•°•
ReginaEl silencio que había era infernal, yo miraba a mi hija entre mis brazos, su cabello azul era ahora negro por completo y sus ojos estaban cerrados, me quedé viéndola todo el tiempo, como si eso fuera a hacer que despertara, una imagen horrible llegó a mi cabeza; Blancanieves y la manzana.
—Regina. —la voz que pronunció mi nombre, me dio un escalofrío, no podía ser posible.
Gire mi cabeza sin soltar el cuerpo de Evie y entonces los vi, Daniel, estaba ahí, frente a mi y junto a Harry. Ambos con los ojos tan cristalizados como los míos.
Negué con mi cabeza muchas veces, me negaba a aceptar que el cuerpo de Evie era solo eso ahora, su cuerpo. Mire alrededor, todo había regresado a su color natural, ya no había oscuridad más que la del bosque, las olas estaban tranquilas y Zelena había recuperado su magia. Evie había salvado a todos, sacrificándose ella, todo lo contrario a lo que yo había hecho hace años.
—Evie, me pidió que te diera esto, dice que te pertenece. —Daniel volvió a hablar, esta vez estirando un pequeño cofre de madera que reconocí al instante; era mi corazón, ella lo había guardado.
Mire a Robin, el enseguida tomó a Evie en sus brazos de una manera tan fácil, que me asustaba todavía más.
Tome el cofre en mis manos, el viento soplo con fuerza y una lágrima cayó en la arena. Abrí la tapa del cofre y lo vi, tan reluciente como vivo, solo que había un detalle, no estaba negro, no tenía esas manchas oscuras que tanto me perseguían.
Mire a Daniel, y luego a Evie. Ella había cambiado de corazón, entonces recordé la última frase que me había dicho, “mi corazón es tuyo madre” ella me había regalado lo más puro de si existencia.
Volví a llorar, no era posible, siempre había tenido la seguridad de que Evie sería la niña más buena y adorable, pero nunca espere que fuera capaz de hacer tantas cosas por personas que la necesitan, no sólo por nosotros, si no por personas incluso que le han hecho daño.
Sentí una mano en mi hombro, era Mal, también lloraba, su mejor amiga y hermana, se había ido. Me limpie el rostro y camine hasta la orilla, teníamos que volver y teníamos que hacer saber a todos, que Evie fue quien nos salvo.
—Papá. —Mal hablo y corrió hasta Hades, que miraba a Evie con cierta nostalgia. — ¡debes regresarla! ¡Como con Audrey!
Sacudió los brazos de Hades, que seguía inmerso en si cabeza.
—No puedo. —hablo finalmente. — no puedo, su alma no está conmigo.
La respuesta rompió a Mal, me rompió a mi y a todos allí. Evie se había ido, sin retorno.
—Será mejor que volvamos. —Ruby tomó la palabra limpiando las lágrimas de sus mejillas. —es lo que Evie quisiera.
Tenía razón, y así lo haríamos, regresaríamos al Reino de Auradon y Storybrooke.
•••
No deje de mirar aquel corazón latiendo en el cofre, no había sido capaz de tomarlo, ni de quitarle la mirada. No entendía como es que yo seguía viva si Evie tenía lo corazón.
—¿Se puede? —Emma dio unos golpes en la puerta. Yo la mire y ella se sentó a mi lado.
Aquí también había regresado todo a su color y estado original, solo que había un gran vacío aún, la peli azul que todos amamos no estaba.
Emma más que nadie me entendía, ella también había perdido un hijo, incluso antes que yo.
—Regina, hay un detalle. —Emma me hablo con desdén en su voz y miro entonces el corazón. — ¿no puedes tu regresarla? Lo hiciste con Killian, esto no es muy diferente, incluso recuerdo que también con David.
Tenía razón, había logrado revivir dos veces a dos personas, con medio corazón y no eran corazones Compatibles.
—Emma. Trae a Evie.
°•°
Ando así bien inspirada
ESTÁS LEYENDO
Mirror, mirror: Corona Regente || Libro 2 ©
FanficSer reina de Auradon y Storybrooke, es una tarea difícil. Nunca creí que llegaría a esto, nunca creí que tendría que pasar por todo esto. Jamás me vi como reina en ningún lado, aun cuando ese fue mi sueño. Ahora no sólo soy reina, también debo se...