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Aquel día nuevamente tras haber salido de la secundaria se encontraba con sus amigos en el aula de apoyo para aquellos que lo necesitaban.

Aunque realmente el veía algo inútil su presencia, después de todo nadie se le acercaba a pedir ayuda, él únicamente se dedicaba a observar.

Fue así que se dio cuenta que se encontraba ausente la cabecita roja.

Comenzó a pensar en ello, el pequeño de primer grado nunca se ausentaba así que debía ser algo extraordinario la razón por la cual no se encontraba. Cerro sus ojos por un momento y ahí estaba, nuevamente aquellos ojitos verdes invadieron su mente y aunque no eran feos en lo absoluto, le molestó bastante.

¿Porqué no se lo podía sacar de la cabeza?

Aunque en medio de su tormento pudo sentir como le jalaban del suéter escolar. Frunció el ceño y pensando que se trataba de alguno de sus amigos simplemente zafó su brazo de mala gana.

- ¿Qué carajos quieres, Jung? - protesto y se giro al escuchar un suave jadeo

Pronto se sorprendió al ver ahí a la cabecita roja. Frunció el ceño y parpadeo un par de veces, ¿Eran sus ojos o se veía más bonito de cerca?

Bufo bajamente y solamente se limitó a apretar los labios - lo siento... Creí que eras alguien más ¿Qué quieres? - pregunto sin dejar de mirar aquellos bonitos ojos verdes

- quiero que me enseñes matemáticas - soltó el niño sin pena tomándolo por sorpresa

Alzó una ceja y se cruzó de brazos - ¿Qué yo te enseñe?, pero hay muchos más disponibles ¿Porqué tendré que hacerlo yo? - se quejó - ¿Solamente porqué tú lo dices? - agregó y el descarado niño asintió en respuesta

- me dijeron que tú sabías, yo quiero que tú me enseñes - protesto con un puchero pequeño

Yoongi gruñendo negó, aunque fuera el niño de cabecita roja no pensaba enseñarle, no quería simplemente.

- entonces deberías conseguir a alguien más, yo no lo haré - aseguró inflando su pecho

Finalmente los ojitos verdes que parecían ser brillantes se opacaron y le miraron con cierto desinterés - entonces era cierto eso de que no sabías nada - soltó el niñito decepcionado

Frunció el ceño y se le acercó un poco, pero antes de poder decir algo el menor le robó la palabra - me habían dicho que eras el mejor, pero si no me quieres enseñar entonces significa que no lo eres - afirmó

Y en aquellos momentos Yoongi sintió sus mejillas arder del enfado, el chiquillo rojo había soltado tal barbaridad frente a todo el mundo pues para bien o para mal, siendo que había sido el único con el valor de acercarse a Min, todo el salón se había quedado en silencio.

- tú... Mocoso - gruño enfadado al comenzar a escuchar como decían cosas similares sobre él - ¡Ven aquí y deja que te enseñe todo lo que sé! ¡Ven aquí, ven aquí cabeza de grano! - exclamó desesperado antes de tomar del brazo al chiquillo - ¡Y todos ustedes no sé qué tanto miran! - volvió a reclamar, pero ahora a los ajenos a ellos

De inmediato los demás chiquillos en el aula se giraron buscando dejar de observar la escena. Muy contrario a los amigos del pequeño Yoongi, ellos observaban todo aquello divertidos.

Después de todo no hubiera sucedido nada si nunca hubieran enviado al pequeño pelirrojo con su amigo.

Estúpido y bonito Park Jimin  Yoonmin OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora