Corazón de un tiempo perdido: Te recuerdo

Histrión

Se preguntarán cómo es que encontré estas notas en una biblioteca y lo cierto es que he estado omitiendo algunos detalles.Y es que para entender aquellos continuos sueños me sentí en la necesidad de buscar al menos algo que pudiera interpretarlos. ¿Qué significa la puerta oscura?, ¿Qué es aquel lugar donde la oscuridad abunda?, ¿Por qué hay una figura femenina queriendo que entre a una puerta?Cuando las cosas son tan repetitivas en nuestro mundo dejan de asombrarnos, aunque, cuando las cosas son repetitivas al dormir parecen tan alarmantes.Fui a la biblioteca porque al buscar por internet me abrumó la cantidad de información que encontraba sobre mi asunto, todo con un tono y explicación diferente. Quería que los libros me dieran una dirección clara. Al fin y al cabo siempre me he refugiado en ellos desde pequeño. Así, una vez llegando al edificio, comencé a buscar en cada uno de aquellos libros viejos, con sus tapas desgastadas y con algunas páginas rayadas sin previo aviso.Tras ojear indiscriminadamente entre libros de ciencias negras y psicología me tope con uno titulado "interpretación de lo que dormimos". La tapa era un fondo blanco con una persona dormida, la cual, en su cabeza llevaba una pequeña puerta abierta a su mundo onírico. Al abrir la página encontré el primer código. El cual, hasta este momento no sabía descifrar, constaba de un papel repleto de números y fue lo que pausó mi búsqueda unos días hasta que lo descifre gracias a dos libros, uno de Sherlock Holmes y Alicia a través del espejo, el mismo decía: "Todos actuamos de alguna u otra forma, mirate en el espejo con una vela al lado, media noche, haz los gestos que te definan y te encontrarás."Al inicio me quedé con cara incrédula, ¿tanto número para una simple frase?, cerré el libro y me fui posponiendo la búsqueda.Durante la media noche desperté por un ruido en el baño, pensé por un momento que alguien se había metido, aunque el lugar estaba más que vacío, al ir recordé lo que decía el papel. Mirándome al espejo, imitando ser yo, con mis caras características y algo desproporcionadas, lo tome a juego. Hasta que detrás de mí el brazo de mi sueño se había proyectado, cuando voltee nadie estaba.