João y Victoria se conocen desde pequeños, pero nunca se han llevado bien.
Sus padres siempre han intentado juntarles pero ninguno quiso.
Al João irse de Portugal ella se dio cuenta que no era feliz sin el.
Pero ya no había nada que hacer se había i...
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-Ya en nada es tu cumpleaños- Dije entrando feliz a la habitación de João que estaba por ponerse la camiseta.
-Es verdad, ni me acordaba- Rió el portugués.
-Vaya memoria tenemos- Acaricié su pecho desnudo.
-Prefiero recordar otras cosas- Me miró firmemente a los ojos.
-¿A sí? Como que-
-No se, tus gemidos por ejemplo- Me sonrió.
-Paso- Dije riendo. -Pensaba que dirías algo más bonito-
-Algo más bonito que tu no hay-
-Si, si tu arréglalo ahora- Entre cerré los ojos negando.
João rió agarrando mi cintura y dejando un beso sobre mis labios. -Pido perdón-
-Tranquilo, es raro que diga esto pero me gusta tu lado salido- Sonreí a centímetros de su boca.
-Eso es porque eres igual de salida- Me acercó más a el.
-No tanto- Me dí la vuelta para deshacerme de su agarre. -Te espero abajo, cuando acabes de vestirte me llevas a casa porfa-
El asintió y después salí de su habitación para bajar y sentarme en el sofá con el móvil.
-Mira que guapo sales en esta foto que ha subido el Barça- Dije enseñándole la pantalla de mi móvil.
-Meh, sin más- Se encogió de hombros.
-Bueno siempre sales guapo, pero aquí más- Le sonreí.
Me levanté del sofá para ambos ir hacia la puerta y subir a su coche.
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A la mañana siguiente me desperté con un dolor de cabeza inmenso así que no fui a clase.
Como no sabía que hacer llamé a João que era el único que estaba disponible.
El cual al instante cogió el teléfono.
*Llamada con João*
-Hola, ¿ha pasado algo en clase?- Preguntó.
-No, de hecho no he ido-
-¿Como? ¿Porque?- Se sorprendió ya que nunca falto.
-Me duele la cabeza-
-Ya llego-
-No te he pedido que vengas-
-Ya estoy abajo abre-
Y al instante sonó el timbre
Colgué la llamada, me levanté de la cama y fui a abrir.
-Hola- Me saludó el.
-¿Como has llegado tan rápido?- Pregunté sorprendida.
-Un mago nunca revela sus trucos- Me guiñó un ojo.
Reí y después me quite de la puerta para dejarle pasar.
-¿Con esto duermes?-
Llevaba una camiseta que me llegaba casi por las rodillas y debajo un tanga.
-Si ¿porque?-
-No se, imagínate que se cuela un ladrón y te ve así-
-Seguro que si- Solté una carcajada.
-Todo puede pasar-
Yo negué riendo para después cerrar la puerta y caminar hacia la cocina.
Cogí una pastilla de un armario y un vaso que llené de agua.
-¿Porque te duele la cabeza?- Preguntó João entrando en la cocina.
-Ni idea, a lo mejor he pasado frio esta noche- Me encogí de hombros.
-Eso es porque no has dormido conmigo- Me guiñó el ojo.
Llevábamos un rato tumbados el sofá viendo una película cuando apareció una escena subida de tono.
João cogió un cojin y se lo puso encima tapándose.
-¿Enserio?- Reí.
-Shh calla que a ti te pasaría si fueses chico- Se Justificó el. -Y seguro que hay algo que te palpita y no es el corazón- Me miró sonriendo.
Negué con la cabeza. -Para nada-
Su mano se apoyo en mi muslo y fue subiendo hasta mí entrepierna.
-João la película- Dije para después soltar un jadeo a causa del roce de sus dedos con la fina tela de mis braguitas.
-Shh- Me mandó callar para después empezar a estimular mi clitoris.
Dos de sus dedos entraron en mi de golpe, haciéndome soltar un gemido que calló besandome. Sus dedos se movían a una gran velocidad, hasta que los saco para arrodillarse ante mi y sumergir su cabeza en mi interior.
-Ah si, así- Gemí apoyando mi mano en su cabeza para tirar de su pelo.
El seguía concentrado allí abajo hasta que finalmente me terminé corriendo en su boca haciéndole tragar todo mi fluido.
-Sabes tan bien cariño- Dijo levantando su cabeza de entre mis piernas para dejar un beso en mis labios.
-Me toca- Dije para hacerle sentarse y posicionarme esta vez yo entre sus piernas.
Quité su cinturón y después baje el pantalón de golpe. Tras la fina tela se podía apreciar su ereccion que me hizo volver a mojarme.
Mis ojos le miraron a la vez que iba bajando sus calzoncillos. Con tan solo su mirada se podía notar las ganas que tenía de que lo introducirse en mi boca.
-Vamos preciosa hazlo- Me pidió casi rogando.
De un ágil movimiento lo introducí en mi boca lamiendo cada zona de su miembro. Sus gemidos me incitaban a seguir con mis movimientos. Una de sus manos estaba apoyada en mi cabeza recogiendo mi pelo en una coleta y la otra en el cabezal del sofá.
-Oh lo haces genial- Gimio haciéndome sonreír.
Su mano me hacía profundizar la laminado, casi parecía que estaba embisistiendo mi boca. Finalmente se terminó corriendo en mi boca tragandome completamente su líquido tambien.
-Eres perfecta- Me dijo con la cabeza echada hacia atrás.
-Tu si que lo eres- Dije para volver a sentarme en el sofá y dejar un suave beso en su boca.
-Me ha encantado- Me sonrió. -Deberíamos repetirlo-
-Era mi primera vez haciendo esto, ni tan mal ¿no?- Le miré a los ojos.
