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EvieEra increíble, no me había equivocado, Harry si estaba en esta isla y ahora lo tenía frente a mí. Quería estar feliz, pero para mí era algo difícil, después de haber visto como moría completamente en mis brazos. Y quizá había una forma de traerlo de regreso, pero eso yo no lo sabía y si supiera cómo, probablemente no podría.
—¿Quién es Harry? —pregunto Daniel que, por un momento, olvide que estaba con nosotros.
—Ah, él es hijo de Killian y Emma. —me Apuré a decir y sonreí leve haciéndome a un lado para que se presentarán.
—¿Killian? ¿Killian Jones? —Daniel le dio la mano a Harry mientras lo observaba con atención.
—El mismo. —Harry asintió.
Mientras ellos siguieron con una conversación a la que ya no preste atención, yo mire el cofre que contenía el corazón de mi madre y camine un poco hasta poder quedar detrás de un árbol, ellos no se dieron cuenta y eso era lo que yo necesitaba.
Abrí aquel cofre y enseguida el brillo de aquel corazón me iluminó el rostro. Lo mire con atención, era tan latente y vivo, que me alivio saber que almenos estaba bien. Lo tome en mis manos con cuidado y de nuevo logre ver aquella parte negra, no entendía que significaba y algo me decía que eso no era bueno.
Entonces una idea cruzó mi mente, deje el corazón de mi madre en el cofre que aún estaba abierto y pensé solo un momento si debería hacerlo o no. Respire hondo y tome fuerzas, luego cerré los ojos y metí mi puño dentro de mi pecho.
El ardor del momento se sentía horrible y las lágrimas me llenaron el rostro al instante, logre tomar mi corazón y empezar a sacarlo de mi pecho, eso era peor, sentí la necesidad de gritar, pero no podía hacerlo, así que solo me queje por lo bajo hasta ver mi propio corazón frente a mi, latiendo.
Respire agotada mientras lo miraba con atención, note casi al instante que a diferencia del de mi madre, mi corazón era completamente rojo, de un rojo vivo y tan iluminado que parecía un rubí. Eso me extraño un poco, no entendía porque no tenía aquella parte oscura como el de mi madre.
—Eso significa pureza. —escuché la voz de alguien que reconocí casi al instante, era la madre de Blancanieves.
—¿Pureza? —cuestione mientras observe como ella aparecía frente a mí.
—Si. Tu madre tiene una parte oscura que es aquella que mantiene viva a la reina malvada, porque es aquel pasado donde fue cruel, donde se manchó de sangre inocente. —me explico y se sentó frente a mí. —pero ella, alguna vez fue Gina, una chica tan noble y pura como tú. Su destino cambio por culpa de su madre y ahora está condenada a vivir con parte de lo que hizo en su corazón.
Esa parte ya la tenía clara, sabía que mi madre no era alguien cruel, no ahora, sin embargo, también sabía de sus actos, de algunos que eran suficientes para darse cuenta, de todo lo que causó en algún momento.
—Pero el tuyo, es tan puro que brilla cual gema impecable. Eso no es algo fácil Evie, pero es un don que posees, has tenido un sinfín de oportunidades para convertirte en una villana y ser tan despiadada como cualquier otro. Y, aun así, no has hecho más que hacer lo correcto. Nadie más que tú, tiene un corazón tan puro. —me sonrió con lo supuse era orgullo.
—Dizzy puede tener un corazón igual. Carlos también. —respondí ante sus palabras.
—No discuto eso Evie. Pero no son ellos los elegidos de la corona, o los hijos de Regina. —Volvió a sonreír.
Tenía razón, esto no se trata de ellos, se trata de la corona. Suspire sin dejar de mirar aquel corazón en mis manos.
—¡Evie! —mire hacia atrás en cuanto escuche el grito de Daniel. Me estaban buscando.
La madre de Blancanieves desapareció y yo tenía que volver a ponerme mi corazón. Respire hondo y lo deje dentro de mi pecho una vez más aguantando aquella sensación dolorosa.
Salí de aquel árbol y regresé con ellos, sin decir nada de lo que había pasado hace unos minutos.
—Tenemos que buscar al resto, estamos perdiendo tiempo y con cada segundo que pasa es peor. —fue lo que dije a lo que estuvieron de acuerdo.
Los tres retomamos camino para seguir buscando a los demás, aunque dentro de mí, también pedía porque mi madre no tardará en llegar con nosotros, había quedado sola en ese salón donde también estaban Cora y su contraparte la reina malvada.
El silencio del camino me estaba dejando pensar demasiado y entre más pensaba, era peor todo. Empecé a sentirme mal, mi cabeza daba vueltas y los árboles se veían borrosos ahora.
Mi paso ya no era tan rápido, sentía que me caería en cualquier momento, la culpa tal vez la tenía yo misma, por no haberme alimentado tan bien como debía, o tal vez solo buscaba una explicación a algo que no entendía.
No logre mantenerme más de pie, mi cabeza no me lo permitió y yo caí al suelo. Fue entonces que la vi, la corona regente estaba en aquella cueva, una rodeada de criaturas que parecían ser sirenas, a través de rejas de hierro que no parecían tener cerradura, en el fondo del agua que se veía cristalina.
Ahora estaba yo allí, tenía la corona en mis manos y apenas podía ver a los demás. El agua ya no estaba tan cristalina, ahora estaba llena de sangre, sangre que provenía de la piedra en donde yacía alguien más, alguien que ya no logré ver, porque desperté.
Estaba agitada de nuevo y los ojos me habían llorado. Daniel tenía mi cabeza en sus manos y Harry me sostenía con cuidado esperando que despertara.
—¡Evie! ¡¿estas bien?! —se apuraron en preguntar antes de dejarme en el suelo.
—Si, eso creo. —asentí leve mientras todo parecía volver a la normalidad.
Mire los árboles de nuevo, ahora estaban tan normales como era posible, busque el cofre y note que aún lo tenía conmigo, me había aferrado a él con tanta fuerza que termine por lastimar un poco mis manos.
No dije nada de lo que había visto y solo me pregunte a mí misma ¿quién era aquella persona en la piedra que sangraba?
°•°
Oa, ya regrese como siempre bien tarde.
Pero volvi puej<3
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Mirror, mirror: Corona Regente || Libro 2 ©
FanficSer reina de Auradon y Storybrooke, es una tarea difícil. Nunca creí que llegaría a esto, nunca creí que tendría que pasar por todo esto. Jamás me vi como reina en ningún lado, aun cuando ese fue mi sueño. Ahora no sólo soy reina, también debo se...