Capitulo 14

228 22 3
                                    

Tinker Bell miraba fijamente a Vidia, notó una expresión de completa sorpresa en su rostro esperando una respuesta. 

-no, -mascullo Vidia, -¡no! -gritó de repente con la voz aguda parándose de la mesa de sopetón para luego salir del ciruelo amargo dejando sola a la hada rubia quien pudo notar que de sus ojos salían lagrimas. 

-oh no....-susurró cubriéndose la cara mientras unas lagrimas salían de sus ojos, se sintió rechazada. -que tonta fui -dijo sintiéndose culpable. Nunca había visto llorar a Vidia, esa imagen perforó su mente y estrujó su corazón, no esperaba una reacción de ella así, pensaba que la iba rechazar con asco, se iba a burlar o que simplemente dijera que no, pero que llorara y se fuera como lo hizo, no, no se lo esperaba. Tinker Bell se sentía desolada, no sabía qué hacer, su corazón se estaba rompiendo en pedazos provocando que cayera en un llanto desgarrador. 

*****

Vidia volaba desesperadamente con el rostro cubierto por sus manos, sus lagrimas aireaban debido a la velocidad en la que iba volando, no quería que nadie la viera, quería esconderse en un lugar y llorar todo lo que podía. No quería mostrarse patética en frente de la hada artesana, porque lo último que dijo la hizo sentirse ilusionada peligrosamente, ella deseó que lo dijera de la manera romántica, sin embargo entendió que lo decía de manera amistosa, no podía soportarlo, ya que le fue bien con Terence, ahora ellos son pareja, quizás Tinker Bell la consideraba una amiga para poder contarle que fue aceptada por el chico del polvo mágico.

Siguió volando hasta chocar con Silvermist que estaba ahí junto con las demás, cayendo ambas al suelo, las otras se acercaron a ellas preocupadas. 

-¿están bien? -preguntó Fawn tendiéndole la mano a Vidia 

-¿estas bien Sil? -preguntó Rosetta haciendo lo mismo pero con la hada de agua. 

-s...si. -respondió reincorporándose Silvermist sacudiendo suavemente su vestido. 

Vidia aceptó la mano de Fawn con la mirada gacha intentando ocultar el estado en el que se encontraba. A pesar de haber regresado a su hogar, no sentía que el día haya mejorado, pensó, se había encontrado con las amigas de Tinker Bell, todavía dudaba si ellas eran también sus amigas. 

Todas notaron que Vidia no se encontraba nada bien ya que sus hombros temblaban, no emitía un sonido más que un llanto reprimido. Se miraron entre ellas y la abrazaron nuevamente. 

-todo saldrá bien, -dijo Silvermist. 

-tranquila Vidia, todo mejorará. -dijo Rosetta. 

-saca todo lo que quieras. -agregó Iridessa. 

Al escuchar esas palabras, Vidia correspondió el abrazó y lloró sin reprimirse, se dio cuenta que ya tiene personas con quien contar, se sintió aceptada y comprendida. 

*****

-así que..te gusta Tinker Bell o mas bien, estas enamorada de ella -resumió Rosseta. Estaban sentadas sobre unas piedras, alejadas hacia una zona solitaria para que pudiesen hablar tranquilas. La hada de vestido rosa estaba sentada a un lado de Vidia, siguiendo después Fawn, en el otro lado estaba Silvermist y después Iridessa. 

-y entonces...dices que esta con Terence, que llegó a tu casa a decírtelo en tu cara. -recapituló Iridessa. Vidia asintió todavía dolida, sin embargo ya se sentía mejor, no esperaba que expresar lo que sentía lo hacia sentir más tranquila. 

-Vidia, no creo que haya ido a hacer eso, -comentó Silvermist y apretó los labios. -creo que te quería decir otra cosa. -agregó. 

-¿por qué lo dices Sil? - preguntó Fawn. -¿crees que tenía otra intención?- Silvermist volvió a apretar los labios, dudaba si decirlo o no.

-pues, he notado que Tink ha estado mirando de una manera especial a Vidia, no es una mirada normal, sino que sus ojos brillan. -dijo finalmente dirigiéndose a todas. -hace rato, en la reunión con la Reina Clarion, Tinker Bell te miraba y sonreía tiernamente, como si sintiera algo, pero creo que lo hacía inconscientemente. O eso pienso yo.

-¿eso crees? -preguntó Vidia temerosa pero a la vez esperanzada. -¿estas segura de eso? 

-ahora que lo dices, cuando le dijimos que fuiste tú quién comandó el rescate hacia la casa de la niña, Tinker Bell actuó extraño, digamos que se puso demasiado feliz. Primero se sorprendió pero luego se alegró mucho. -dijo Fawn pensativa. 

-es verdad, -afirmó Rosetta. -hasta su puso colorada. 

-además, se ofreció como informante para vigilarte mientras estabas en tierra firme. -dijo Iridessa y las chicas asintieron. -eso es arriesgarse y mas siendo una hada artesana.

Vidia pensó que todas tenía razón, era verdad, Tinker Bell se había arriesgado para ser su informante, además también la salvó antes de ser encerrada en un frasco, por fin había entendido todo. Se puso de pie, miró a  sus amigas y sorbió por la nariz por ultima vez. 

-muchas gracias por todo, creo que ya sé que tengo que hacer. -agradeció la hada de la tormenta mirando ahora sus amigas.

Las otras hadas la miraron gustosas de que ya estuviera mejor. 

-para eso estamos, -dijo Silvermist y las demás asintieron. -así que ve, qué nosotras las apoyamos a ambas. -agregó y nuevamente las otras hadas echaron porras. Vidia sonrió y emprendió vuelo buscando a Tinker Bell. 

*****

La hada artesana se encontraba en su morada, había llegado con una expresión de desdicha, se tiró sin reparo a su cama y volvió a sollozar.

-Que asco es ser rechazada, es muy doloroso- pensó. No quiso quedarse más tiempo enla casa de la pelivioleta porque no quería incomodar a Vidia por so regresaba. Ya estaba atardeciendo, tenía que dormir para prepararse en reanudar su vida habitual: construir creaciones, sin embargo no tenía ganas, quería quedarse  sola todo el día encerrada sin embargo sí lo hacía preocuparía a los demás. No quiso ir con Terence porque no estaba lista para contar lo ocurrido. 

Unos toques de puerta la sacaron de trance, no quiso levantarse ya que no quería recibir a nadie, pensó que si se quedaba quieta, el visitante se iría rindiéndose. Volvió a escuchar unos toques pero esta vez más insistentes pero Tinker Bell seguía acostada. 

-¿Tinker Bell? -preguntó aquella voz provocando que la nombrada se levantará de su cama rápidamente. -¿estas ahí? 

Era Vidia, era ella la que estaba al otro lado de la puerta, ¿qué quería?, pensaba que había sido rechazada, ¿a qué vendría?, la hada artesana quería abrirle la puerta, pero no quería lidiar con lo que podría pasar, ya había sentido mucho dolor así que se mantuvo en pie, estática. 

-bueno, asumiré que estás ahí ya que te busqué por todos lados. -dijo Vidia. -espero que me estés escuchando. -pudo escucharse como suspiraba. -perdón por irme así, no era realmente mi intención... simplemente entré en una crisis y asumí muy mal las cosas. 

Tinker Bell la escucha con atención, no emitía ningún sonido, inmóvil, solo miraba la puerta. 

-la verdad, me dolía demasiado pensar que estabas con Terence. -se sinceró Vidia. -la razón es simple, estoy enamorada de ti. 









Pensamientos irracionales (Tinber Bell x Vidia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora