—Necesito de tu ayuda, y es con urgencia —habló Jennie después de haber arrebatado el libro de manos de Nayeon.
Está bien, no se esperaba eso. Parpadeó un par de veces al escucharla. Jennie no es de las que les gusta pedir ayuda así como si nada, de hecho, casi no le pedía ayuda. Recuerda que la última vez que lo hizo fue por unos ejercicios de matemáticas, mas nada realmente relevante.
—¿Ayuda con qué? —preguntó, ciertamente le gustaba ayudar a sus amigos, y Jennie es su mejor amiga de toda la vida, pero solamente en todo el tiempo en que llevaban conociéndose había requerido de su ayuda solo en tres ocasiones, y esta era la tercera.
—Bueno —respiró profundamente—. Lili, ella ya casi va a cumplir con su cuarto mes de embarazo y no sé, hemos pasado por algunos momentos y me gustaría invitarla a comer y darle un regalo.
Nayeon levantó ambas cejas al escuchar eso. ¿Jennie dando un regalo? ¡Ni siquiera a ella le regalaba algo desde su cumpleaños número dieciocho!
—Bien, ¿quién eres y qué hiciste con mi mejor amiga? —Kim rodó los ojos al oírla—. No hagas eso, es que es sorprendente que quieras regalar algo para tu omega, es muy inusual.
—No es tan inusual como dices.
—¿Cuándo fue la última vez que le regalaste algo a tu madre en su cumpleaños? —bien, si era algo inusual, pero su madre le había dicho claramente que no quería recibir más cosas, y que con solo que la visitara y le preparara algo de comer se conforma y así ha estado haciéndolo, y por supuesto su madre es feliz en su día.
—Mi madre no tiene nada que ver en esto, así que solo házme el favor de ayudarme a conseguir un regalo para ella.
—¿Tiene que ser costoso?
—No lo sé...
***
Lisa caminaba tranquila por el pasillo, había sido un día largo lleno de demasiadas cosas que tenía que realizar. Miró su ya notorio vientre, bien, al menos su cachorro estaba sano y salvo dentro suyo, la doctora le había mencionado que todo se encontraba en orden, pero había sido muy específica en que debía de sonreír más, esto para no afectar al bebé.
Aunque Lisa se mostrase algo seria en las consultas, trataba de sonreír para que viera la doctora que no había problemas que la hicieran sentir deprimida, aunque últimamente evita a toda costa cualquier película que pueda hacerla soltar una lágrima, aunque es algo difícil, sus hormonas están a todo lo que dan y es algo fastidioso, además del cansancio en sus pies.
Nadie dijo que estar en cinta sería tan fácil.
—¡Lili! —sonrió en grande al ver a Jennie corriendo hacia ella, como siempre hacía, encontrándola para poder llevarla a casa—. ¿Qué tal tu día?
—Agotador —canturreó la omega, dejó de sentir el peso de su mochila, Jen ya se la había arrebatado para ayudarla—. ¿Y el tuyo?
—Un poco estresante, odio llevar dos carreras —Lisa soltó una suave risa al escuchar eso.
—No lo odies, es bueno que quieras superarte a ti misma, alfa.
Demonios, Jennie amaba que Lisa le dijera alfa, es lo mejor del mundo, y solo hacía que se sintiera toda una orgullosa de poder estar haciendo bien su trabajo de hacer feliz a su omega.
—¿Y cómo está el cachorro más lindo del mundo? —Lisa se sintió sonrojar al ver a la alfa mirando a su vientre ya más abultado, debía admitir que aún no se sentía tan acostumbrada a esa clase de trato y mucho menos de parte de la castaña.
—La doctora dijo que está bien, todo va muy bien —es un gran alivio aquello.
—Eso es bueno, aún me siento mal por no poder acompañarte al ultrasonido, soy la peor de todas.
—Jennie, no te insultes por eso, para la próxima me acompañas.
Lisa se quería atrever a sostenerle mano, pero no sabía si la reacción de Jennie sería buena. Aunque a veces valía la pena cualquier riesgo, ¿no? Dejando el miedo a las posibles reacciones, decidió juntar sus manos, la alfa no hizo más que reforzar aquel agarre para poder salir ambas por fin del edificio.
Kim debía admitir que estaba saltando internamente de la emoción al sentir como su omega tomaba su mano, era una sensación tan increíble, esa corriente eléctrica pasando por su cuerpo y estaba segura de que Lisa también la sintió, y eso solo lo hacía mucho más especial.
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Lazo roto | Jenlisa
RomanceNo todos los alfas son malos, no todos te rompen el corazón, no todos te dejan a la deriva con un bebé y un lazo roto. Lalisa Manoban aprendió de la peor manera el amor, ahora con un cachorro en su vientre, y un lazo roto por una alfa quien la ha de...