Capítulo 9

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La noche caía, Urano y Titán debían volver a casa pero no sin antes un plan que armó Urano como forma de conquista.
Júpiter tenía varias joyas en casa, ¿Qué tal un regalo de collares y manillas? En especial aretes. Júpiter no sabía nada pero los ayudó, nadie utilizaba esas joyas así que era una buena forma de conquistar.
En una caja totalmente gris brillante pusieron 2 collares, una en una Luna y la otra de corazón. Aretes representado como una estrella y finalmente una manilla dorada. Urano simplemente quería verlos juntos, pues su hermana no era una buena opción para un hombre tan bueno y maduro como lo es Titán.

Un nuevo amanecer se hacía presente y Titán feliz decidió que tenía que ir a verla pero primero, eran las compras caras con su novia, algo que quizás podría tomarle todo el día, pero debía ir por que si no tendría consecuencias demasiado fuertes con ella y lo que más quería evitar eran problemas.

Sin más preámbulos se cambió de ropa y desayuno con 3 de sus hermanos, Dione, Mimas y Encélado, su relación no era tan bueno pero ahí iban.
Salió de casa, como era de costumbre debía avisar a su respectivo hermano mayor que saldrá con Titania. Si no avisaba este podría destruir el mundo con tal de ver a Titán sin peligro.

Así es como se encontró con su amada ya para ir al centro, ella era muy ostigada, vanidosa entre otras cosas, aún pensaba en la idea de la boda, trataría de hacer lo mejor posible para no casarse con ella.

Mientras tanto con la joven quien pasó llorando optó por irse al parque de la otra vez, su cuarto estaba ya limpio, el desastre que hizo nadie se dio cuenta, ni siquiera la Tierra.
Se tomó un baño, mencionando que por la agua tibia ardía un poco sus brazos debido a sus cortes.
Finalmente se puso un sweater gris sobre su camisa blanca, una falda del mismo color que su camisa, unas medias negras pequeñas y sus converse.
Con permiso de la Tierra salió de casa, tomó su camino directo al parque.

Al llegar, se sentó en el mismo muelle, tomando un lápiz comenzó con un dibujo de un corazón humano, se veía muy concentrada, su pensamiento solo en ese dibujo y en lo perfecto que iba a quedar, pues ella mismo sabía que podía lograr muchas cosas.
Es aquí donde pasa un joven con una chaqueta de nieve, su cabello gris y unas gafas de sol, aun que no lo hacía era para que se evitaran ver sus ojeras.

- ¡Hey tú!

Luna escucho la voz ronca de tal hombre que no sabía, suponía que no era para ella, no regresó ni a mirar, continuaba su dibujo.

- Parece que no me escucho - Susurro para si mismo - Niñ... - Quedó pensando y miro la mano de la joven - Pensé que eras un chico hasta que vi tu mano.

Realmente le parecía molesto, antes le decían lo mismo y no era novedad para ella, miro al cielo y sabía que volver al parque es solo para encontrarse con visitas que no eran más que una simple pérdida de tiempo y de malos comentarios. Pero esta sería diferente a las demás.

- Luna de la Tierra ¿No es así? - La chica se dio por vencida y debía ya de dar una respuesta. - Oh debería decir... Selene.

Abrió bien sus ojos, nadie en su vida, ni su hermano la llamaban de tal forma, simplemente era "Luna" o "Luna de la Tierra" pero Selene no era tan común que le digan, así que se le hizo raro.

- Si, soy Selene, Luna de la Tierra - Se levantó del muelle y miro al joven delante de ella - ¿Por qué rayos usas gafas en plena nevada? No está haciendo sol, o ¿Es parte de tu outfit? - El chico solo dio una risita.

- Solo, no te gustaría saberlo, soy un chico que debe cuidar de muchos pequeños. - Le brindó una sonrisa.

- ¿Cómo te llamas? - Preguntó, nunca lo había visto, o tal vez sí.

- Soy Tritón - Bajó un poco sus gafas para guiñarle el ojo.

- Espera... ¿Tú no eras un chico que andaba por las calles? Y es ahí donde Neptuno te encuentra y te denomina como hermano? - Sonaba sorprendida.

- Tu misma lo has dicho, pero que sea un secreto, mis hermanos menores no saben de esto, sería una pena que se enteren que no soy hermano de su propia sangre, debe ser duró, ¿No lo crees?

- Bueno, lo se por qué siempre eh pasado con la Tierra, y Júpiter nos ah contando. - Dio vuelta para nuevamente sentarse en el muelle.

- Que mala educada - Dio una risa y esta lo volteó a ver - Sentarte en medio de una conversación y darme la espalda, ¿Qué ejemplo te da Tierra?

- Bueno, lamento que esto te moleste - Alejo su cuaderno y lápices para que el pudiera sentarse.

- Gracias - Se sentó con ella contemplando la nieve y el mar azúl - Veo que dibujas, ¿Puedo ver? - La chica negó con su cabeza - Esta bien, no me gustaría insistir.

- ¿Por qué acudiste a mi? - Dijo con voz tranquila, tratando de tener una buena comunicación.

- Solo me aleje de mis "apegos" también necesito un descanso y creo que Neptuno comprende a lo que me refiero, soy el que más pasa con ellos y tengo que contar historias todos los días - Luna dio una risa noble.

- De seguro, ellos te deben querer tanto, por eso no quieres que sepan la realidad.

- Debe ser así, esta bien pasar un tiempo solo según yo, pero te vi tan solitaria, jamás pensé conocer a la hermosa hermana de la Tierra - Dio un leve sonrojo ocultando su cara mientras que Tritón la veía - Lo siento - Comenzó a reír - No pensé que te avergonzaria.

- Bueno, no todos los días recibes un cumplido - Le dio una sonrisa aún dibujando.

- Oye... Cuando termines tu dibujo... No se... ¿Venir conmigo? - Desvío su mirada y Luna dio un pequeño sonido de su boca.

- ¿Hablas enserio? - Volteó a verlo, teniendo los dos un contacto visual.

- No lo digo de esa forma. Veo que eres una chica totalmente amable y atenta, una persona que es sincera ante las demás, aun que también detectó un corazón triste. - Miraba el mar y su voz ronca bajaba de tono.

- Bueno, no estoy triste que digamos.

- Oh me equivoque, simplemente eres una chica que finge sus sentimientos y persona. - Se levantó del muelle.

En otro lado Titán ya regresó a casa, tomó el regalo que era una caja donde se encontraba todo lo que tenía planeado, ¡Iba a dar sus disculpas!

Fue a casa de ella con el orgullo de que estuviese, sus pensamientos eran de que podía perdonarlo y darle un beso como en las películas. Llegó y vio a Tierra cocinando, pregunto por la mencionada pero dijo que fue al parque, aún así orgulloso iba a tal parque, suponiendo que estaría sola, tal vez triste pero el regalo cambiaría su emoción.

Llegó a mencionado parque directo al muelle donde sabe estar de costumbre, pero no estaba sola, ni triste, lo contrario, iba acompañada de un hombre alto mientras la abrazaba agachado, pues era muy alto. Luna se veía feliz pero lo que no notaba eran las lágrimas que ella tenía en sus mejillas.
Solo vio la imagen de su amada sonriendo con ese hombre que no podía ver su rostro.
Volteó y camino lentamente evadiendo sus lágrimas, retomando su camino, ya no hay vuelta atrás, reconoció que la culpa era suya, sintió una punzada en su corazón como forma de rechazo indirecto.
Ahora solamente sentía lágrimas saliendo de sus cristalizados ojos, dando por entendido que esto era real.

amarte duele [Titán x luna] [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora