—(t/n)-ya... No es lo que parece.
—Ahórrate las frases cliché, Law.
—¡Cierra la boca, Doflamingo! — alzó la voz, claramente molesto. —(t/n)-ya, por favor, escúchame.
—No hace falta que me digas, Law, lo sé todo. — habló la joven, quien estaba al lado de Doflamingo. —Y... a pesar de que lo he evitado desde hace meses, tenemos que hacerlo.
—¿D-De qué estás hablando? — Law se acercó a la joven, pero ésta mostró rechazo hacia él alejándose. —(t/n)-ya, escúchame.
Era más complicado ahora con el pelinegro insistiendo en hablar sobre el tema. No había nada de que hablar, él se había estado acostando con una chica ya que ella no tenía sexo con él. Diría que la situación era peor que su situación con Doflamingo. Tampoco era correcto, pero fue reciente, Law le fue fiel durante tres meses y después decidió no serlo.
Se preguntaba si debía hacerle saber lo que había estado haciendo con Doflamingo. No quería meter al rubio en problemas, aunque dudaba que eso sucediese.
—Eres un poco hombre, ni siquiera puedes admitir tus propios errores. — se burló el mayor, provocando que el ojeroso frunciese el ceño y tensara la mandíbula. —¿Te acuestas con Monet porque tu novia no tiene sexo contigo?
—¡Ya te dije que-!
—Dudo mucho que puedas hacer que una mujer termine. — volvió a burlarse, escuchando una risita venir por parte de la chica de cabellera verde.
La vergüenza dentro de Law se convirtió en un rostro ruborizado hasta las orejas y sus puños se apretaron con un deseo de golpear a Doflamingo.
—Voy a matarte, Doflamingo...
—¿Ah, sí? — mantenía esa sonrisa en su rostro a pesar de las amenazas que escuchaba. —Solo estás molesto porque sabes que no serás la primera vez de (t/n).
La chica nombrada se sonrojó por las palabras del rubio, todavía se escondía detrás de él, sin creer que él le estaba delatando.
—¿Q-Qué? ¿Qué estás diciendo? — no culpaba al joven por esta confundido. —(t/n) es virgen...
Un foco se encendió en su cabeza, y lo que su mente le decía no le gustó en absoluto.
Las orbes color ceniza observaron al hombre frente a él y a la menor que estaba de pie junto al rubio. Su cercanía, el hecho de que estaban juntos y sus manos rozaban un poco.
Todo tenía sentido.
Doflamingo jugó bien sus cartas.
Y había follado a su novia.
<< No era la forma en la que quería que se diese cuenta, pero bueno... >>
—No, no, no es verdad. — Law se acercó más a la chica con la intención de hablar con ella cara a cara. —¡¿Cómo pudiste?!
—Eres el que menos se puede quejar en ésta situación. — comentó Doflamingo.
—¡¡(t/n)-ya!! ¡Maldita sea! — golpeó una de las mesitas de noche, causando que varias cosas en éste cayesen. —Eres una maldita zorra... ¿Te acuestas con éste tipo y no conmigo? ¡¿Qué tiene él que no tenga yo?!
Doflamingo le dio una rápida mirada a la joven, para asegurarse que ella estuviese bien, y lo estaba, solo parecía confusa ante la actitud del pelinegro.
No puedes ser infiel a alguien que amas. Law nunca la amó, simplemente quería una cosa de ella. Y al no poder tenerlo, mantuvo unas cuantas aventuras a escondidas.
Tenía el descaro de enojarse cuando se enteró que hizo el amor con Doflamingo.
—Nunca me pude enamorar de ti, Law. Y me alegro de no haberlo hecho. — confesó la chica.
—(t/n)-ya, lo... lo siento...
—Ahórrate tus disculpas. — se lleno de valor, dándole una cálida mirada llena de cariño a Doflamingo antes de volver a girarse con el pelinegro. —Terminamos.
Creyó que ésto sería difícil ya que lastimaría el corazón de Law, pero no fue así al parecer. Más que un corazón roto, el varón tenía la frente arrugada y podía jurar que sus ojos se oscurecieron por un segundo.
Y ni siquiera pudo notar cuando él decidió golpear a Doflamingo. El rubio no se inmutó, sólo había sido un golpe en la mejilla.
—Todo esto es tu culpa... — espetó Law, pegando su pecho con el del contrario. —¡Es tu culpa! ¡¿Me haces la vida imposible y ahora te follas a mi novia?!
—¡Te equivocas, Law! — se puso frente a su amante para defenderlo. —Me obligué a mi misma a sentir algo por ti y nunca pude. Nunca fue amor, y tú... eras un poco...
—Ni siquiera eres buen novio.
El comentario del rubio molestó más al de ojos grises.
Pero no era mentira.
Las discusiones eran diarias, lo único que él proponía hacer era sexo o algo que terminase en sexo, incluso a veces hacia lo posible para que ella no regresase a casa después de pasar tiempo juntos. Quería su vida para él sólo, quería controlar su vida.
La chica suspiró, se rendía con hacerle entender más al ojeroso que no le amaba, y él tampoco sentía amor por ella.
Le dio una rápida mirada al mayor, haciéndole saber que ya no quería estar en esa situación, que quería irse.
Él no tardó en entender y le dio espacio para que pudiese caminar fuera de la habitación.
—¡¿Ahora te vas?! ¡Eres una zorra! No puedo creer que gasté nueve meses de mi vida para nada.
Su intención era lastimar a la joven.
Al llegar a la entrada principal, seguida de Doflamingo, la menor le sonrió de oreja a oreja como una niña emocionada. Él se confundió ligeramente.
—¿Estás bien?
—Mejor que nunca.
—Te llevaré a casa, no te robo más tiempo. — le dio un rápido beso en sus labios y después en la frente, caminando hacia el coche del rubio.
(t/n) debía admitir que el peso en sus hombros había desaparecido. La culpa y la ansiedad, había desaparecido. Los nervios y la incomodidad en su cuerpo, había desaparecido. Todo se había sido.
Haber terminado con Law había sido un alivio, de los mejores que había sentido en su vida.
Doflamingo acarició su pierna una vez llegaron al apartamento de su hermano.
Salió del coche no sin antes hacer el amor con su hombre.
CONTINUARÁ...
(Nos estamos acercando al final de ésta serie y la de "Apaga Las Luces")
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El Cielo En Mis Manos (Doflamingo x Lectora)
RomanceTensión era una simple palabra hasta que conoció a Doflamingo. Le podía robar cada suspiro, suspiros que hacían falta en el momento correcto, con quien se suponía ser la persona correcta. ¿El corazón era tan ciego que se podía equivocar de persona p...