Quinto encuentro

20 4 1
                                        

POV Antonio

—¡Te gané!

El rostro enfadado de Angélica me provocó un ataque de risa incontrolado. Dios, cuánto disfruto de romper su aparente paz, su estado de superioridad y, para qué negarlo, lo adorable que se ve cuando se enoja.

 Dios, cuánto disfruto de romper su aparente paz, su estado de superioridad y, para qué negarlo, lo adorable que se ve cuando se enoja

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡No te rías! Tú... ¡Hiciste trampa! —gritó con los puños cerrados apuntando con el dedo, con todo el dramatismo que podía transmitir. Lo peor de todo es que solo me daban ganas de seguir riendo.

—No soportas que no puedas ganarme —le rebatí tocándole la frente con la punta del dedo.

La morena se limpió el toque cómo si la hubiese manchado. Otra carcajada brotó de mi boca con ese gesto ¿Acaso sabe que solo logra hacerme feliz con esos gestos?

Ella se mantuvo en silencio, se notaba que por dentro bullía de rabia. Molestarla se ha convertido en uno de mis vicios particulares, jamás encontré una chica con esa facilidad para explotar, para demostrar en un solo gesto tanta ira adorable.

Entonces sucedió. Un intenso color granate se tiñó en sus mejillas siempre claras. Quedé de una pieza al ver ese tono tan vivido inundar su rostro.

—¡Idiota!— me sacó la lengua, dándose vuelta con los brazos cruzados.

Yo nunca antes vi un rubor tan... tan atrayente como ese.

ViciosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora