Capítulo 30

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La noche avanzaba y el frío se hacía más presente a la habitación.
La querida Luna seguía aún dormida en su cama consciente.

Los dedos de sus manos comenzaban a temblar, luego, le siguió un movimiento en sus pies, intentaba despertar.
Sus párpados temblaban a medida de que se abrían lentamente y visualizaba el techo de la habitación.

Sus labios se movían, pero su boca no emitió algún sonido, estaba confundida, y peor aún, no podía comunicarse.
Al entrar en consciencia puedo sentir el dolor de las ya cerradas heridas de sus labios.

Luna no tardó mucho en poder movilizar la mitad de su cuerpo, haciendo como primer acto sentarse en la cama donde estaba con dificultad y dolor. Mientras hacía esto daba quejidos de dolor.

- ¿Donde? - Fue lo único que pudo decir.

Llevo su mano derecha a su cabeza, viendo como tenía vendas que la cubrían. Confundida de ver las vendas fue a su brazo izquierdo sacando con delicadeza, revelando que esta cerrada algunas de sus heridas.
Pudo recordar todo lo que había hecho ese día.

Lo hice - Murmuro preocupada - Realmente lo hice.

Miro a su alrededor, cayendo en cuenta donde estaba, alguien la llevo aquí.
Fue en ese momento donde un recuerdo fue golpeado con fuerza.

- Titán. - Musito.

Checo su mano derecha que vio una nota en ella, confundida comenzo a abrir para comenzar a leerla.

"Te prometo que volveré, te lo juro, no quiero que llores, esta vez te aseguró que llegare a tus brazos.
Sabes perfectamente que te amo y que así será siempre.
No me olvides en este tiempo, te amo.
Mi Luna.

- Titán."

Apenas y terminó de leer la nota comenzó a liberar sus lágrimas que corrían en abundancia.

- No fue un sueño. - Susurró.

Y era cierto, Luna estaba totalmente consciente cuando estaba Titán en la habitación antes de irse.

Luna jaló con brusquedad la sabana que cubría sus piernas y se sentó al borde de la cama, colocando sus pies descalzos en el suelo, pero los retiró en seguida debido que estaba helado. Miro y había una ushankas de color negro y con un color azul que había conocido, era de Neptuno, siempre la usaba. Junto con ellos unos converse que había dejado nuevamente Neptuno.

No importaba nada, se puso los converse de su compañero y se agarro de la mesa que tenía a lado, se levantó, tenía frío, pero necesitaba salir. La habitación estaba oscura y pensó que estaba sola. Al ya estar de pie intento caminar aguantando el frío, cuando escucho una risita conocida por su voz ronca desde la esquina de la habitación.

- Tu no entiendes, ¿Verdad? - Encendió la luz el peli gris quien estaba sentado alejado de ella.

Luna suspiro llevando su mano en el pecho.

- Hay mejores maneras de saludar que intentar sacarme un susto - Su voz era ronca y baja.

- Si, lo siento, solo quería salir del Hospital. - Habló cabizbaja.

- No es como si esa idea me agradará - Tritón se encogió de hombros.

- ¿Vas a detenerme? - Levantó su mirada - Si es así bueno... Pero no se si tenga condiciones de resistirme.

- Tampoco en condiciones que cruzar una nevada, menos con esa ropa. - Se levantó de su silla y se acercó a la joven. Deberías revisar tus planes, Selene.

- Ya lo se, lo siento - Desvío su mirada.

La chica sintió la chaqueta gris de Tritón que fue colocada tras sus hombros.

- ¿Tritón? - Lo miro confundida, pero el tenía una sonrisa.

- Ve a buscarlo. Ahí está mi chaqueta - Acarició el cabello de la joven. - Se que los dos se necesitan, quiero volver a casa por ellos. - Luna se dio cuenta que era por los niños - Me deben muchas horas de sueño.

No lo pensó y se aventó a los brazos del peli gris quien de inmediato correspondió al abrazo.

- Gracias. - Fue lo único que dijo mientras le depósito un suave beso en la mejilla.

- No es nada. - Susurró.

Después del emotivo abrazo que duró unos segundos, Luna se dirigió a la ventana que era totalmente grande para salir o entrar.

- ¿Segura de que estaras bien? - Pregunto Tritón preocupado.

- ¡Claro que si!

Luna comenzó a bajar ayudándose con los bordes de la ventana, congelandose del mismo. A la final se dejó caer sobre una pila de nieve que evitó cualquiera golpe.

- Bueno... Si me rechaza después de lo que estoy haciendo... Lo mató - Sacudio la nieve que tenía.

Tritón por su lado, estaba preocupado viéndola desde la ventana. Sentía que debía ir por ella, debía acompañarla para atravesar el cinturón de asteroides, sentía que la perdería para siempre. Se había abstenido a sus pensamientos y debía dejar ir al amor no correspondido.

Solo se limitó a ver cómo está era capaz de ir a donde es feliz, como hacia lo imposible por verlo.
Solo quería que el amor de ella fuera correspondido, solo la miraba irse con felicidad y pasando por la gran Nevada.

amarte duele [Titán x luna] [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora