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Cada año en la secundaria, los niños y niñas y con mejores promedios solían ser elegidos para el club de aprendizaje, este consistía en que dichos alumnos, debido a la edad y otros factores pudieran ayudar a sus compañeros en mejorar sus métodos de estudio y calificaciones.

Los estudiantes que desearan ingresar al plan, debían escoger un "tutor" para poder comenzar sus lecciones.

Había muchos candidatos de diferentes grupos y grados, aunque bueno, los más mayores no siempre eran elegidos, pero no era como si les importara.

Mucho menos a Yoongi.

Yoongi era respetado pese a su corta edad, él recién había entrado al tercer y último año de la secundaria pero pese a ello nadie se atrevía a meterse con él de ninguna manera.

Después de todo era hijo del presidente del estado.

Bueno, nadie se le acercaba a acepción de sus dos "secuaces" o como solía llamarle a sus amigos.

Namjoon y Hoseok, sus más fieles amistades.

En fin.

Aquel día, tras haber terminado su jornada escolar había decidido ir junto con sus amigos al aula destinada al club de aprendizaje, Namjoon y él habían sido designados tal como los años anteriores así que al menos debían presentarse.

De cualquier forma nadie elegía a Yoongi.

Nadie.

— ¿No crees que hay muchos de primer año? — se quejó Hoseok y Min bufo un poco

— siempre son los más molestos pero... tampoco hay mucho que podamos hacer — se encogió de hombros antes de suspirar un poco

Su felina mirada recorrió a cada mocoso del lugar y pronto, entre todas las cabelleras castañas, negras e incluso rubias, hubo una excepción que llamó especialmente su atención.

Una cabecita pelirroja.

Frunció el ceño y curioso su vista se quedó clavada en el chiquillo que aún seguía de espaldas. Su mirada parecía ser tan intensa que finalmente luego de algunos segundos el susodicho se giro.

Ante los ojos de Yoongi, fueron unos bonitos ojos verdes los que se toparon, unos que lo miraban con curiosidad y sencillez, eso acompañado de un par de mejillas suavecitas y sonrojadas, era un cachorro realmente bonito.

Un segundo... ¿Yoongi había pensado que el niño aquel era bonito?

Una idiotez.

Gruñendo palmeó sus pálidas y ahora tibias mejillas antes de girarse y buscar distraerse, aunque en el interior aún no lograba sacarse de la cabeza el rostro de aquel enano pelirrojo.

Estúpido y bonito Park Jimin  Yoonmin OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora