𝖈𝖊𝖗𝖈𝖆𝖓𝖎𝖆...

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El domingo llegó, el día en donde quedaron en verse.

En el momento en donde salieron las palabras de su boca no tenía ni idea adonde invitarlo, solo quería aliviar el ambiente del momento, pero se equívoco de palabras y ahora tenía una "cita", si se podría decir.

Se miro en el espejo, como doceava vez en la tarde. Lucía una bata negra larga y una camisa de color más oscuro bajo esta, con un pantalón que hacía juego.

¿Será muy formal? ¿Es muy exagerado? - Pensaba dando vueltas para verse en el espejo.

Suspiro derrotado, con la idea de ir nuevamente a su habitación a cambiarse de vuelta, pero vio el reloj que colgaba de la pared, dando las seis menos diez. - Mierda. - Se quejo, con la idea arruinada.

Alzó su teléfono de la mesa y se dirigió a la puerta para ir hacia su coche.

...

Una salida de amigos, pensaba él, más el contrario pensaba más allá de ello. Su vestuario era simple, no tan elegante ni tan mal.

Se puso lo primero que encontró, una blusa a rayas de color negro y unos pantalones del mismo color. Se había olvidado que hoy saldría con alguien, por eso la simpleza.

Guardo su celular en el bolsillo de su pantalón junto con su billetera en el otro lado, agarro las llaves para esperar afuera de la casa.

Se sentó en la banqueta que tenía en el recibidor.

Se quedó observando a lo lejos los árboles que se encontraban a la distancia. Su vecindario era tranquilo, casi pacífico, pero con los constantes bullicios que hacían algunos de sus vecinos por las noches cuando había algún deporte en la TV. No le molestaba tanto, pero algunas veces tenía que usar su almohada para tapar sus oídos y ahogar los gritos.

Dirigió su vista al cielo, estaba despejado. Pero con humedad.

Los minutos pasaron, y él los espero con paciencia.

Se levantó, con intensiones de esperar adentro. Pero el sonido de un auto estacionadose llegó a sus oídos, haciendo que volteara y encontrarse con Universal.

Lo saludo con un movimiento de mano, el cual fue correspondido.

Sonrió y se dirigió hacia él.

- Gracias por esperarme. - Agradeció con pena.

- De nada, - Dijo, sentándose en el asiento de copiloto. - ¿Y... adonde vamos? - Preguntó cuando el auto arranco.

- Tengo un sitio ¿pero tienes otro plan? - Dijo sin apartar la vista del frente.

Lo pensó. - Nop. - Dijo con simpleza.

- Iremos a un río, hace poco fue inaugurado. - Una idea estúpida, pensó.

- Suena lindo. - Admitió, desviando su mirada a la ventana.

Los árboles pasaban rápido, igual que los objetos que se veían a travez del cristal. Pasaron por lugares lujosos y edificios que se podrían confundir fácilmente con rascacielos, también por moteles y restaurantes que parecían altamente costosos, y de vez en cuando se apreciaba un auto deportivo. Él miraba fascinado todo lo que se cruzaba, como un niño viendo juguetes en la sección de niños en el supermercado, y él, cuando tenía la oportunidad, lo observaba por un instante.

El camino siguió, hasta llegar a un parque con vista al río.

Los dos bajaron del auto, y al instante sintieron la humedad que desprendía el río. Él menor respiro hondo y exhaló, siendo observado por el mayor. - ¿Adonde vamos exactamente? - Preguntó volteando a verlo.

𝐀𝐂𝐂𝐈𝐃𝐄𝐍𝐓𝐄 | Universal x Pixar |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora