Hechizo - Spruan

Capitulo 23, "Futuro"

Capitulo 23:

Maratón 2/2

Por otro lado, Spreen estaba bastante abrumado con su trabajo..

Sinceramente nunca se había preocupado por trabajar, venía de una familia adinerada pero aun así siempre le gustaron los negocios y vender cosas.

Por eso mismo había echo su restaurante y sin esperarlo este había sido un éxito.

A pesar de eso y que ahora fuera un hombre completo echo. Sus papás seguían preocupándose por su "Futuro".

*

- Hijo, baja. ¡Te tenemos una sorpresa! - Dijo la mamá del pelinegro

El pequeño bajo emocionado pensando que sería algún juguete o algo así. Cunado llego pudo notar a una niña.

La chica tenía el pelo negro, sus ojos eran verdes y era muy linda.

Spreen se acerco a su mamá, preguntándole indirectamente quien era.

- Hijo, ella es Susan. Salúdala.

El pelinegro saludo con su pequeña mano a la niña, a lo cual la niña le regresó ese saludo.

- Te explico, cuando Susan y tu sean grandes se van a casar. Tendrán hijos y se van amar mucho.

De inmediato el niño se sonrojo, ¿como podría el estar con esa chica bonita?

*

A menudo venia a la niña venia a su casa y convivían.

Pero con el tiempo Spreen creció y se dio cuenta que su gusto por las mujeres era nulo. Lamentablemente para Susan la cual era obligada por sus papás a casarse con él por su estatus social.

A los 16 el pelinegro exigió qué se anulara ese matrimonio ya que el no quería casarse con ella.

Susan rogó porque lo hiciera pero no logro nada, a esa misma edad el chico se fue de su casa al no estar de acuerdo con su familia. Y aunque no le mencionara nada de esto a Juan, constantemente recibía cartas de su papá diciéndole que el matrimonio seguía en pie.

Sus papás no tenían idea alguna sobre su relación con el hechicero ni mucho menos sobre su compromiso, no tenia planes de contares nada sobre ello hasta que llego su empleado "Mariana" con una carta con ese característico sello de su papa.

(

El chico de lentes decidió salir a recoger el correo, sabia que el papa de su jefe siempre le mandaba cartas las cuales no tenia idea sobre que trataban pero se veían muy importantes. Como todos los días recogió esta carta y fue a dársela a su jefe.

- Buenos días jefe, le llegaron varias cartas. -Dejo sobre la mesa del pelinegro aquellas cartas.

- Gracias, Mariana. Tenga buen día.

La puerta de la pequeña oficina se cerro quedando un silencio extremadamente frio, el hibrido no podía dejar de ver aquella carta, por alguna razón sospechaba lo peor.

La abrió con un claro temblor en sus manos.

"Hola, hijo.

Espero que tu trabajo y tu vida este yendo tal y como lo planeamos.

Susan me comento que la estuviste ignorando, no se si te lo tengo que recordar pero ella es tu prometida aun, por mas que te vayas de la casa eso ya es un acuerdo con su familia.

En dos días quiero ir de visita a tu pueblo, tu mama y Susan van a visitarte también.

Espero nos recibas con cordialidad y podremos hablar sobre tu matrimonio con ella, ya estas lo suficiente grande como para casarte con ella. De echo ya deberías de estar teniendo hijos con ella, no aceptare un no como respuesta.

Te veo luego.

Everard"

Spreen tomo la carta y la rompió. Si era necesario esconderse en un bunker 7 metros bajo tierra con tal de no verlos lo haría , lo nervioso que lo ponía su familia era increíble.

Y es que se negaba rotundamente a casarse con alguien el cual no beneficiara nada a su corazón. Por las frío, codicioso y desinteresado que sea por alguna razón solo podía pensar en vivir una vida tranquila con alguien que quiera.

Y creía haber encontrado a esta persona, más sabía que sus padres odiarían esto. Al final y al cabo para lo único que lo necesitaban era para conseguir dinero.

Estaba pensando seriamente en cortar cualquier contacto con Susan y sus padres. Simplemente huir con Juan y dejar todo atrás pero claramente eso era un poco extremista.

Pensaba constantemente en el futuro y creía que por fin estaba logrando algo que él quería más se daba cuenta que su estatus social no funcionaría sin eso. ¿Qué debería hacer? Seguir todo con tal de obtener un futuro tal y como siempre se le dictó o vivir su vida como su corazón le comentaba.

Sentía que estaba bajo un hechizo el cual no podía romper, sin salir de este, como si algo lo amarrara a estas costumbres estúpidas que sus padres inculcaron en el.

Ahora solo quedaba esperar los dos días, confrontar a sus padres y que podría pasar.

¿Verdad?

Debería seguir planeando la boda pensó el empresario más decidió seguir trabajando. Estaba revuelto, su mente palpitaba junto con un dolor de cabeza horrible el cual no lo dejaba pensar claramente.

Sería más sencillo irse con Susan, hacer lo que sus padres quieren y olvidar todo.

Pero, porque ese chico de lentes resonaba en su mente tanto, como si tuviera unas cadenas que simplemente no lo dejaban irse.

Debía decidirse... Y rápido.

😈

-Aliza MALO