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Aquel día todos los grupos de secundaria habían comenzado sus primeros exámenes,  aunque afortunadamente se encontraban ya en hora de salida y mientras unos tantos se iban a casa agotados, otros cuántos se quedaban a las tutorías o a estudiar un poco más para el día siguiente. Después de todo, durante el resto de la semana tendrían evaluaciones.

Jimin no era la excepción y bueno, ahí estaba en busca de su hyung enojón para estudiar juntos. El cachorro más grande igualmente estudiaría un poco de sus materias pero igual le había dicho que estaría disponible.

— ¡Hyung! — exclamó contento al sentarse a su lado dejando su mochila en el piso

Yoongi suspiro apartando un poco la mirada de su libro — Jimin — murmuró, miró atento sus acciones y frunció el ceño al verle ahora buscar algo en su mochila nuevamente — ¿Dónde están tus libros?, deberías sacarlos, cabeza hueca — refunfuñó

Bufo al notar que no le haría mucho caso y solamente pudo esperar a que se reincorporará. Aunque lo siguiente que sus ojos captaron le tomo por sorpresa.

Era un Jimin haciéndole ojitos de cachorro, sus orbes color esmeralda brillaban como una misma y eso acompañado del sonrojo... Bueno, Yoongi cada vez era más débil ante sus tramposas maneras de hacerle perder el tiempo.

— ¿Quieres comer conmigo mandarinas? — hasta la voz del chiquillo se escuchaba bonita, la fruta en sus manitas igualmente lucía encantadora y... Finalmente sucedió

Yoongi sucumbió a sus encantos.

— comeremos antes de estudiar, bien, pero para que lo sepas, que detesto las mandarinas, niño. Si lo que quieres es matarme entonces lo vas a conseguir si me regalas muchas de estas — mintió. Adoraba la fruta aquella que el menor le ofrecía más no pensaba revelarle una de sus tantas debilidades

El cachorro pelirrojo solamente pudo reírse un poquito y tras verle pelar su mandarina le extendió la propia así con un puchero — ¿Me ayudas? — pregunto

Gruño y de mala gana le arrebato la fruta — parece que no sabes hacer nada, niño — refunfuñó — pero descuida... Yo soy grande, independiente, inteligente y mucho mejor que tú así que estaré aquí para enseñarte lo que sea, esa cabeza hueca debe llenarse de conocimiento algún día ¿No crees? — alardeó

Inevitablemente termino girándose a mirar al menor cuando no lo escucho quejarse, frunció el ceño al notar cómo seguían brillando sus ojitos, como si le viera con ilusión — ¿Y ahora qué? — se quejó

— quisiera ser como tú cuando sea mayor, hyung — soltó sin titubear

Aquello tomó por sorpresa al pálido chiquillo, la sangre subió a sus mejillas y pronto su rostro se torno rojo. ¿Tanto lo admiraba el chiquillo pelirrojo?, ¿Porqué eso de repente le importaba tanto?

Estúpido y bonito Jimin.

No hacía más que confundirlo.

Estúpido y bonito Park Jimin  Yoonmin OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora