Jeongin había pensado alguna vez que la vida no era justa.
Desde pequeño recibió burlas de sus compañeros de salón por no tener padre. En los festejos y celebraciones de familia, su abuelo Alfa siempre estuvo presente, pero Jeongin seguía sin tener a su mamá Alfa.
Llevaba unos meses viviendo solo en Seúl. No tenía amigos o conocidos con quienes pasar el rato, hacer planes de fines de semana o a quién pedirle consuelo cuando extrañaba a su mamá.
Hasta que conoció a ese Alfa.
Su lobo se había sentido emocionado desde el primer encuentro hacía unos meses, saltando y dando vueltas cada vez que se veían. Y aunque el Omega intentaba explicarle que el Alfa solo era su amigo, su lobo gruñía molesto.
Como hoy.
Mientras ambos daban un paseo por un gran parque, que tenía muchos árboles de cerezo florecidos. Jeongin tenía mucho frío, pero el calor corporal del Alfa a su lado le daba un poco de calidez.
Aunque Hyunjin actuaba extraño hoy. Se dio cuenta por sus ojos levemente hinchados, como si la noche anterior hubiera llorado hasta dormir. Sin embargo, Jeongin no creía tener la suficiente confianza para preguntarle por aquello, aún cuando algo dentro de su pecho tiraba fuerte al ver el rostro decaído de Hyunjin.
Llegaron hasta una banqueta situada bajo un árbol, se sentaron en silencio hasta que Jeongin no pudo más.
— Hey, ¿está todo bien? — sus ojos de cachorro miraron al Alfa.
Hyunjin suspiró mientras levantaba su rostro para mirar de frente al Omega a su lado. Sus mejillas gorditas, la punta de su nariz roja por el frío y los labios abultados en un puchero. Tan bonito.
— Estoy bien.
No estaba bien.
La noche anterior había discutido con su madre, ya que la Alfa se había molestado cuando Hyunjin le comentó que estaba conociendo a un lindo Omega, alegando que, si no era alguien de su misma clase, ella se oponía totalmente.
¿Por qué su madre no quería entender que su lobo se había prendado ya del lobito de Jeongin?
Hyunjin lloró, porque era un Alfa muy sensible, porque pensar el no ver más a Jeongin hacía que su pecho doliera.
Pero, ¿quién dijo que iba a dejar de ver a Jeongin?
— Claro que no, mentiroso... — refunfuñando el Omega marcó más su puchero. — Pero está bien si no me quieres decir, aún estoy aquí, porque somos... Amigos.
¡Ew!
Esa palabra le daba arcadas a su lobo, y se tapaba las orejas con sus patas para no escucharla.
Hyunjin acercó con cuidado una de sus manos a la mano de Jeongin, la tomó, llevándola despacio a su mejilla, todo bajo la atenta mirada del Omega.
— Mi lobo te lo agradece.
Su lobo gruñó.
Estaban en el auto del Alfa mientras esperaba que Jeongin bajara para entrar a su casa.
Últimamente Jeongin ya no quería entrar a su departamento solitario y frío, bajar del auto de Hyunjin cada noche, le dolía un poquito más todos los días.
Jeongin dejó de mirar por la ventanilla, giró la cabeza, encontrándose de lleno con la mirada del Alfa puesta en él.
Ambos se miraron en silencio por un momento, Jeongin sintió cómo su corazón latía muy rápido sin frenos, sus manos hormiguearon por volver a ponerlas sobre la mejilla del mayor y tal vez...
Sus mejillas se tiñeron de rojo cuando el Alfa se inclinó un poco hacia él, su mano levantándose a la altura de su rostro, pero llevándola hacia el lóbulo de su oreja.
— Te perforaste.
Su voz sonó en un susurro que solo Hyunjin pudo escuchar por la cercanía que tenían. Pasó la mirada por su rostro, hasta llegar a sus labios que se estiraban en una pequeña sonrisa.
— Ayer.
Tembló cuando la mirada de Hyunjin ahora estaba fija en él, sus ojos brillaban como si tuviera una galaxia en ellos.
— Te ves más bonito.
Cerró los ojos cuando el aliento sopló suave sobre su boca, estaban tan cerca que podía oler al Alfa completamente, volvió a mirar, pero esta vez Hyunjin miraba sus labios.
Como pudo, encontró su voz que salió inestable debido a las sensaciones que estaban explotando dentro de su pechito.
— ¿Vas... Vas a besarme?
Una risita ronca de parte del Alfa le erizó la piel.
— ¿Puedo?
— Por favor.
Entonces lo besó.
Oh, Jeongin se sintió derretir como mantequilla cuando los labios tibios del Alfa se juntaron con los suyos, cerró los ojos, suspirando mientras se pegaba solo un poquito.
Era su primer beso, su primer Alfa, su primer amor. Y Jeongin sentía que no necesitaba otros más.
Se separaron con un chasquido de labios y un hilito de saliva que aún los unía inconscientemente.
— Me gustas, me gustas mucho — Hyunjin acarició su mejilla sonrojada y disfruto del brillo en sus ojitos. — Permíteme cortejarte, por favor.
La sonrisa de Jeongin le hizo poner el mundo de cabeza. Estaba jodidamente loco por ese Omega.
— Sí quiero — recibió gustoso el abrazo cuando se lanzó a él con los brazos enredados en su cuello. — También me gustas, Hyunjin.
Hyunjin sonrió feliz y respiró hondo, llenándose del aroma dulce del Omega que pronto sería suyo.
Porque ya Hyunjin era de Jeongin desde que lo conoció.
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I still want you ❁ HyunIn
أدب الهواةLuego de un año su alfa despierta de coma. Jeongin se prepara para que este lo encuentre a él y a su cachorro. (˖۪❀) Todos los créditos a su autora original ©kookminssi_. (˖۪❀) Drama y romance (˖۪❀) Hyujin; Top! Jeongin; Bottom!