Cap. 8

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Al despertar noté que no podía moverme.

Giré mi cuerpo con cuidado encontrándome con João dormido.

Empecé a acariciar su pelo peinandolo un poco.

Al notar que se empieza a mover dejé de hacerle caricias y miré para otro lado disimulando.

-Porque paras- Preguntó el con una voz ronca de dormido.

-Lo siento no quería despertarte- Dije intentando disimular.

-Si me despiertas así todos los días alomejor mi humor cambiaría-

-Bueno tampoco te emociones- Dije haciendo que el soltara una risa.

Estuvimos un rato hablando hasta que entró la enfermera.

-Victoria, ahora te vamos a hacer la última inspección y podrás irte a casa-

-Vale, muchas gracias- Dije asintiendo.

-Tu novio tendrá que salir un momento-

Yo giré mi cabeza hacia João y solté una leve risa.

El se levantó y salió por la puerta.

Al instante llegó un doctor a hacerme las últimas pruebas.

-Bueno esto es todo- Dijo recogiendo sus cosas. -Cuando quieras puedes irte-

-Vale, gracias-

Estuvo un rato recogiendo y antes de salir habló.

-Puedo hacerle una pregunta-

-Si claro, y no me hable de usted porfavor- Ambos reímos bajo.

-¿Como te has hecho eso?- Preguntó señalando mi labio roto.

-Me llevé un golpe sin querer-

-Ostia, pues si que debe estar fuerte la persona que te lo dio- Rió bajito.

Yo asentí riendo y él salió de la sala.

João entró y me dijo que me había ido a buscar ropa para cambiarme.

Al entrar en el baño me miré al espejo y toque mi labio.

Ya no estaba tan hinchado como anoche y estaba menos rojo.

Me cambié y salí del baño con un tejano blanco y una camiseta del Barça que no recordaba tener en mi armario.

-¿Enserio me has traído una de tus camisetas?- Reí hablando con João.

-Sabía que te quedaría genial-

Le pegue flojo en le brazo negando con la cabeza.

-¿Eres un poco egocéntrico no?- Pregunté irónica.

-Porque dices eso-

-Me has traído tu camiseta sin que te la pida guapo-

-Bueno, quizás no sea por egocentrismo sino por que quería verte con ella puesta- João me guiño un ojo y subió a su coche.

Yo subí de copiloto dejando una mochila con mis cosas en los asientos de atrás.

Arrancó el coche y a los 10 minutos llegamos a mi piso.

-Bueno vamos hablando- Dijo el portugués frenando.

Asentí y me despedí de él con la mano entrando en mi portal.

-Victoria- Escuche a Maria gritar.

-¿Como estas? Estábamos preocupadas- Dijo Sara con cara de susto.

-Estoy bien chicas, João me ha ayudado con todo-

-¿João? ¿Quién es João?- Preguntó la rubia extrañada.

Odio no dejar de pensarte ~ João FélixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora