I still want you ❁ HyunIn

♡ : CAPÍTULO XXIII

Jeongin estaba sufriendo.

Un mes exacto había pasado desde que les dieron la gran noticia de que serían padres, y no de un bebé, sino de dos. Realmente el doctor tenía una tercera cosa que decirles. Y era que Jeongin tenía que someterse a una gran cantidad de exámenes y chequeos médicos.

Los Omegas varones por lo general eran capaces de dar crías, pero, cuando se da el caso de mellizos, muchas veces las tres vidas corren peligro y, cuando eran trillizos, casualmente se perdían dos de las cuatro vidas. Así que empezar desde el primer mes con el control era muy importante.

Jeongin ya había empezado a sufrir los cambios hormonales que un embarazo conllevaba, su apetito había aumentado en exceso, los mareos eran frecuentes junto con las náuseas.

Una de las primeras cosas que el doctor sugirió era quitarle la alimentación materna a Yeonjun. Jeongin aún lloraba cuando su cachorro se dormía con un biberón entre sus manitas. Las primeras noches fueron horribles, llenas de sufrimiento.

Hyunjin había hablado con Yeji, desistiendo totalmente del cargo de la extensión de la empresa en Seúl. Jeongin lo necesitaba y Yeonjun aún más.

Ambos estaban abrazados en la cama, el rostro lagrimoso de Jeongin presionado en el pecho del Alfa, era una de esas noches en donde el Omega lloraba por el cambio que estaba teniendo.

— Es tan difícil, Hyunjin — su voz se oía débil.

— Lo sé, amor, pero debes ser fuerte — sus manos brindaban caricias en su cabello.

Jeongin volvió a romper en llanto, sollozando con la voz entrecortada, le dolía el pecho, a casi dos meses de embarazo su barriga estaba ligeramente abultada, el doctor le había dicho que el promedio de tiempo que tendría a los cachorros en su vientre sería de siete meses, por lo que su barriga crecería mucho ya que eran dos.

Yeonjun se encontraba en la habitación que era de su madre, Jeongin repartía besos por todo su rostro todas las noches, diciéndole lo mucho que le amaba.

Claramente no todo era llanto y dolor. Jeongin también se encontraba feliz, iba a tener dos cachorros más, dos pequeños que serían compañeros de Yeonjun y terminarían creciendo los tres juntos, casi de la misma edad. En sus momentos libres, en el jardín se sentaba con Hyunjin y disfrutaba del brillo de sus ojos y su sonrisa soñadora.

El anhelo llegaba hasta su pecho en ondas que le hacían sentir cálido. Su Alfa se encontraba tan contento, que le era imposible no compartir su felicidad.

— Mañana tenemos que ir a tu control semanal — luego de un rato, Jeongin había calmado un poco su llanto.

— Odio eso. Los hospitales me dan náuseas.

— Debemos ir a ver a nuestros cachorros. Te harán la primera ecografía.

Hyunjin se había sentado un poco, recostándose al respaldo de la cama, tomó a Jeongin, sentándolo en su regazo. Le tomó el rostro con ambas manos, pasando los pulgares por debajo de sus ojos para borrar las lágrimas.

— ¿No estás emocionado por eso? ¿No quieres verlos?

La sonrisa avergonzada que le asaltó los labios al Omega, hizo que el corazón de Hyunjin palpite tan rápido que creía que explotaría en cualquier momento.

— Quiero ver a nuestros cachorros.

Las manitas de Jeongin se metieron por debajo de la camisa de Hyunjin con la intención de calentarlas un poco, recostó su cabeza en el hombro del Alfa, poniendo su nariz en el hueco de su cuello suspirando.