11- Un Caballero

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—Lo siento.

—Está bien.

—No, sabes que no esta bien. No debí haber sacado mi... frustración y estrés en ti cuando solo estabas tratando de ayudar.

—(t/n), está bien, en serio.

—N-No... — su voz comenzaba a temblar ligeramente y abrazó a su hermano. —Sanji, voy a... a hacer las cosas bien...

—Sé que lo harás.

—Y-Ya no quiero seguir viviendo con éste sentimiento de culpa en mi... — habló mientras se aferraba al rubio.

—Te entiendo, (t/n)...

Se limpió el rostro lleno de lágrimas, las cuáles había estado guardando dentro de sí. Al alzar su cabeza, miró al varón frente a ella con determinación.

—Voy a terminar con Law.

(...)

Maldijo en su interior una vez más por no ser capaz de cumplir con su palabra. Tan cerca de hacerlo, por más simple que fuese decir aquellas palabras, no podía.

Le tenía frente a ella. Caminaban hacía su habitación, pues no hace mucho la joven había llegado a su casa, con las intenciones de hablar. Él había estado muy preocupado por ella ya que se encontraba más distante de lo normal.

Y (t/n) con las palabras en la lengua estaba tan estresada que quería empezar a llorar nuevamente.

—No habrán interrupciones ésta vez, Cora-san y ese idiota no se encuentran en la casa. — comentó Law.

—Perdón... por no haberte respondido los mensajes durante éstos últimos días, no me he estado sintiendo de lo mejor.

—Lo sé, (t/n)-ya, no te preocupes por eso. — replicó él, abrió sus brazos para ofrecerle algo de apoyo emocional, aunque fue rechazado.

—Lo siento, me siento... frustrada.

—¿Se trata de tu hermano?

—No, no es eso.

—¿Tu familia?

—No.

—¿Tienes trabajo? ¿Estudios?

—No, Law.

—¿Es por lo que pasó hace unos días?

—N-No...

Bajó la mirada.

—¿Qué pasa, (t/n)-ya? — no hubo respuesta. —De verdad, quiero ayudarte... pero me confundes y mucho.

—Prefiero no hablar de ello, por favor... — apretó los puños, su cuerpo reaccionando con molestia por las palabras pronunciadas. —Podemos... no sé, ¿ver una película?

No estaba convencido, aunque prefirió no hablar del tema, sabía que aunque le suplicase ella no diría una sola palabra sobre ello.

Se pasaron la tarde viendo una serie, bueno, hablando por Law. Sin embargo, la joven no podía enfocarse en el momento.

Su mente divagaba entre lo ocurrido con cierto hombre que no quería nombrar, entre el sonido de su voz y lo cerca que se encontraban hasta el beso.

El Cielo En Mis Manos (Doflamingo x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora