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Se quitó los in ear y suspiró. Acababa de cantar en una gala de premios musicales y la ovación todavía se escuchaba en el backstage. Bebió un trago de la botella de agua que acababan de darle y se relajó por primera vez en las horas que llevaba allí, sentádose un momento. Había presentado un premio y había actuado, ahora tenía el resto de la noche para relajarse y disfrutar. Cerró los ojos un ratito más, aprovechando la tranquilidad del momento y rebajando las pulsaciones de su corazón.

- Te has lucido. - Comentó una voz enfrente suya. - Cada vez lo haces mejor.

Suspiró internamente y abrió los ojos poco a poco.

Salma le sonreía de forma tímida, con un micrófono en la mano preparada para actuar en unos minutos. Violeta forzó una sonrisa, pero no se movió de su posición.

- Muchas gracias. - Respondió educadamente. - Espero que a ti también te salga bien.

La morena agradeció sus palabras y continuó con la conversación sobre música. Violeta le contestaba en automático, porque no le apetecía ser borde ni montar ningún drama en ese contexto.

Desde que habían terminado el concurso no habían tenido mucha relación. Ella era la compañera con la que había tenido un pequeño rollo en la academia, pero cuando salió y se enteró de que Salma había intentado culpabilizarla de su ruptura haciendo el papel de víctima, sabiendo que lo que habían tenido era algo casual y la pelirroja lo había expuesto así desde el principio, cortaron el contacto. Compartieron la gira de OT y fueron cordiales en las pocas veces que coincidieron después, pero nada más. Violeta no tenía ni ganas ni ánimo de retomar nada con ella.

La verdad es que a Salma le había ido bastante bien al salir de la academia. Había hecho carrera con música de su estilo e incluso había colaborado con gente como India Martínez o Niña Pastori. Estaba irrumpiendo poco a poco con su rollo más flamenquito y el público la había acogido de maravilla. Violeta se alegraba, porque quería que todos sus compañeros triunfasen, pero no tenía ninguna intención de saber mucho más del resto de su vida.

- ¿Vio? - Preguntó la morena.

La ex periodista salió del trance en que se había perdido y parpadeó un par de veces. Sonrió, porque no tenía ni idea de que le había estado hablando su compañera durante los últimos minutos, y la otra chica se rio.

- Lo siento. - Se disculpó avergonzada. - Me he quedado un poco pillada.

Salma ladeó la sonrisa.

- Eso solía pasarte mucho conmigo. - Replicó intentando bromear, guiñándole un ojo.

Violeta se revolvió incómoda y fingió una pequeña carcajada sin mucho esfuerzo. Afortunadamente para ella, uno de los organizadores se acercó a decirle a Salma que actuaba en cinco minutos.

- Mejor te dejo, que tienes que prepararte. - Indicó, señalando con el dedo el escenario. - Mucha suerte, espero que te vaya genial. - Concluyó en tono cordial, levantándose y avanzando hacia la salida.

- ¡Vio! - Exclamó la morena, haciendo que Violeta se girase por un instante. - Te buscaré entre el público, te la voy a dedicar. - Añadió, otra vez medio en broma medio en serio.

De verdad que esa chica nunca sabía cuando parar.

Violeta asintió y se fue pitando, buscando su sitio entre la multitud. Se le habían bajado las ganas de disfrutar de la noche y, de haber podido, se habría ido a casa en ese mismo instante.

Al término de la gala, buscó a Martin y Ruslana y les acompañó hasta el taxi. Cuando el coche estaba arrancando, el chico le dedicó una mirada extraña, pero no tuvo tiempo de preguntarle qué significaba. Al girarse, se encontró de nuevo a Salma caminando en su dirección.

Against the worldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora