♡ : CAPÍTULO XV

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— Buenas noches, familia. Buenas noches, madre.

Jeongin vio cómo un sinfín de emociones pasaban por el rostro de la madre de Hyunjin, hasta que finalmente la confusión se instaló en este.

— ¿Qué...? ¿Qué mierda hace aquí este Omega? — la refinada mujer se escandalizó.

Hyunjin gruñó, mostrando sus colmillos ante la falta de respeto hacia su pareja, y Jeongin solo acarició con el pulgar el dorso de la mano del mayor.

— Innie... — Yeji tapaba su boca con ambas manos. Sus ojos lagrimosos delataban el asombro por volver a verlo después de tanto tiempo.

El menor sonrió sincero hacia la Alfa más joven; sin embargo, cuando volteó para ver a la Alfa mayor, una ola de enojo se desprendió de él. Su aroma dulce se había vuelto ligeramente agrio.

Todas las miradas se posaron en el pequeño cachorro que Hyunjin cargaba en sus brazos. El primero en reaccionar fue el padre del Alfa, quien intentó acercarse, pero Jeongin le gruñó, y el Omega mayor apenas pudo alejarse.

— Espero no les moleste que mi familia haya venido conmigo — comentó con sorna.

Hyunjin los condujo hacia la gran mesa en donde estaban todos sentados. Desde allí, pudo ver a Jisung y Minho a un costado, a una Omega desconocida al lado de su hermana, y finalmente a Seungmin, quien tenía una expresión burlona en el rostro.

Corrió una silla para que Jeongin pudiera sentarse y, una vez lo hizo, se sentó en la de al lado. Tenía a Yeonjun sobre sus piernas, quien se pegó a su pecho, mirando con curiosidad –y algo parecido al miedo— a los demás miembros en la mesa.

— Hijo...

— Comamos. Luego hablaremos — el tono que Hyunjin empleaba era duro, sin emociones expuestas.

En aquella sala, el ambiente era tan tenso, que se podía cortar con una navaja. Nadie era capaz de pronunciar una palabra o decir algo para intentar aligerar la incomodidad.

Jeongin sentía que su cara ardía por tantas miradas que tenía encima, miradas que pasaban luego a su hijo. Yeonjun no se movía de su escondite, que era el pecho de su padre.

Comieron en un silencio, donde solo se oían las copas ser depositadas en la superficie de madera y los cubiertos chocar con la cerámica de los platos. No fue hasta que alguien lanzó sus cubiertos estrepitosamente al suelo, que llamó la atención de todos.

— No soporto comer en la misma mesa que este — el dedo índice de la venenosa mujer señaló a Jeongin.

Yang le regaló una sonrisa de lado, haciendo que la Alfa golpeara la mesa una vez más, poniéndose de pie.

— No pienso permitir que sigas humillando a mi Omega — Hyunjin se irguió en su silla, con su cachorro aún en brazos. — Ya no estoy en coma, madre.

El Omega sentía la tensión irradiar del cuerpo de la Alfa. Seguramente, ya se imaginaba que Hyunjin sabía la verdad de lo que pasó hace un año.

— Decidiste volver con él... aun sabiendo que te abandonó.

— Basta de mentir — masculló. Yeonjun se removió inquieto, inclinando su cuerpo en dirección a Jeongin.

— ¿Mentir? ¿Tratas a tu madre de mentirosa? — la Alfa rio amargamente, tirando un poco su cabeza hacia atrás. — Lo que sea que este niño te haya dicho es lo falso aquí.

Jeongin abrazó a su hijo con protección y cuidado. No podía negar que tenía miedo, pero esta vez se atrevería a todo si de la vida de su hijo se trataba.

I still want you ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora