Pensamientos irracionales (Tinber Bell x Vidia)

Capitulo 5

Vidia no sabía qué hacer, después de tener un día bastante complicado y que al parecer no iba a terminar pronto, se encontraba alrededor de pequeños ratones. Le dolía el cuerpo. Tenía que buscar la manera de liberarse, sin embargo no encontraba una salida más que la ventana que había roto. No podía adentrarse más ya que estaba en un territorio que no le correspondía. Podía salirse de ahí volando rápidamente pero estaba Mom Ratata que le triplicaba la altura, no confiaba que podía saltar lo más alto y salir volando ya que su adversaria podía agarrarle la pierna. 

-¡vamos mis pequeños bebes, ataquen! -ordenó la grande rata señalando en dirección de Vidia. 

Los pequeños roedores se acercaron abruptamente sin embargo algo los detuvo, Mom Ratata no comprendió porque sus pequeños no la atacaban y la pelivioleta estaba igual. 

-¿que pasa? ¡Atáquenla! -espetó nuevamente Mom Ratata. 

Los roedores no se movían, de hecho, empezaron a alejarse temerosos. Vidia no sabía que pasaba, decidió dar un paso para ver qué ocurría y los roedores se alejaron más. De repente, la hada de la tormenta percibió un olor familiar, debajo de sus prendas estaba una hoja de hierbabuena, la que le recordaba a Tinker Bell, la sacó al aire y los roedores reaccionaron más temerosos.  La pelivioleta se dio cuenta así que empezó a usar la hoja como si se tratase de una espada blandiendo hacia los pequeños ratones. Mom Ratata empezó a percibir el olor y se echó para atrás también. 

-¡ugh! Tienes esa cosa desagradable. -exclamó asqueada la grande rata, mientras se tapaba la nariz con su cola. -eres....¡eres desagradable!

Vidia siguió caminando más segura, la hierbabuena repelaba a los ratones y decidió acercarse a Mom Ratata con la hoja en su mano, esta última echó a correr con sus crías de un lado a otro siendo perseguida por la hada. Cuando Vidia estaba apunto de acercarse a la salida, un pequeño roedor que tenía una extraña deformación en su cara se acercó a ella y le propinó una mordida en su pie, provocando que Vidia soltara un grito de dolor y volará por los aires rápidamente saliendo disparada hacia la ventana rota. Tinker Bell escondió su cabeza notando que Vidia sale con una velocidad nuevamente impresionante. 

-Voy Vidia, espero estés bien. -rogó preocupada Tinker Bell y fue tras ella dejando aquel lugar.

-muy bien mi pequeño campeón, fuiste el único que intentó algo pese a su desagradable arma -alabó Mom Ratata cargando al pequeño ratón que mordió a la hada. -aunque mi esposo nos haya abandonado yo siempre confié que tú eres capaz de hacer muchas cosas que otros no. -lo abrazó con ternura y después miró a sus demás hijos. -bueno pequeños, esperemos que pronto tengamos para comer. Vayamonos a escondernos para nuestra próxima comidilla. 

*****

Vidia llegó con esfuerzos a un árbol que estaba alejada de las casas situándose en un prado ya que había estado volando nuevamente por un buen rato, antes de caer ya que perdía fuerzas pudo agarrarse de una rama y se sentó en ella. Se recargó en el enorme tronco y rápidamente decidió checar su pie, estaba herida, le sangraba y le ardía, rompió la parte de abajo de su pantalón para hacer un torniquete para detener el sangrado. Nunca había visto un ratón con aquella estructura, le parecía faltar su nariz y una parte de su cabeza. Cuando vio que aquella cosa le mordió el susto junto con el dolor provocó que usara sus ultimas fuerzas para librarse de ahí. 

-¡Que horror! ¡este día ha sido un infierno!, -gritó desesperada Vidia. -si que en tierra firme, hay tantos animales peligrosos que se vuelven agresivos. Estos ratones no se comparan con el ratón de Tinker Bell.  

La pelivioleta no sabía qué hacer, había atardecido pero al menos agradeció que no hubiera llovido, sino no hubiera podido escaparse. 

-creo que a este paso voy a empezar a odiar a Tinker Bell, también a la Reina Clarion y quizás a la Hada Mary también. -dijo molesta. -debería reflexionar pero esto es demasiado para mí. A este paso dudo sobrevivir y regresar antes de morir al bosque de nunca jamas. 

Vidia estaba muy molesta. En una mano sentía que se aferraba a algo, volteó a ver qué era lo que tenía. Era la misma hoja de hierbabuena, empezó a mirarla con detenimiento e hizo una sonrisa llena de tristeza. 

-que ironía. Odiar a Tinker Bell y no he podido soltar esta hoja ya que me recuerda a ella, aún así......todo esto no habría pasado si no me hubiera acercado preocupada por ella desde un inicio cuando estábamos cerca de Elizabeth y su padre. Sin embargo, desde que ella llegó a nuestro mundo, he tenido como la necesidad de molestarla. Cuando la atraparon por mi culpa, a veces pienso que debí haberla dejado y fingir que no era parte de ello. -alzó la mirada hacia el cielo. -¡no!, ¡no puedo ser así, tampoco soy tan terrible! -gritó haciendo ademanes con sus manos aun sosteniendo la hoja. Volvió a mirarla y decidió guardarla, tenía que descansar. 

Desde lo lejos Tinkerbell con sus binoculares, observaba el comportamiento de Vidia. No comprendía porque mantenía todavía esa hoja en sus manos, a la vez también pensaba que estaba invadiendo su espacio mirando comportamientos que no había conocido, expresiones que no había mostrado a nadie. Pensó que quizás no le gusta mostrarse vulnerable con las demás hadas.  Decidió dar por terminado su informe y se fue de ahí. Rogaba que Vidia no se moviera de ahí y se quedará por el resto del día. Ha pasado por un día terrible, en su situación quizas ella no podría salir desde lo del halcón, no tiene poderes sobre la naturaleza como la pelivioleta. 

Para llegar a Pixie Hollow, tuvo que recorrer un buen tramo, ya que debido a las circunstancias tuvieron que alejarse demasiado. Llegó a donde estaba la Reina Clarion quien estaba con los demás concejales de las estaciones. 

-oh, bienvenida de nuevo Tinkerbell. -saludó la reina. -¿cómo estuvo su primer día como informante de Vidia? -preguntó mientras hacia un ademán a los demás para que las dejaran solas. 

-pues....-se quedó pensativa la hada artesana. -creo que casi le cuesta la vida.