Capítulo 6

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(Flashback)

“Las luciérnagas centelleaban por todo el cielo como miles de estrellas amarillo chillón, y ambos chicos disfrutaban de la escena tomados de la mano.

Habían descubierto esa misma noche que el espectáculo era increíble por partida doble con el mar de fondo reflejando la escena, junto a la Caverna de Bromión, en lugar de en medio del bosque dónde las hojas de los árboles tapaban la mitad de las vistas.

—¿Sabes?—Interrumpió Minho al silencio que se había formado—Mi madre me ha contado que en la noche de las luciérnagas se puede confesar un secreto a alguien, pero esa persona está obligada a actuar toda su vida como si no lo supiera, como si en realidad esas palabras jamás fueran dichas a oídos del viento que se las lleva a todas partes, deben mantenerse bajo custodia, así como hace el mar cuando escucha nuestros pensamientos y no se los cuenta a nadie.

—¿No es eso muy difícil? ¿Guardar un secreto para siempre? ¿Actuar como si no supieras algo de otro ser humano?.

—¿Verdad? Sería una auténtica locura…

—Pero quiero probar-Se animó Jisung.

—¿Qué? ¿Has perdido la cabeza? ¡Eso es una carga muy grande Jisung!.

—Quiero hacerlo, guardar para siempre dentro de mí algo que nadie más sepa.

—Está bien…—Jadeó sabiendo que no podría convencerlo.—Te diré algo, pero Jisung, tú no sabes nada—Lo apuntó amenazante con el dedo—¿Está bien? Yo no he dicho nada y mis siguientes palabras irán contigo a la tumba.
Un escalofrío sacudió su cuerpo, pero aún así aceptó.

—Lo prometo—Entrelazó sus meñiques con determinación.

—¿Recuerdas que yo tengo un sueño secreto?
Jisung asintió con nervios en la tripa.

—Mi sueño es cruzar el mar y ser actor lejos de aquí.

—¿Actor?—Sus ojos se convirtieron en dos perlas oscuras por la sorpresa.

—Mi sueño es, trabajar sobre los gastados suelos de madera de los teatros, dar voz y cuerpo a historias que no son la mía, poder experimentar diferentes personalidades y formas de comportarse, quiero interpretar miles de finales diferentes, hasta que mi propia vida se convierta en una historia que nunca termine—Soltó todo de golpe con la mirada brillante, no por las luciérnagas, sino por dejar volar ante los oídos de alguien más lo que tanto tiempo llevaba enjaulado en su pecho.
Jisung lo miró, sosteniendo un diccionario vacío, el hecho de que el deseo de Minho se encontrara tan lejos le hizo doler las costillas y quedarse sin palabras, pero el brillo en su mirar le impidió decir nada que pudiera arruinarlo.

—Jisung…

—Mis labios están sellados—Imitó el cerrar de una cremallera—Jamás se lo diré a nadie, lo prometo.

—Sé que no lo harás-Se sentó más cerca de él en la hierba, rozando sus rodillas—Confío plenamente en tí—Una dulce sonrisa se dibujó en sus labios antes de sujetar su rostro entre sus manos y unir sus bocas en un beso lento de latidos desbocados y una mezcla de agitación y pesadumbre en el pecho del Príncipe.

A los pocos minutos tomaron distancia y Jisung buscó su fiel violín, que siempre llevaba como una extensión de su brazo, colocó sus dedos sobre las cuerdas para marcar la nota “Mi con puntillo” que daba inicio a la pieza y empezó a tocar  “La historia que nunca termina”, la canción que su madre le cantaba por las noches de pequeño.

Minho cerró los ojos y apoyó las manos en la hierba a sus costados sintiéndose relajado ante esa melodía tan conmovedora.

—¿Cómo se titula esta canción?.

Tu moneda de AceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora