𝟎. 𝟐𝟎 𝐄𝐏𝐈𝐋𝐎𝐆𝐎/𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋

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Regina

Emma me miro un poco asustada, esa petición estaba un poco fuerte, entendía su reacción pero al tiempo, tenía que actuar rápido, no podía seguir perdiendo el tiempo.

—Hay que ir por Evie. Necesito intentarlo. —me levante con el cofre en mis manos, lo cerré y se lo di a Emma, no confiaba en nadie más para cuidarlo como ella.

Emma me dio una mirada cómplice y corrió conmigo hasta la habitación donde estaba el cuerpo de Evie, pronto lo prepararían para el funeral, y yo no pensaba esperar a eso.

Corrí por los pasillos hasta llegar a la puerta donde Ruby estaba parada, mirando fijamente a la puerta como un lobo guardián.

—Silencio. —susurro en cuanto nos sintió estar detrás de ella. —hay alguien ahí dentro.

En cuanto dijo aquello, me acerque un poco a la puerta para escuchar y entonces reconocí de quien se trataba, era yo, más bien, la reina malvada. No dude en abrir las puertas para encontrarla ahí, frente a mi hija.

—¿Qué haces? —pregunte aún teniendo conocimiento de que hacia.

Ella solo me sonrió y miro de nuevo a Evie. Yo mire a mi alrededor, Ruby había entrado en su forma de lobo y gruñía con la mirada fija en una esquina. Emma llegó a mi lado aferrándose a el cofre y yo entre las sombras logre reconocer la silueta de mi madre, quien solo podía ser vista por Ruby en ese momento.

—Parece que tu hija no es muy inteligente. —hablo por fin la reina malvada, jugando con la corona en sus manos.

—No te servirá de nada, la corona solo responde a verdaderos herederos de ella. —asegure mientras daba un por de pasos.

—En eso tienes razón, pero yo no vine por la corona. —miro la joya y la lanzo a un lado con fuerza, obligándome a salvarla con magia. — vengo por lo que hace mucho tiempo era mío. Mi Reino, mi lugar.

Se volvió a Evie y antes de que pudiera hacer algo, Ruby se abalanzó hacia ella mordiendo su brazo con fuerza. Empuje a Emma fuera de la habitación y la sombra de mi madre apenas rozó sus narices.

—¡Tenias que traer a la sarnosa con pulgas! —grito la reina malvada con algo de repulsión, mientras se deshacía de Ruby con un manotazo.

Para suerte, logre suavizar su golpe y con una señal le indique que se fuera con Emma. No podía arriesgar más personas aquí dentro.

Me acerque de a poco a el cuerpo de Evie. Tenía que sacarle mi corazón, o buscar la forma de llevármela sin que nos sigan. 

Pero ante aquel apuro, olvide que la reina malvada, era prácticamente yo, por lo que por supuesto, sabía de mis intenciones y de lo que intentaba, así que no perdió tiempo, pues instantáneamente utilizó su magia para contraatacar hacia mi, enviándome hacia la pared de manera que me golpee casi hasta quedar inconsciente.

—¡Regina! —las puertas de la habitación de abrieron de forma violenta, dejando ver la silueta de Zelena, quien ahora usaba su magia para defenderme.

—¡Hay que irse! —esta vez fue Mal, que sorprendentemente estaba allí presente.

Me levante como pude y corrí hacia Evie, pero un golpe seco me detuvo de nuevo.

—¡Que patético! —era ella, la reina malvada nos miro a todos y sin dudarlo, metió su mano en el pecho de Evie.

Todo se quedó quieto, nadie hizo ningún movimiento, y entonces recordé que Evie no tenía su corazón, tenía el mío, ella sabia que aún estando muerta, la reina malvada vendría para acabarla.

Mirror, mirror: Corona Regente || Libro 2 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora