Tinker Bell presenciaba a escondidas lo ocurrido. También sentía asco al ver las cucarachas, sin embargo estaba más preocupada por Vidia, por alguna extraña razón desconfiaba de esos insectos.
-¿qué tipo de negocios? -inquirió Vidia alzando una ceja.
-así es, queremos que a cambio de que se quede aquí, nos pague a nosotros con comida de dónde provienen ustedes. -dijo Cucara haciendo ademanes con su bastón.
-dicen que allá hay de los mejores frutos, vegetales y alimentos con una calidad y frescura superior que consumen estos humanos puercos. -agregó Racha.
Vidia dio un paso atrás, comprendió que no podía quedarse ahí ya que independientemente de la propuesta que le ofrecieron, el lugar realmente no era la gran cosa. Apretó con fuerza su bolsa dispuesta a irse de ahí de una vez.
-oh no, querida, no creo que pueda irse fácilmente. -dijo Cucara mientras hizo un ruido con su bastón golpeando el suelo y movía las antenas de su cabeza.
La hada de la tormenta no entendió bien a qué se refería, sin embargo cuando estaba punto de emprender vuelo hacia la salida, se percató que un cumulo de cucarachas mas diminutas que los otros dos se estaban subiendo en ella empezando por sus pies. Tinker Bell al notar gritó pero de inmediato se tapó la boca con sus manos.
-si se quiere ir, denos su bolsa de alimentos. -pidió Racha estirando sus patas. -ya que solo por el hecho de estar aquí tiene que pagar, hay comida tentadora ahí. -agregó mientras movía sus antenas.
La pelivioleta sin dudarlo lanzó su bolsa en el suelo, todos los insectos de ahí se dirigieron hacia ella y la hada aprovechó para irse de ahí rápidamente dejando atrás la zona infestada de cucarachas. Voló lo más rápido de ahí alejándose de la zona sin mirar lo que tenía enfrente ya que desde su cara y cuerpo sintió que chocó contra algo duro. Al reincorporarse se dio cuenta que estaba en un peligro mucho peor, había chocado con el pico amarillo de un halcón. Los ojos del animal miraban sobre su pico y Vidia se quedó paralizada.
-¡diablos! -pensó en sus adentros Vidia. No sabía qué hacer, el halcón aleteaba sus alas manteniéndose en el mismo lugar, de repente, empezó a volar y la hada se aferró en su pico por la fuerza en que volaba el animal. -a este paso me va dejar caer y vendrá por mi de nuevo.
La hada de la tormenta buscó un hueco para esconderse. Cuando encontró uno hoyo en un árbol, se suelta y cae sin volar calculando la altura de ese hoyo, después con sus alas rápidamente emprende vuelo para entrar ahí, el halcón iba tras ella, Vidia se cubrió su cara con sus brazos y después de un fuerte temblor, abrió de uno en uno sus ojos, estaba frente al pico del halcón, el animal se había quedado atorado, Vidia estaba encerrada, enfrente tenía la única salida pero era obstruida por la prominente vértice amarillo de la ave.
-¡oh no! -susurró Tinker Bell cubriéndose la boca con sus manos otra vez. Quería ir a ayudar, pero no quería arriesgarse tan pronto en revelar que estaba siguiéndola.
-no es seguro para mí quedarme aquí encerrada. -pensó Vidia mientras buscaba la manera de salir de ahí. Miró el suelo y encontró una pequeña flor, -ya sé. -con sus manos empezó a crear una tormenta, había absorbido el polen de la flor y sus pétalos, pero era muy pequeña, miró el suelo, no tenía otra alternativa, debía intentarlo así que decidió concentrarse más, sentía como su poder fluía en sus manos, la madera empezaba a desprender un polvo, eran partículas, logró hacer la tormenta más grande y más pesada. Miró los orificios nasales del halcón que estaban en su pico, y lanzó la tormenta directamente en aquellos hoyos. El ave empezó a agitarse desesperadamente queriendo estornudar, Vidia lo presintió así que voló hacia arriba para no recibir aquello.
En un abrir y cerrar de ojos, el halcón salió disparado librando su pico de aquel hoyo, la pelivioleta aprovechó para escaparse nuevamente emprendiendo un vuelo mucho más rápido que el anterior y Tinker Bell, escondida entre la maleza, decidió seguirla pero sabía que no podría alcanzarla fácilmente.
Vidia seguía volando hasta perder el control de su vuelo, intentaba detenerse pero había salido con una velocidad impresionante que ella misma desconocía. Ella se autoproclamaba como la hada mas veloz de todos y vaya que sí lo era. No podía detenerse hasta que se estrelló con un ventanal haciéndose pedazos, estampándose al suelo y se empezó a retorcer de dolor. Se había dado un tremendo golpe. Intentó reincorporarse para saber en dónde se encontraba, sin embargo no veía muy bien ya que no había mucha luz.
-¿en dónde diablos estoy ahora?, -se preguntó mientras miraba en su alrededor intentando ponerse de pie, su cuerpo había sufrido ahora varias contusiones y cortes por el cristal.
-esa entrada cariño fue bastante sorprendente. -habló una voz femenina desde la oscuridad.
-¿quién dijo eso? -preguntó Vidia buscando con la mirada sin embargo no veía nada.
-yo. -respondió aquella voz femenina de nuevo. Vidia se volteó hacia donde provenía el sonido. Se encontró con unos pequeños brillos rojizos a lo lejos y rápidamente se acercó a la hada aun manteniendo una distancia quedándose frente de ella. -al fin comida para mis hijitos bellos. -canturreó.
Era una rata enorme, tenía el pelaje negro y un delantal rosa, este se veía todo viejo y roto.
-me llamo Mom Ratata. Es una bendición que haya caído la comida para nosotros. Vengan chicos, es hora de la merienda.
-¿que?, -Vidia escuchó en su alrededor pequeños pasos, varios brillos rojizos se acercaron hacia donde estaba la grande rata. Eran pequeños ratones, estaban hambrientos. Miraban deseosos a la hada de la tormenta.
-comidita mami. -murmuraron los roedores.
Tinker Bell llegó jadeando, volar lo mas rápido que ella podía la hizo agotarse, notó que una ventana estaba rota, escudriñó alrededor percatándose que era otro ático descuidado, se acercó disimuladamente recargandose a escondidas en la ventana rota y se encontró otra escena aterradora, Vidia estaba rodeada de pequeños ratones y enfrente de ella, estaba una enorme rata negra.
-¡Dios mío!-exclamó mas asustada, notó que la pelivioleta estaba en una posición desfavorable. No podía mantenerse bien erguida, su mano se aferraba a un costado ya que se veía lastimada. -¿tengo que intervenir esta vez? -se preguntó así misma en un susurro.
ESTÁS LEYENDO
Pensamientos irracionales (Tinber Bell x Vidia)
FanfictionEsta historia esta ambientada después de la película Tinkerbell y las hadas al rescate. Es recomendable que la hayan visto para que puedan entender la historia ya que puede tener spoilers. --- Después del rescate, Vidia empieza a albergar pensamien...