Capítulo 02

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No había sido fácil encontrar departamentos con una renta que fuera accesible y en una zona como lo es Seúl, era de lo más complicado, pero lo había logrado, Lisa podía sentirse ligeramente afortunada por haber encontrado el lugar perfecto, su dep...

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No había sido fácil encontrar departamentos con una renta que fuera accesible y en una zona como lo es Seúl, era de lo más complicado, pero lo había logrado, Lisa podía sentirse ligeramente afortunada por haber encontrado el lugar perfecto, su departamento estaba en el tercer piso, era espacioso, perfecto.

No dudó ni un solo segundo en aceptarlo en cuanto escuchó el precio de la renta y admirar el lugar completo, estaba sumamente feliz, se felicitó internamente al poder hacer logrado su cometido. Las cajas de su mudanza serían lo más complicado de llevar, de eso estaba más que segura, pero lo haría poco a poco.

Sus cosas eran pocas, así que no sería tanto problema. Lamentablemente para la omega, aún observar como su anterior alfa llevaba a su nueva omega y le daba besos y caricias, hacía que su corazón se estrujara en su pecho cada vez más, sabía que lo mejor era esquivarla por completo y dejarle pasar, pero era complicado. Mirar aquellas escenas y después en la tarde recordarlas, hacía que su corazón volviera a sentirse tan oprimido y dañado como en un principio. Su loba ni siquiera se dignaba a dar alguna señal de vida, Lisa era consciente de que la razón era más por la vergüenza de haber sido botada por su alfa.

Soltó un suspiro después de dejar la última de las cajas en su nuevo departamento, sonrió para si misma orgullosa de poder por fin alejarse de Jisoo. Comenzar de nuevo es difícil y más con un lazo roto, pero lo intentaría.

—Pequeño cachorro —habló en voz baja mientras sus manos acariciaban su plano vientre—. Tú y yo estaremos aquí como una familia, la mejor de las familias, ¿te gusta? —sonrió mientras con su mirada daba un vistazo a lo que había, las cocinas en todos aquellos departamentos ya estaban amuebladas, Lisa había logrado conseguir pocos muebles, apenas unas cuantas sillas y algunos cojines que planeaba utilizar como el sofá principal.

Después iría agregando más cosas a su pequeño nuevo hogar.

—Bien, bien —asintió—, a desempacar.

Y así Lisa había comenzado a desempacar las cosas que había traído, algunos libros, floreros, su portátil, unas pequeñas plantas que se encargaba de cuidar, entre otras cosas. A pasos lentos pero decididos, fue acomodando una por una hasta que por fin el departamento iba poco a poco tomando color con sus pertenencias.

Cuando la última caja fue abierta, allí supo que tenía que hacer algo de inmediato. Sabía que aquella alfa no le gustaría verla por los pasillos de la universidad, afortunadamente para Lisa, las clases ya habían casi dado a su fin y a ella le faltaba un año para terminar con su carrera.

De inmediato se dirigió hacia su computador para encenderlo y comenzar a buscar los demás planteles de la universidad en la que estudiaba.

Sonrió en grande al poder encontrar una que quedaba a media hora de camino de donde ahora se encontraba, era perfecto. Haría el tramite de sus papeles para estudiar en ese plantel, no esperaría más, entre más rápido se alejase de Jisoo, se sentiría mucho más feliz y tranquila. Lo necesitaba, para su bienestar y su corazón.

Pasó su mano por la marca, aún no desaparecía del todo, apretó sus labios en una fina línea, había escuchado tantas veces de los lazos rotos, pero jamás creyó que ella sería una de las omegas que lo tendría. Esperaba que no fuera un motivo de burla, pero seguramente lo sería, aunque desde casi siempre había estado acostumbrada a las risas de los demás.

Lisa sufrió mucho cuando estaba en su etapa de bachillerato, y prácticamente ser omega no impedía que las burlas siguieran. Los alfas eran un total fastidio, unos imbéciles. Se burlaban de ella, le decían inclusive que ningún alfa se fijaría en semejante omega como ella, había deseado tanto gritarles y restregarles en sus caras que tenía una alfa que la quería, pero sabía que tal vez ahora si ellos la vieran en ese estado, estarían burlándose, por creer que en verdad una alfa gustaría estar con ella.

Sacudió levemente su cabeza de un lado a otro para sacar esos pensamientos, no debía de pensar en eso, el pasado era pasado. Tenía que mirar hacia adelante y dejar de recordar en todo lo malo, no todo en la vida lo es, y ahora está esperando un hermoso cachorro, no podía dejar que los pensamientos negativos lograran deprimirla, eso si que afectaría a su pequeño.

Al menos el papeleo se hacía por Internet.

Al menos el papeleo se hacía por Internet

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Lazo roto | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora