ser descubierta.
Lisa quería reír al ver su reacción, y es que no esperaba que apartase la mirada, ¿se habrá avergonzado? Era divertido ver algo como aquello, los alfas a veces lograban avergonzarse, era extraño que pasara algo como eso, casi siempre a ellos les gustaba avergonzar a los omegas para molestarles y hacerlos sentir lo más dulce y tierno del mundo, claro que a Lisa era difícil hacerla sentir en vergüenza, si lograban hacer que se sonrojara era un milagro.
Inclusive su antigua alfa hacía méritos por verla sonrojada, de nuevo esos recuerdos invadiendo su mente, dejó de sonreír, Jennie no pasó desapercibido aquello.
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Lazo roto | Jenlisa
RomanceNo todos los alfas son malos, no todos te rompen el corazón, no todos te dejan a la deriva con un bebé y un lazo roto. Lalisa Manoban aprendió de la peor manera el amor, ahora con un cachorro en su vientre, y un lazo roto por una alfa quien la ha de...