Día 8: De a poco.

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Con un suspiro y dejando las esposas con fuerza arriba de la mesa, el oficial Seo supo que no podía adivinar qué es lo que pasaba por la cabeza de Lee la mayoría de veces. Había intentado adivinar cómo es que se había quitado las esposas, pero por más vueltas que le había dado al asunto se le había hecho imposible tratar de saber cuál era el truco que había utilizado. Si bien las había ajustado bien para que no hiciera lo que justamente había terminado haciendo, estaba comenzando a creer que tal vez su mente le había jugado una mala pasada y había terminado creyendo todo eso.

Sin darse cuenta y aún con su mirada en las esposas que descansaban arriba de la mesa, una cabellera rubia se asomó por la puerta y sonrió al verlo tan distraído. Changbin no era así, él tenía mucha concentración y dedicación en su trabajo. Era muy extraño para Félix verlo de esa manera, pero a la vez era lindo porque podía verlo concentrado en otras cosas. Caminando dentro como si fuera el dueño de lugar, Changbin aún no había notado su presencia. Quitó la mano que descansaba sobre el muslo del oficial y se sentó en su regazo, el mayor enredando automáticamente su brazo en la pequeña cintura contraria.

Changbin se aseguró que no había nadie en el lugar y miró a Félix con el ceño fruncido. Antes de realizar suaves caricias sobre la tela de la ropa de la prisión, podía ver el cabello del otro aún algo húmedo y sonrió por lo hermoso que el recluso era. Lo sabía desde el primer momento que lo vio, asustado y llorando pidiendo que alguien lo salvara de ese lugar. Changbin había intentado hacer todo lo que había podido y lo había resguardado para salvarlo de cualquier idiota que quisiera lastimarlo.

— ¿Qué sucede?— preguntó Félix. Sus brazos se habían enredado detrás del cuello del mayor mientras le sonreía tan dulcemente que hizo latir el corazón de Seo.

—No puedo entenderlo— murmuró, tomó las esposas en sus dedos y las levantó para que la mirada de Félix se pusiera en estas—. Ayer cuando llevé a Lee a que tuviera la charla con el director, él de un segundo para otro se las había quitado y estaba amenazando al viejo que parecía mearse en los pantalones— tenía una facilidad que no creía para hablar con Félix. Apenas lo veía y él quería contarle todo lo que había sucedido en su día—. Me aseguré de ajustarlas bien y preferí que le apretaran para ahorrarme todo eso, pero no comprendo cómo es que diablos se las quitó— Félix soltó una risita y negó con su cabeza mirando unos segundos a Changbin antes de desviar su mirada al par de esposas que estaban sobre la superficie de madera—. ¿Qué es gracioso?

—Tú y las demás personas— soltó—. Es gracioso de ver cómo es que quieren entrar en la cabeza de Lee, como quieren comprender cada cosa que hace y por qué. No se puede porque él es una persona muy difícil de comprender, incluso yo a veces no llego a entenderlo del todo y me aterra. Él tiene muchos trucos guardados bajo su manga y tienes que saber que nunca sabrás cuando será el momento en que los use, como sucedió ayer. Si él dice que es quien manda, es porque es así—  a pesar de que se comprendían a la perfección, era Seo quien vivía con una molesta interrogante cada que entablaba una charla con Félix—. Sé lo que piensas acerca de Lee, Bin. Pero tú sabes a la perfección que ni yo sé el motivo del porqué me llevo bien con él— soltó un suspiro e hizo un pequeño puchero—. Supongo que desde que volvimos a encontrarnos aquí es que retomamos esta extraña relación.

—Sabes que no me gusta que estés cerca de él, pero tampoco soy quién para prohibírtelo. Eres mayor, Félix. Sabes lo que está bien o no— hizo una mueca por lo último que había dicho y negó con su cabeza. Desde el principio es que a Changbin no le gustaba que el pequeño rubio estuviera cerca de Lee, no por celos sino más bien por miedo, el peligro que rondaba cerca de las personas que se juntaban con el recluso era molesto e intimidante—. Tengo miedo que alguien pueda dañarte para poder llegar a él, me volvería loco si algo te sucede como la última vez. Me quedo tranquilo si sé que solo estás a su alrededor por conveniencia— confesó unos minutos después de estar en completo silencio, su agarre se afianzó en la pequeña cintura de Félix y apoyó su frente en el hombro contrario.

 ✮ ⋆ ˚。 60 días preso ✧ minsung 𖦹 ⋆。°✩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora