Ebúrneo

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"Quiero que me cuentes qué es lo que viste". Junto a ella tuve un viaje a sueños asistido.Cuando caía a un sueño profundo la maestra de textos estaba al pendiente de mí, la primera vez que sucedió fue en un día en que caí rendido tras convivir con ella hasta altas horas de la noche, me quede recostado en su sillón, en medio de una conversación, ella no se dio cuenta de eso así que entabló una charla con mi subconsciente mientras preparaba un té en la estufa, una vez terminó su bebida y comenzó a poner más atención a mis respuestas inconexas se percató de ello.Era un hablador sonámbulo, por lo general divagaba pero, cuando se hacían las preguntas correctas se podría saber en tiempo real que es lo que estaba soñando, no había explicación para ello, de hecho en ningún artículo científico de renombre o si quiera en el libro esoterico en el que encontré la primera nota decía algo al respecto. Ella fue bastante escéptica la primera vez, necesitó cerciorarse que mi sueño era real checando mi pupilas y notando lo calmado de mi respiración. Menciona que ese día no durmió, primero por elaborar una preguntas diagnóstico para entrar en el lugar correcto del subconsciente, entre todo ese tumultuoso camino le conté varios datos al azar, entre ellos mi gusto por las novelas medievales y sentimiento de soledad palpable. Dice que esa fue mi versión honesta, sin filtro y dejando de lado todos mis conceptos preconcebidos y engominados. Me convenció con sus palabras de seguir en mi trance profundo una vez cruzaba la puerta, esa fue la primera vez que pude ver del otro lado, esa fue la segunda razón por la que ella no pudo dormir y me tuvo que despertar tan pronto pudo escuchar de mí sacar aquellas palabras: "Me recuerda al mito africano del cementerio de elefantes, un lugar en medio de sabana con un millar de huesos, la chica de la puerta está caminando sobre de ellos, toma un colmillo considerable grande para blandirlo, se corta con lo filoso de los huesos, creo que se ha dado cuenta que estoy aquí, quiere que me acerque a ella." La maestra me confesó que mientras pronunciaba esas palabras unas líneas ramificadas negras comenzaban a rodear mi cuerpo y una vez que me despertó comenzaron a diluirse, debajo del mentón en un pequeño punto comenzaron a brotar unas gotitas de sangre.

Corazón de un tiempo perdido: Te recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora