Capitulo 13

214 22 6
                                    

-guau, a ver, espera, espera, -repitió Terence sumamente sorprendido. -¿enamorada? ¿de Vidia? -hizo dos preguntas a la vez sin poder creerse lo que había oído. -guau, no me esperaba esto. 

-lo sé, ni yo, pero desde nuestro encuentro con Lizzy y su padre, he empezado a sentir cosas extrañas por ella, te juro que nunca me había pasado, yo pensaba que eran dolores de estomago o algo así. -explicó Tinker Bell. -¿crees que esté mal? -preguntó buscando algún animo por parte de su amigo. 

-no, para nada, -respondió sinceramente, -solo sería extraño porque se ha visto mas bien relaciones de hadas masculinos y femeninos, nunca me he enterado de un caso donde involucren a dos hadas femeninas. Ustedes serían las primeras. -dijo pensativamente el hada del polvo mágico y la hada artesana se rió. 

-¿nosotras seríamos las primeras?- preguntó Tinker Bell mirando divertida a Terence y se rió. -me gustaría pero no sé si ella sienta lo mismo.  Siento que me odia o no me ve de esa manera. Cada vez que hago algo bueno por ella me trata mal. -contó cabizbaja un poco dolida.

-bueno, no lo sabemos con exactitud, a lo mejor, quizás no esta acostumbrada a que alguien la ayude, y por lo visto, eres tú la única que ha hecho cosas así por ella. -respondió haciendo ademanes con sus manos. -y si quieres saberlo, yo te diría que te arriesgaras. 

-pero ¿y si me rechaza? nunca he pasado por esto. -preguntó Tinker Bell temerosa. -falta que pueda soportarlo. 

-si eso pasa Tink, yo estaré ahí para ti para apoyarte. Recuerda, eso es lo que hacen siempre los mejores amigos. Así que no debes temer, no estas sola, nos tienes a nosotros, a mí y a tus amigos.  

Al oír esas palabras la hada artesana se sintió segura y confiada, se dio cuenta que tenía realmente buenos amigos, abrazó fuertemente de sopetón a Terence y este le correspondió el abrazo, fundiéndose ambos en un  lindo abrazo fraternal. 

-así que ve y luego me cuentas como te fue. -dijo después de que separaran. 

-de acuerdo, eso haré. -sonrió con firmeza y decida. 

*****

Vidia despertó después de haberse quedado dormida de tanto llorar, su cuerpo estaba adolorido, tenía los ojos hinchados, no quería pararse de la cama pero tenía que hacerlo aunque le costaba. Se dirigió hacia una mesita cuyo soporte era un hueso de ciruelo fijado en el suelo y vio que estaba su pastel de limón partido. Recordó aquella vez donde Tinker Bell la atendió como princesa en la casa de la niña, el rico pastel que le hizo acorde su tamaño, le había gustado ese trato pero simplemente no lo quería reconocer ya que no estaba acostumbrada. 

-bueno, al menos tengo aquellos recuerdos que me harán sentir bien de vez en cuando. -se consoló esbozando una débil sonrisa. Se sentó en una silla pequeña y empezó a comérselo, nuevamente le empezaron a salirle lagrimas, de repente, unos toques a su puerta se escucharon y giró su cabeza mirando hacia ahí, se secó rápidamente las lagrimas y suspiró preparándose mentalmente para abrirla. 

-oh.-dijo alzando una ceja sorprendida encontrándose con aquella hada que la condenaba a pensar irracionalmente. -¿que haces aquí? -preguntó cruzando los brazos con su típica mirada hastiada. 

-hola Vidia. -musitó Tinker Bell entre dientes. No iba a permitir que ese comportamiento de siempre le estropeara el plan, tenía que hacerlo, no debía caer en sus provocaciones. -¿puedo pasar? -dijo con voz seria. Vidia empezó a preocuparse sin embargo no quiso demostrarlo. 

-de acuerdo, mas vale que sea rápido. -dijo seriamente la pelivioleta dejando la puerta caminando hacia dentro de su casa con sus manos en su cintura. Tinker Bell entró y ambas se sentaron en la mesita donde estaba el pastel de limón. En la mente de Vidia bombardeaban muchas preguntas, ¿estaba lista para escuchar lo que creía escuchar?, ¿aceptar que Tinker Bell ya estaba con Terence?, ¿a verlos juntos todos los días? no esperaba que debía aceptar esas cosas tan pronto, había decidido todavía deprimirse por ello un rato más tomándose un tiempo y después recuperarse o intentarlo.

-oh, ¿estabas comiendo pastel de limón? -preguntó la hada rubia mirando el pastel. Quería mejorar el ambiente ya que se sentía muy tenso. En su cabeza rondaba un montón de escenarios, las peores y las mejores, lo peor que le podría pasar es que la rechazara pero presentía que el dolor iba ser muy fuerte, además empezó a reparar que no se sentiría bien en ver a Vidia cada vez que se encontraban mientras hacían sus labores para cada estación. La chica miraría con dolor y recordaría constantemente que fue despreciada. Lo mejor que le podría pasar es ser correspondida, ser amada por la chica que anhelaba, estar juntas y pasar los momentos juntas. 

-si. -respondió secamente. -ahora, ¿que pasó con tu noviecito? ¿todo salió bien? -cuestionó la hada de tormenta en tono de burla, sin embargo al hacerlo sintió mucho dolor-¿viniste a que te consolara? -alzó su ceja sonriendo con sorna. - ¿te rechazó verdad?, oh no, pobrecita de ti. 

-no es eso, salió todo bien, -dijo tranquilamente Tinker Bell y el dolor de la pelivioleta crecio mas y de manera punzante en su interior, se le estaba formando un nudo en su garganta. -él es un buen chico, de hecho hasta más dulce que tú, la verdad.  

-¿eh?, -dijo la pelivioleta confundida perdiendo poco a poco la entereza . -¿a qué viene eso?-intentó disimular su voz apunto de quebrar, sabía que en cualquier momento iba a romperse completamente, aquellas palabras le perforaron el corazón amargo que tenía no obstante tenía razón, era la verdad. 

-antes que nada Vidia, quería decirte que muchas gracias por todo. De verdad, agradezco que me hayas ido a rescatar cuando fuiste con los demás a la casa de Lizzy, también agradezco que arriesgarás tu vida para salvarme de aquellas arañas negras. ¿Se llamaban Latra y Dectus no? bueno, no importa, solo quería darte las gracias por todo Vidia. -dijo Tinker Bell. La pelivioleta no sabía qué decir así que estaba reinando un silencio en el ciruelo amargo. -¿sabes? cuando te vi muriendo, realmente me sentí fatal Vidia, sentí que me moría junto a ti, perderte de esa manera me espantó y todavía me espanta así que agradezco que todavía estés aquí, en estos días, he empezado a sentir un sinfín de cosas que no le hallaba explicación ya que desconocía, pero gracias a Lizzy lo sé, ya lo sé. Así que me da gusto que estemos aquí para poder decirte lo que voy a decir. 

Vidia había escuchado con detenimiento, su sonrisa burlona se había eliminado ahora tenía una expresión llena de confusión, incredulidad y temor. Tinker Bell inhaló y exhaló. 

-Vidia, te quiero. 



Pensamientos irracionales (Tinber Bell x Vidia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora