7.

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- Leche.

- Check.

- Manzanas.

- Check.

- Miel.

- Check.

- Yogures de lima limón.

- Perdona, son Alpro de lima limón. - Corrigió Chiara, haciendo que Martin rodase los ojos. - Pero check también.

- Pues entonces ya hemos repasado toda la lista, lo tienes todo. - Afirmó el vasco, sentado en la encimera de la cocina de su mejor amiga mientras ella colocaba la compra.

Chiara tarareaba una melodía entre dientes mientras iba de armario en armario y él movía la cabeza al ritmo que marcaba la británica, disfrutando de los rayos de sol que entraban por la ventana.

- ¿Sabes que si me ayudases terminaríamos mucho antes, verdad? - Preguntó Chiara, peleándose para encajar los yogures en la nevera.

Martin se rio y dio un sorbo al zumo que estaba bebiendo.

- Disculpa, yo soy un invitado, no trabajo en casas ajenas. - Respondió.

- ¡Pero si pasas más tiempo aquí que en la tuya! - Exclamó la chica.

- Es que si Juanjo está de gira se me caen las paredes encima, me siento solísimo.

Charlaron un poco más sobre el tour del maño y sobre un par de temas sin importancia, hasta que Chiara terminó de organizarlo todo todo.

- Done! - Exclamó en inglés, visiblemente orgullosa de su trabajo.

Martin le chocó la mano y admiró su trabajo.

- La verdad es que lo has dejado todo impecable, súper ordenadito. - El vasco se rascó la barba. - Me sorprende viniendo de ti, Kiki. Realmente el amor te está cambiando.

Chiara le pegó un manotazo suave y se desplazaron hasta el sofá. Se tumbaron, apoyados el uno en el otro, y encendieron la tele.

Violeta había ido a un evento que le iba a ocupar todo el día y a Chiara no le gustaba reconocerlo, pero tampoco le gustaba estar sola en casa cuando su novia se iba.

Martin se acomodó en el silencio un poco más, pero tenía una pregunta para su amiga que le rondaba la cabeza desde hacía varios días.

- ¿Keeks? - Preguntó en tono tentativo.

- Mhm. - Respondió la morena, demasiado cómoda sobre su pecho como para moverse.

El chico pensó unos instantes como formular la pregunta sin parecer violento o entrometido.

- No sé si Violeta te lo ha contado o no, pero el otro día nos encontramos a Salma.

Chiara se incorporó y se sentó cruzando las piernas. Martin la imitó y quedaron frente a frente.

- Lo sé. - Confirmó la británica. - Yo me la encontré también.

El vasco alzó una ceja, sorprendido.

- Cuando os fuisteis, me bajé del coche a buscarla y estaban hablando. Me reconoció y vino a abrazarme y a decirme que había visto alguno de mis vídeos.

- ¿Te reconoció? - Preguntó él.

- Claro, no soy famosa como vosotros, pero tampoco ha pasado tanto tiempo ¿eh? - Bromeó la menorquina, con cierto tono agridulce.

- Y... ¿Le dijisteis que estáis juntas? - Quiso saber su amigo.

Chiara se pasó un mechón por detrás de la oreja.

Against the worldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora