Se quedó quieta en medio de la habitación, sin saber qué hacer por un momento. Acababa de ducharse y Chiara le había tomado el relevo, dejándola sola en su cuarto de la infancia.
Violeta miró a los lados un poco desubicada. Sólo había dormido allí un par de veces y todavía se le hacía raro estar rodeada de todos los recuerdos de su novia. Cada objeto, cada prenda de ropa, cada fotografía y póster en la pared, formaban parte de la historia de Chiara. Formaban parte de ella en general. De toda su persona previa a los castings de OT, pero también de la del año siguiente, la que tuvo que madurar y aprender a seguir luchando por sus sueños, la que tuvo que aprender a vivir con el corazón roto en muchos sentidos.
Todo en esa habitación gritaba Chiara Oliver. Y era tan personal que Violeta sentía que estaba invadiendo su intimidad. Se preguntaba si a la británica le pasaba lo mismo cuando iban a Motril, si ella también tenía esa sensación de respeto máximo por cada cosa que la rodeaba. Le daba miedo tocar algo, no por desordenarlo, si no por descubrir la historia que escondía detrás.
Comenzó a caminar sin rumbo entre las cuatro paredes para matar el tiempo. Leyó los títulos de los libros que decoraban las estanterías. Cotilleó la colección de vinilos y cds que ocupaban una esquina. Se miró al espejo, sacándose un par de fotos con poses y caras raras. Observó el teclado, el bajo y la guitarra acústica apoyados en otro de los rincones de la estancia. Abrió el armario, solo para comprobar si estaba ordenado o también era un desastre. Acarició los peluches sobre la cama, sonriendo con el suave tacto que notó bajo sus dedos. Jugó con un par de rotuladores de colores que había en el lapicero sobre el escritorio. Y se sintió muy tentada por un par de libretas que había sobre la mesa. Se moría de la curiosidad de abrirlas y descubrir más cosas sobre la Chiara del pasado, pero se contuvo.
Resopló y alzó la vista hacia un corcho colgado en la pared.
Había entradas de conciertos, letras de canciones y muchas fotos. En ellas, Violeta reconoció la cara de alguna de sus amigas y también gente de su familia de Inglaterra. Tenía alguna con sus hermanos y sus padres, otras con personas desconocidas para la granadina y alguna de cuando era pequeña. Se quedó especialmente en esas, notando como se le caía la baba de lo adorable que era la mini Chiara de bebé. Casi tanto como la del presente.
Se detuvo en las imágenes durante unos instantes, imaginándose el contexto de cada una de ellas, pero volvió a bajar la mirada hacia el montón de cuadernos del escritorio. La tentación era tan fuerte... Pero la invasión de intimidad tan grande...
Decidió verlos solo por fuera. Eso no era delito, ¿no? Solo analizar las portadas. Giró el primero entre sus manos un par de veces. Estaba casi nuevo, con poco uso y la cubierta en perfecto estado. No le pegaba en absoluto a Chiara.
Lo dejó en la mesa, decidiendo que ese no era demasiado relevante. Cogió el siguiente, con las tapas totalmente reventadas y garabatos dibujados por toda la portada. La reportera sonrió, pasando suavemente sus manos por el lomo. Ese sí que era 100% acorde a la británica.
Cerró los ojos un instante, disfrutando del tacto de la libreta e imaginando que historias podría contener. Se preguntó si Chiara habría escrito en él sobre sus amigas. Sobre sus sueños. Sobre su primer amor. Sobre su primera ruptura. Sobre sí misma. Sobre ella.
Suspiró, ahuyentando por enésima vez las ganas de leerlo, y le dió una vuelta entre sus manos. Con el gesto, un par de papeles cayeron sobre la mesa. 'Mierda', pensó Violeta, agobiada por haber metido la pata.
Cuando fue a recogerlos para devolverlos entre las páginas, se quedó inmóvil. Una pegatina con los colores de OT contrastaba contra el blanco del escritorio, centrando toda la atención de la pelirroja. La observó unos instantes, releyendo varias veces el número que aparecía en el centro del papel.
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Against the world
FanfictionVioleta y Chiara se conocen en los castings de Operación Triunfo y conectan al instante. Casi tres años después, una está en lo más alto de su carrera mientras que la otra sigue intentando triunfar en la música. En un momento determinado, se les pr...