8- Pasión Interrumpida

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—(t/n)-ya...

Frente a sus ojos grisáceos se encontraba la imagen de la preciosa joven, su mirada perdida en sus pies y parecía que había estado llorando por horas.

—L-Law...

—¿Qué sucedió? ¿Estás bien? — preguntó con angustia. Llevó a su novia al interior de su casa y le guió a su habitación. —(t/n)-ya, dime, por favor...

Apenada, ella se limpió la huella de sus lágrimas y sonrió al pelinegro.

—N-No es nada... No dormí bien, estoy cansada... — se mordió el interior de su mejilla, sintiéndose presionada ante la intensa mirada del ojeroso. Tomó aire. —Law... necesito decirte algo...

—Lo que sea.

Sus palabras le dejaron sin aliento, revolviendo su estómago, le ponía nerviosa hasta el punto de sudar y temblar ligeramente. Evitaba sus penetrantes ojos y trataba de calmar su agitado corazón.

Que irónico.

Todas esas reacciones de su cuerpo eran iguales a lo que sentía y pasaba cuando interactuaba con cierto individuo.

Pero era muy diferente.

Y tan similares.

—Y-Yo... — sus labios temblaban y por más arrepentida que estaba, moría por decir la verdad. Sin embargo, no podía. —Lo siento... por... lo de la última vez.

<< ¿Qué estoy diciendo? >>

—Sí quiero que seamos cercanos, que confiemos del otro... Quiero darte... cariño...

Podía ver la sorpresa en los ojos ceniza de su novio, quien también se sonrojó, le puso nerviosa con ésta reacción.

—(t/n)-ya... — logró decir entre balbuceos. Acarició la mejilla de su chica y besó sus labios. —Está bien, ¿sí?

<< He cavado mi propia tumba... >>

Podía sentir el cálido aliento del varón sobre su cuello. De alguna forma ahora él estaba encima de ella. Y pasaban los segundos, beso tras beso. No sabía cómo, pero Law ahora se encontraba sin camisa.

La joven se limitaba a corresponderle con sus apasionados besos, sintiendo sus piernas temblar cuando su intimidad vestida rozaba el bulto en los pantalones del pelinegro.

Alejaron sus rostros para verse el uno al otro, él sonrojado y ella sin aliento.

—¿M-Me permites hacerte el amor?

Tal vez de esa forma sus sentimientos por Law iban a salir.

<< No lo ... no sé que estoy pensando. Da igual, no tengo nada que perder. >>

Dudosa, (t/n) asintió con su cabeza. Y su novio le dio irrelevancia a las ansias de la fémina y con una sonrisa en su rostro, retiró la camiseta de la contraria.

Dando a revelar sus senos, aún cubiertos por su sostén.

Trató de buscar la mirada de su novio, pensó que eso le calmaría sus nervios. Sin embargo, los ojos llenos de lujuria de él estaban enfocados en sus pechos.

No se podía tranquilizar y entregar de forma apropiada, quiso detenerse, aunque no podía moverse. Apretó sus labios y su mirada de volvió borrosa por culpa de la humedad en sus ojos.

Por suerte, para algunos, alguien entró a la habitación sin aviso previo. Logró sobresaltar a ambos jóvenes, e incluso sonrojar a uno, para ser más específicos, la chica de ojos (c/o) sintió su cara enrojecerse con intensidad. Podía sentir sus orejas calientes.

No sabía si era más vergonzoso haber sido atrapada en el acto o haber sido atrapada en el acto por DonQuixote Doflamingo.

—¡Doflamingo! ¿Qué no tienes manos para tocar? — Law se escuchaba furioso, su ceño estaba fruncido y su rostro rojo por la vergüenza combinada con el enojo. —¿Qué quieres?

—No es mi culpa que seas irresponsable, Law. — replicó el rubio, provocando confusión en el ojigris. —Uno de tus amigos llamó del hospital, dijo que es urgente y te necesitan.

—¿Qué? Se supone que hoy tengo un día libre...

Se puso su camiseta de nuevo y con cara de amargado buscó su móvil.

Mientras (t/n), quién todavía estaba apenada con lo recién sucedido, intercambió miradas con Doflamingo. Él le regaló una sonrisa coqueta y bajó sus gafas para hacerle saber que sus ojos estaban posados en carne fresca.

El depredador, una vez más, deseaba probar un poco de su presa. Jugar con la fruta prohibida y saborear todo de ella.

Ella se sonrojó hasta más no poder, sintiéndose excitada por su mirada.

Sin embargo, había notado algo más en el comportamiento del mayor.

<< ¿Está molesto? >>

Se preguntaba al notar algo extraño en su expresión, tal vez lo estaba pensando de más, pero su sonrisa burlona escondía algo más.

—¿Qué mierda? Me he confundido, hoy no tengo día libre. — murmuró Law, arrastrándose su nuca. —(t/n)-ya, lo siento muchísimo, me tengo que ir.

De forma rápida se tapó con las sábanas cuando su novio se giró hacia ella y besó su mejilla.

—No te preocupes, llámame cuando salgas del hospital.

Law asintió y con pasos rápidos salió del lugar, había dejado a su novia y a Doflamingo en la misma habitación, cosa de la cual él no había pensado antes de irse.

—No sabia que eras una puta.

Sus palabras palidecieron el rostro de la chica, quién apretó sus labios. La sonrisa del rubio había desaparecido, confirmando que su teoría era correcta.

Doflamingo estaba molesto.

—Y-Yo...

—Pensé que no había pasado nada.

—¡N-No mentí! No ha pasado nada...

—Lo que he visto me dice lo contrario. — espetó él. Notó cómo ella bajaba la mirada y tuvo que forzarle a verle a sus ojos, tomándole de la mandíbula. —Dime, mocosa, ¿que hubiese pasado si no les hubiera interrumpido?

No estaba segura de lo que estaba pasando, no entendía el por qué de su molestia.

Pensaba que tal vez había tenido una discusión con Cora-san, pero dudaba que a Doflamingo le importase una mierda ese tipo de cosas.

—¡N-Nada, Doflamingo! S-Se lo prometo... — tampoco entendía el por qué quería que él le creyese.

—¿Tengo que estar espiandote todo el tiempo para asegurarme de que nada suceda? — preguntó. Doflamingo sonrió con satisfacción al verla sorprendida por sus palabras. —¿Tengo que interrumpir tus escenitas con el novio de mierda que tienes? ¿Eso es lo que quieres que haga?

¿Doflamingo le había estado espiando? ¿Él interrumpió su momento con Law a propósito?

CONTINUARÁ...

El Cielo En Mis Manos (Doflamingo x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora