Corazón de un tiempo perdido: Te recuerdo

Limerencia

Dentro de las aguas me he tomado un tiempo para pensar en las cosas a fondo, me siento como en ese capítulo de los Simpson donde Lisa está en un tanque de agua sellado al vacío. En la oscuridad, sin sentir la gravedad y con los oídos completamente tapados uno comienza a dudar hasta de su propia existencia. El agua aquí es rara, por una parte puedo respirar en ella y por otra siento como mi cuerpo estuviera recubierto del liquido enteramente, a veces es la misma fuerza que ralentiza mis movimientos los que me dicen se supone que fui hundido por algo, no sé si así se siente la muerte pero puedo notar mi cuerpo con sus pequeños y marchitos detalles, siento que, de no haberlo tocado mi consciencia se olvidaría que el mismo alguna vez existió. De pronto, sin saber si dentro de este sueño estoy siquiera soñando o no, es decir, sin saber si estas visiones son de un metasueño o no, veo imágenes de un paisaje florido, próspero de arbustos y árboles frondosos cercanos a un río que curiosamente me suena familiar. Una mujer de caperuza roja, cabello adornado con dos trenzas delgadas de color plata, con ojos amarillos como girasoles y labios carmesí me ve sonriente con cierta confortabilidad en sus gestos, ella prosigue por darme un abrazo calido. De mis labios, los cuales, no sé si no escucho por la susodicha agua del lugar o porque he perdido el sentido de la audición en este recorrido, de ellos sale su nombre: ¿Sarah? ¿De verdad existes? o solo quiero encontrar una excusa para salir de aquí.Despierto, por centésima vez y entiendo que ahora si es real, de súbito, la maestra de textos está a mi lado, estamos dentro de una ambulancia donde un paramédico acaba de poner en mi pecho, hace poco, un desfibrilador. A través de la electricidad es como si todo mi cuerpo se hubiera activado, me pone de sobresalto lo súbito que fue haciendo todo, obligándome tragarme todo ese pozo y salir a la superficie. Volví a mi realidad actual y recuerdo lo mucho que te amé. Quiero encontrarte, decirte que a pesar de los tiempos y la amnesia producida por los años, aún te extraño y sé que debo ahora buscarte.