𝐀𝐂𝐂𝐈𝐃𝐄𝐍𝐓𝐄 | Universal x Pixar |

𝖘𝖆𝖓𝖆𝖈𝖎𝖔𝖓...

La sanación psicológica lleva su tiempo y forma; muchos lo superan al hablar y desahogarse, y muchos otros, los más difíciles de sanar, actúan como si nada pasara, desahogandose en el silencio que los envuelve. Pero siempre hay algo que los delata; puede ser sus cambios de humor, la palidez, la delgadez y el insomnio que pueden llevar consigo, esos son los síntomas más frecuentes de personas que pasan por depresión; una depresión silenciosa, esas de las más dolorosas y duras.

Y en esas circunstancias difíciles, puedes encontrar a la persona indicada.

Los pasillos estaban envueltos en silencio y tranquilidad. Se dirigía a la oficina de Disney para saludarlo y hacer su enterrogacion de cada mañana. Desde hace un mes empezó a estar más al pendiente de los dos, ya que tenía que revisar si comían. Los dos se fueron recuperando a su tiempo, dejaron de marearse y ver chispas en su radio visual.

Entro, como siempre, sin tocar la puerta.

- Ya desayune, y no, no estoy mintiendo, desayuné el café que mis hermanitos me prepararon y lo tome con una tostada quemada. - Dijo antes que Dreamworks pronunciará tan solo una letra y con su mirada fija en la laptop de su escritorio.

- Bueno. - Y azotó la puerta antes de irse.

...

- Tome un café de la cafetería, con un sándwich de jamón y queso crujiente, creo que se llamaba tostado. - Respondió. - ¿Cuando dejaras de hacer esto? Ya es molesto.

- Cuando vuelvan a hacer los imbéciles de antes. - Y como lo anterior, azotó la puerta antes de irse.

No sabia si tomarlo como un cumplido o un insulto. Se encogió de hombros y siguió en su ordenador.

Había vuelto a su figura de antes, no era tan delgado ni tan hinchado.

...

Sus ojos se quedaron fijos en un lugar mientras masticaba un pedazo de pan, sin poder hacer nada para irse de ese edificio, hace una semana no consiguió poder ir a visitar a Pixar.

- Illumination. - Se sentó al lado de este. - ¿Tienes algo?

No se molesto en verlo. - No tengo nada.

- ¿No me tienes confianza? Auch. - Disimulo estar dolido. - ¿Es algo sobre Pixar?

- Si... - Se decayó.

- No lo podes ir a visitar, ¿no?

- El superior no me deja. - Quejó.

- Yo te puedo cubrir. - Exclamó, haciendo que el contrario volteé a verlo.

- ¿Estás seguro? - Dudó.

- Ya cubrí a múltiples empresas, no será difícil.

Sus orbes brillaron. - ENSERIÓ, MUCHAS GRACIAS, WARNER. - Dijo agarrando una de sus manos y estrechandola con las dos suyas. - MUCHAS GRACIAS. - Y se fue, dejándolo a la deriva.

Vio como la silueta desapareció, dejándolo solo.

- Debería invitarlo a salir. - Una mesera que estaba secando un vaso de vidrio oyó todo.

Volteo con esperanza. - ¿Usted creé?

- Claro, harían linda pareja. - Lo decía porque le gustaba las parejas gays, amaba trabajar allí.

...

La noche cayó, como de costumbre.

Estas eran las rutinas de estos tres meses; irse a la hora exacta, despedirse de sus amigos y después ir a visitar el hospital, la última parte era la razón por la que le entusiasmaba terminar su horario de trabajo.

Antes de ir al hospital tenia que llegar al punto claro del bosque a pagar el salario de su ayudante, se había olvidado de pagar del anterior mes, así que llevaba cuatro maletines; cada uno, con un millón de dólares.

Bajo del auto, y se dirigió a la cabaña podrida. Tocó la puerta.

Espero un poco antes de que la puerta se abriese.

- Ah, tú. - Dijo con una notable irritación.

- Esta vez no quiero entrar a tu... casa. - Le extendió los cuatro maletines. - Toma.

Los agarro y cerró la puerta, sin decir nada más.

Rodó los ojos, y se fue a su auto rumbo al hospital.

...

- Si quiere estar a solas con el paciente, puede esperar. Pero si no le importa la compañía, puede pasar. - Dio a elegir la señora.

- Voy a pasar, gracias. - Eligió y se fue al cuarto.

Al abrir la puerta, se vieron y el silencio se planto en ellos, como una roca.

- Que- Se interrumpieron entre ellos.

El silencio otra vez se planto, al igual que la confusión.

- ¿Que haces aquí? - Pregunto, confundido.

- Supongo que lo mismo que tú, ¿no? - Respondió con ironía.

- Si no les molesta, les pediría que guarden un poco de silencio. - Pidió la enfermera que se asomo por la puerta.

- No hay problema. - Contestó de nuevo.

- Gracias. - Agradeció y se fue del cuarto.

Le echo una mirada y se fue a su asiento, que desafortunadamente estaba a lado de él. El silencio de volvió a plantar.

- ¿Y... cuando fue la última vez que visitaste a Pixar, Illumination?

- Hace una semana, ¿y vos?

- Ayer. - Quería gritarle a los cuatro vientos que iba ganando, pero esto no era un juego, Pixar no era un juquete, era una lámparita que brillaba más que ninguna.

Apretó sus manos y labios, resistiéndose a gritar o golpear.

- Me voy. - Se levantó de su silla y se fue dejando a Universal en el cuarto.

Sonrió, pero no duró mucho tiempo al recordar por qué estaba allí.

┤Fin capitulo.

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845 palabras