Glaolo y el Raimon luchan contra la Academia Alius con el fin de acabar con su destrucción de institutos.
Pero la cruenta lucha hace que el peliblanco recaiga de una antigua lesión y sufra más de la cuenta...
[BIC]Después de vencer a Épsilon, el entrenador Hillman nos informó acerca de un cuaderno secreto del abuelo de Mark, David Evans. Al parecer, lo custodia el director de un instituto de Luckyhill llamado Fauxshore. De modo que ahora nos dirigimos hacia allí, ¡nuestro próximo objetivo para llegar a ser el mejor equipo de todo el planeta se encuentra en la prefectura de Fukuoka!
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[I]Llegamos a Fukuoka, y entramos en Luckyhill. Por alguna razón, me sentía como si estuviera paseando por la Ciudad Inazuma, en Tokio. Y los demás, me da que sentían lo mismo.
[I]Entonces, llegamos al Instituto Fauxshore y el director Balding nos recibió.
Balding: Jo, jo, jo... Sed bienvenidos, Equipo Raimon. Soy el director del Instituto Fauxshore, podéis llamarme Sr. Balding.
Schiller: Es un placer, me llamo Lina Schiller. Entreno al Raimon.
Mark: ¡Yo soy Mark Evans, el capitán del Raimon!
Balding: ¡Jo, jo, jo! ¡No hace falta que te presentes, jovencito!
Balding: ¡Eres la viva imagen de David!
Mark: ¡¿Conocía a mi abuelo?!
Balding: Por supuesto... ¡Él era mi mejor amigo desde la infancia! ¡Incluso estudiamos juntos en este mismo instituto!
Mark: ¡¿De verdad?! ¡Pensaba que mi abuelo era de Tokio!
Balding: No, él nació y se crió aquí, en Luckyhill. Se fue a Tokio para convertirse en profesional.
Glaolo: ¿Se hizo profesional aquí, en Japón? Pensaba que tal vez habría viajado a Europa.
Balding: Muchos profesionales japoneses juegan primero en la J-League antes de dar el salto a Europa o Sudamérica, aunque en aquellos tiempos no había liga profesional en nuestro país... ¿Aspiras a ser profesional, muchacho?
Glaolo: Sí. Ser profesional, jugar en Europa, ganar la Copa del Mundo... Son mis tres sueños más anhelados.
Balding: Sueñas a lo grande... Lo que daría por ver a más jóvenes como tú, tan ambiciosos.
Glaolo: Je, je.
Schiller: Hemos venido por un cuaderno que, según nuestras fuentes, perteneció a David Evans.
Balding: Pues tenéis buenas fuentes, el cuaderno se encuentra en mi haber.
Mark: ¿Podríamos verlo, por favor? ¡Lo necesitamos urgentemente!
[I]El señor Balding, por un lado le gustaría ayudarnos, pero por otro... nos dijo que David Evans cuando le dió el cuaderno, le pidió que lo destruyera si le llegaba a pasar algo.
[I]Pero por otro lado, Balding pensó:
Balding: Decidí no destruir el cuaderno con la esperanza de que alguien, dispuesto a utilizar el saber del mismo para el bien, viniese a reclamarlo.