𝐬𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐬 || (Tom Kaulitz)

11. ᴛᴇ Qᴜɪᴇʀᴏ

— ¿Te apetece beber un té?— escuché por parte de Tom por un susurro.

Levante mi cabeza levemente y negué.

— Leah... no has comida nada ayer y  al menos hoy quiero que hagas el esfuerzo de comer algo...— dijo mientras entraba a la habitación donde me hospedaba.

Después de saber la verdad realmente me quedé encarcelada en mis propios pensamientos, ¿como es posible?

Eso rondaba en mi cabeza.

Una pareja que al parecer a los ojos de los demás se amaban en realidad era todo contrario para ellos dos...

— Tom realmente no tengo ganas de comer.

— Estoy aquí para ayudarte, no quiero que te tortures más pensando en todo aquello.— dijo sentándose en el borde de la cama.

— No quiero tu ayuda, puedo sola, todo este tiempo pude sola.— hablé seca

— Pero ahora no estás sola.

— ¿¡TOM NO VES QUE QUIERO QUE TE LARGUES?!— grité incorporándome bien para sentarme en la cama.

Tom me miró para luego levantarse de la cama cabizbajo, sin decir nada más.

— Tom... espera...

— No, tranquila entiendo que quieres estar sola, soy un pesado.— habló

— No quería decir eso, nunca... nunca he tenido a alguien que se preocupase tanto como tú lo haces...— susurré mientras me levantaba y llegaba hacia el.

Tom me miró y se acercó más a mi para luego acariciarme la mejilla suavemente.

— Siempre me preocuparé por ti, realmente eres muy importante para mi.— dijo mirándome fijamente a los ojos.

— T-tu también eres importante para mi...

Mis mejillas comenzaron a ruborizarse al sentirle más cerca de mi, podía notar su respiración, su nariz chocaba con la mía y observe sus ojos marrones para luego sentir como sus labios chocaron con los míos.

Una mano estaba en mi cintura mientras apretaba suavemente mi cadera y la otra mano en mi mejilla haciéndome atraer más a él.

Se formó el beso que sin querer había esperado todo este tiempo y creo que el también...

Mis ojos se abrieron poco a poco y vi a Tom sonrojado mientras se alejaba de mi y pude verle algo tímido.

— Leah... no quiero que malinterpretes esto..— dijo

Me quedé confundida.

— ¿Que quieres decir?— pregunté confundida

— Perdón, creo que me explique fatal— dijo mientras se daba un leve golpe en la cabeza— Lo que quería decir... es que eres una chica con un carisma algo peculiar, pero aún así no se como te he agarrado tanto cariño en tan poco tiempo, me pareces una chica inteligente, con carácter, amable y a veces algo competidora, eres Dulce, eres hermosa, bellísima, con todo esto lo que quiero decir es que... Leah... me gustas.— dicho esto se quedó quieto mirándome con una cara de asustado.

Me quedé quieta sin hacer ningún gesto sin mover nada, ¿había escuchado bien?

Le gusto.

— ¿Leah?— preguntó — mierda sabía que era muy temprano para decirlo— murmuró maldiciendo

— Tom... y-yo t-también siento lo mismo, ¿pero por que yo?— pregunté confundida

Tom era una Chico guapo, con un buen físico, un hombre comprometido a su trabajo por lo que había visto, es decir, podía tener a una chica mejor que yo.