— ¿Leah?
Mia ojos captaron ese rostro conocido, fruncí el ceño haciendo memoria de donde lo había visto.
— Soy kyo, el chico del supermercado.— mencionó el mientras extendía su mano para formar un saludo.
— Ay, es verdad, perdona— comenté mientras sonreía avergonzada
¿Qué hacía el aquí?
Este era un lugar algo alejado de la ciudad y realmente me extrañaba que él esté por aquí.
— Me pasaba por aquí ya que vivo cerca de aquí.— comentó el, ¿acaso ha leído mis pensamientos?
— Entiendo— dije sonriéndole
— ¿ y tú?— preguntó
Tuve que pensar una respuesta rápido y que no suene sospechosa, ya que obviamente no le diría " he disparado con una pistola latas de Coca-Cola por si me tengo que defender ya que mi padre es un mafioso"
— Paseaba por aquí con unos amigos y entre aquí a comprar agua— dije intentando sonar lo más convincente
— Eres muy rara— dijo riéndose de mi
Fruncí el ceño intentando entender por qué me dijo eso.
— Siempre te encuentro por supermercados— dijo mientras sonreía — Te gustaría...
— Leah— escuché una voz detrás mío, me gire y vi a Tom cruzado de brazos
Vaya.
Aquí vamos.
— ¿Tu amigo?— preguntó Kyo
Asentí mientras daba un pequeño suspiro
Amigo que alguna vez fue algo.
Vi como Tom se acercaba a nosotros para luego mirarme a mi.
— ¿Estás bien?— preguntó serio para luego mirar a Kyo — Tu cara me suena, ¿nos hemos visto antes?— habló el mirándolo fijamente
— Soy Kyo, y no creo, tal vez te estás confundiendo.— aclaró sonriéndole
— ¿Te está molestando?— volvió a preguntarme a mi mientras me miraba de arriba abajo.
— Tom, estoy bien , no sé para que vienes.— comenté mientras cogía la botella de agua
— Estabas tardando— susurró
Le miré y le sonreí.
La típica sonrisa de un " estoy bien"
Se había preocupado por mi.
El notó su comportamiento y se puso firme.
— Bien, ve a pagar rápido eso y nos vamos— dijo el
— Está bien— hice una breve pausa y volví a mirar a Kyo — Perdona pero me tengo que ir ya, encantada de verte otra vez.— dije
— Espera— dijo el agarrando mi brazo— ¿me pasarías tu número? Realmente me gustaría quedar un día.
Sorprendida por ese comentario me quedé un momento quieta, no sabía cómo reaccionar.
Y ni sabía que decir.
Tom miró de mala manera a Kyo
— Perdona, lo siento por incomodarte— habló el algo desanimado
Rápidamente y sin pensar hablé.
— Apunta, mi número es...
Y así es como le di mi número a Kyo, sentí la mirada pesada de Tom, podía confirmar que Tom estaba enfadado.
Pero, nosotros no podíamos a estar juntos, se intentó una vez no creo que se pueda volver a intentarlo.
Me despedí de Kyo y fui a pagar la botella de agua.
Cuando salí a fuera de la tienda, antes de entrar al coche obtuve un comentario de Tom.
— Que fácil eres.— soltó
— ¿Fácil?— pregunté parándome de caminar
— ¿No te has dado cuenta acaso?
— ¿De que el tío quiere algo conmigo?— dije mirándole
— Vaya, tan tonta no eres eh
— Tom déjame de tomarme como estupida, por favor.
— Leah, no puedes quedar con él.— decidió el mirándome a los ojos, su mirada era oscura y su sonrisa desapareció a una seria
— ¿Por qué no?
— ESTÁS EN PELIGRO, TU PADRE A SABER QUÉ QUIERE HACER CONTIGO, NOSOTROS ESTAMOS HACIENDO EL ESFUERZO DE PROTEGERTE— gritó.— ¿No te das cuenta? No eres una chica libre, que puede hacer que le de la gana, a tu hermana la hemos mandado lejos para que no esté cerca de aquí.
— Así que, ¿soy una carga no?— pregunté mirándole
— Leah, no lo eres, pero tienes que tener mucho cuidado. Me preocupo y quiero que estés bien.— hizo una breve pausa — No me imaginaría perderte por una estupidez, quiero cuidarte , protegerte, encárgame yo de lo sucio y verte feliz, amanecer contigo a tu lado, escuchar tus risas y tus chistes malos...por favor, mantente al margen, ¿si?
Esas palabras marcaron mucho y entro a lo profundo de mi corazón... sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo.
Mis ojos no dejaban de verlo, podía verle que aquel chico misterioso y aveces malhumorado también tiene su lado cariñoso... al Tom que conocí, con el que estuve.
— Tom...— susurre
Vi como se acercaba a mi poco a poco, nuestra respiración se podía escuchar, rozamos nuestros labios pero el rápidamente se separó de mi.
— Lo siento Leah, lo nuestro nunca podrá funcionar.— Respondió seco para luego marcharse y entrar al coche, dejándome parada y sin poder caminar ya que no me sentía con las posibilidades de dar pasos después de lo que me dijo.
Por qué...
Solo en mi cabeza rondaba el "por qué no"
Entre al coche sin más.
— ¿Todo bien Leah?— preguntó Eli
— Si, tranquila— dije acomodándome
Ella no dijo nada y solo arrancó y puso en marcha el coche.
Tom iba de copiloto, no decía nada.
Llegamos a casa y cada uno se fue a la habitación.
Me encerré en mi habitación y me fui a dar una ducha, me dolía sentir... me dolía tener sentimientos por el, sentir que no podemos estar juntos...
Empecé a llorar como una niña pequeña, las lágrimas empezaban a salir poco a poco combinándose con el agua que caía de la ducha.
Era la primera vez que experimentaba algo así, siempre estuve encerrada en mi casa bajo la supervisión de mi padre.
Nunca tuve gente alrededor mío, solo era mi padre, hermana y yo.
Aunque haya pasado muchos años aún añoraba los días con mi madre.
" Eres fuerte, una niña tan bonita como tú no debe de llorar"
Esa frase solía decírmelo mi madre, mi queridísima madre...
Como un día como hoy extrañaba más a mi madre...
[...]
Holaa:) dejo aquí otro capítulo más, un poco nostálgico, veremos que pasa en el próximo capítulo jsjsjs.
Espero que les haya gustado, nos vemos en el próximo <3
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𝐬𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐬 || (Tom Kaulitz)
Hayran KurguLeah Ryson de 19 años, hija de un padre empresario que se la pasa muchas veces ausente en casa por su complicado horario de trabajo. Leah, una chica seria, conservada y de muy pocos amigos por no decir que solo tiene a su hermana pequeña como amiga...