Cap. 24

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Al despertar João no estaba a mi lado así que supuse que se había ido a entrenar. Al girar mi cabeza hacia la mesita de noche pude ver una bandeja con tortitas y un café. Levanté la bandeja y al ponerla sobre mis piernas vi una nota.

"Buenos días guapa, me he ido pronto porque tenia entreno. Pero, como puedes ver, te he preparado el desayuno. Disfrútalo, te quiero.
~João"

Unas lagrimas recorrieron mis mejillas y no se muy bien porque salieron pero lo hicieron. Creo que el hecho de que me haya dedicado la mínima parte de su tiempo me ha hecho abrir los ojos y darme cuenta que como me trata el nadie lo hará. Es la primera pareja, si se puede llamar asi, que me hace este tipo de detalles y aun que parezca una chorrada es algo que de verdad demuestra el interés que tiene.

Cogí mi teléfono para darle las gracias por el desayuno. Tras enviar el mensaje y comerme el desayuno fui directa a la ducha para poder despertarme del todo.

El piso estaba vacío, obvio ya que hoy había clase pero yo preferí quedarme descansando y ya mañana cogería el ritmo. Como ya había desayunado me senté en el sofá y me puse a ver una película romántica, con una trama que jamás me pasaría. Mis ojos se cerraron inconscientemente y me quedé dormida en el sofá hasta que sonó le timbre de mi casa despertándome. Me levanté del sofá y con los pelos mas despeinados que nunca abrí la puerta. Tras ella se encontraba un chico, parecía italiano por sus rasgos. La vergüenza al recordar mis pintas me tinto las mejillas de rojo.

-Hola, ¿esta Sara?- Preguntó el chico.

-Perdona, ¿Quién eres?- Fue lo primero que me salió y creo que no sonó muy amable de mi parte ya que puso una cara rara. -Perdón no quería ser borde pero, ¿Quién eres?- Reí suave.

-Soy Alessandro, encantado- Me dio la mano y yo la estreché. Definitivamente si era italiano, no solo por el nombre si no también por la forma de hablar. El acento italiano es superior.

-Sara no esta, pero puedes esperar dentro- Le ofrecí amable.

-Si, gracias- 

Me eché a un lado para que pudiera pasar, cuando lo hizo pude absorber todo su perfume notoriamente caro. El se sentó en el sofá y miro fijamente la tele, mierda la película, pensé.

-¿Call me by your name? Buena elección- Me sonrió dejando de mirar la pantalla para mirarme a mi escaneando mi cuerpo. Si, seguía en mi pijama, básicamente en ropa interior casi.

-Si, hee.. hee. Me voy a cambiar- Dije tropezándome al hablar y salí corriendo hacia mi habitación. 

Me cambié en cuestión de segundos, me puse un pantalón que tenia de João y un top negro básico. Al volver al comedor Alessandro estaba mirando su móvil así que me senté a su lado.

-Ya estoy- Reí jugando con mis manos nerviosa. El asintió y para no quedar en un incomodo silencio hablé. -¿Quieres que acabemos la película juntos?- Señalé la gran pantalla.

-Claro- 

La película ya estaba por terminar cuando volvieron a llamar al timbre, ¿ahora quien coño es?, me pregunté a mi misma.

Estaba apoyada en el hombro de Alessandro y cuando fui a moverme para ir a abrir el habló. -Ya voy yo si quieres- Me miró con una perfecta sonrisa.

-Si, claro- Asentí agradecida.

Alessandro camino hasta la puerta y tenia que confesar que hasta de espaldas era guapo. El degradado le favorecía mil, era el primer rubio que llamaba mi atención. Era alto, muy guapo, tenía la sonrisa mas perfecta que había visto nunca y ese acento, mi puta debilidad. 

Odio no dejar de pensarte ~ João FélixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora