Al fin todo cuadraba, el hecho de que estuviera ahí con las arañas, que Elizabeth no la encontrará en la mañana y sobre todo que trajera hojas de hierbabuena. Ya tenía todo sentido. Tinker Bell estuvo presente durante toda su travesía, empezó a sentirse avergonzada de que quizás la haya visto sonreír como estúpida mirando la hoja de hierbabuena que portaba mientras pensaba en ella.
La hada artesana esperaba un comportamiento agresivo nuevamente, sin embargo, notó que las mejillas de Vidia se tornaban en un leve tono carmesí enterneciéndola.
-entiendo,-dijo finalmente. Volvió a mirar a Tinker Bell. -Gracias por todo. -dijo suavemente y la hada rubia se sorprendió, no esperaba aquello así que le lanzó una sonrisa rebosante de felicidad, quería gritar y notó que ahora, sus propias mejillas también estaban muy coloradas.
-bienvenida nuevamente Vidia. Puede descansar hasta que se recupere de sus heridas. -dijo la Reina Clarion mirándola con compasión. -procura descansar bien. Así que todos los presentes pueden retirarse, nos vemos luego.
*****
Vidia estaba siendo acompañada a su ciruelo amargo junto con sus amigos, se despidieron y la dejaron sola junto a Tinker Bell. Vidia abrió la puerta y decidió entrar, después volteó a ver a la hada artesana.
-¿quieres pasar? -preguntó la pelivioleta disimulando naturalidad alzando una ceja mientras sostenía la puerta morada.
-oh, no, de hecho será luego, volveré en un rato así que iré a ver a Terence. -respondió la rubia.
Al escuchar el nombre del chico Vidia sintió una puñalada de repente, aquel chico de la que Tinker Bell estaba enamorada. Sintió su corazón amargo romperse.
-ugh, mejor no vuelvas. Quédate a tontear con tu amor igual de tonto como tú. -dijo en tono de burla. -agradezco que no quieras entrar a mi ciruelo, ya que no soporta cursilerías. -alzó una ceja burlándose todavía y le cerró la puerta de sopetón.
Tinker Bell no pudo decir nada debido al portazo que recibió enfrente de ella sin darle pie a hablar. Se molestó y sus mejillas ardían de coraje. Dio pisotones hacia el borde del ciruelo amargo y se dispuso a volar.
La hada artesana llegó a donde estaba Terence, cuidando el polvo mágico del árbol, no había nadie más que él así que se acercó nerviosa.
-¡Tink! -saludó efusivamente el chico y se acercó a ella abrazándola, esta lo abrazó también.
-Terence, tenemos que hablar. -dijo después de que se separaran.
****
Por el otro lado, Vidia había tomado una ducha y cambiado de ropa por fin, le costó hacerlo porque después de cerrarle la puerta a la hada artesana, se deslizó cayéndose al suelo y se hizo ovillo durante un buen rato. Se había quitado las vendas y percibió un olor de hierbabuena en ellas, al parecer el antídoto que hizo Tinker Bell utilizó aquellas hojas. Se acostó a su cama, miró el techo morado y unas lagrimas salían de su rostro. Estaba hecho un polvo. Lloró por todo lo que había pasado, por los peligros que tuvo que vivir en tierra firme, lloró por el temor de casi perder a Tinker Bell, lloró por casi perder la vida, lloró por el dolor físico y emocional que contenía su pequeño cuerpo pero sobre todo lloró porque sabía que sus sentimientos no iban a ser correspondidos, no tenía caso decírselos a Tinker Bell ya que en su corazón estaba aquel chico, recordaba aquella mirada llena de brillo cuando Elizabeth explicaba que era el amor según su padre. Envidiaba a Terence, ya que además en los libros que ella ha leído en sus inicios, solo se reconocía frecuentemente el amor entre una hada masculino y femenino. Nunca escuchó casi algún caso de amor entre hadas femeninas y hadas masculinos.
Ella lo sabía, que era un extraña en todo su ser, su talento era peculiar y además su esencia también. Cuando vio a Tinker Bell por primera vez le llamó la atención. Quería molestarla, provocarla y estar con ella, sin embargo también envidiaba su talento, le tenía celos y aparte estaba harta de que Tinker Bell no aceptará también lo que tenía, así que aprovechaba burlándose de ella mientras presumía su poder de tormentas, cuando la incitó a crear un desastre para la primavera se arrepintió después, reconoció que fue mala idea, sin embargo se sintió orgullosa y aliviada de que fuera Tinker Bell quien arreglara la situación.
Empezaba a cuestionarse si fue buena idea regresar, no soportaría ver a Tinker Bell y a Terence juntos, inclusive cuando eran amigos le generaba aquella sensación que desconocía en su momento lo cual le era fácil lidiar, sin embargo ya que sabía que era iba ser difícil soportarlo, en cambio si estaba en tierra firme, no los vería para nada y solo tendría que enfocar su mente en sobrevivir, pero ¿estaba dispuesta realmente a arriesgar su vida en tierra firme solo para no ver a Tinker Bell?, se preguntó así misma, sonaba descabellado y le tentaba la idea, pero sabía que no era lo correcto para ella, era un pensamiento bastante fuera de sí.
-que estupidez. -masculló cubriéndose los ojos con sus manos. Aún estaba acostada en su cama. -me duele todo esto pero tengo que aceptarlo y comprenderlo aunque el dolor es insoportable. -dijo con voz rota.
*****
Tinker Bell y Terence estaban sentados con los pies dentro de lago de polvo mágico, la sensación era bastante relajante. Habían hablado preguntándose de cómo habían estado.
-y bien, ¿qué fue lo que pasó? -preguntó el chico por fin viendo a Tinker Bell notando que todavía faltaba algo que abordar. La hada artesana todavía estaba molesta por la actitud de Vidia. -déjame adivinar, es por Vidia ¿verdad?
-si, -respondió sin mirarlo. -es que..¡cielos! es un poco difícil de tratar con esa amargada, no me sorprende que viva en un ciruelo amargo, sí que las cosas se parecen a su dueño. -dijo hastiada la hada rubia y Terence se rió.
-tranquila, todos saben que Vidia es complicada, pero como tú dices, tiene un lado amable que no cualquiera conoce. Cuando me enteré que estaba dispuesta a dar su vida para salvarte y dos veces me sorprendió, no cualquiera hace eso, además teniendo en cuenta que siempre esta sola al parecer contigo no se siente así. -comentó Terence tomando un poco de polvo mágico con sus manos para jugar con ella.
-es verdad, pero es que.....mira, es difícil de decir, pero confío en ti ya que eres mi mejor amigo.
-de acuerdo, soy todo oídos. -dijo el hada y sonrió. Tinker Bell suspiró, estaba nerviosa.
-estoy enamorada de Vidia.
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Pensamientos irracionales (Tinber Bell x Vidia)
FanfictionEsta historia esta ambientada después de la película Tinkerbell y las hadas al rescate. Es recomendable que la hayan visto para que puedan entender la historia ya que puede tener spoilers. --- Después del rescate, Vidia empieza a albergar pensamien...