Los rayos suaves de la luna lo iluminaban sobre la mesa mientras dormía, olvidándose de sus deberes como la empresa exitosa que era.
No podía evitar ser seducido por un descanso, lo merecía después de no poder dormir bien por toda una maldita semana.
El reloj daba las una y media de la noche, una hora donde mayormente las personas estarían dormidas, sin molestar a alguien en particular.
Luces coloridas se fueron colando en su ventana, impidiendo que siguiera durmiendo sobre sus brazos.
Hizo una mueca, removiendo su logo en sus antebrazos, queriendo volver a descansar sin ser molestado. Pero las luces siguieron danzando en la oscuridad del cielo, haciéndole imposible volver a cerrar sus orbes.
Se levantó con vagueza de la silla, frunciendo el ceño con molestia.
Se aproximo a las persianas de la ventana, decidido a cerrarlas para seguir durmiendo. Pero algo de las afueras de esta le llamó la atención.
Con más enfoque en su visión logro distinguir los colores. Rojo, azul.
¿Que esta haciendo una patrulla a estas horas?
Tal vez un delincuente fue atrapado, o hay una escena del crimen en aquella zona de la calle. Lo más probable es que sea el primero.
Siguió viendo con curiosidad la situación, queriendo ver algún otro detalle de que pasaba allí.
Pero no logro ver nada más.
Un bostezo salió de sus labios, provocando que sus ojos se humedecieran un poco, y que su sueño aumentará.
Su cabeza se inclino a un lado con sueño mientras seguía observando.
La puerta de su hogar fue tocada de repente, haciendo que regresara de un salto a la realidad.
Miro con extrañeza la puerta, dudando de abrirla o no.
Pero la curiosidad le ganó.
Con sigilo y cautela en sus pasos se dirigió a la puerta, sin intensiones de abrirla, solo queriendo saber de quien provenía los golpes en su puerta de madera.
Trago saliva, poniéndose en puntitas para ver desde el huequito que daba una diminuta vista a la parte posterior de la puerta.
Encontrándose con él.
¿Que mierda hacia a estas altas horas de la noche aquí?
Ni siquiera sintió pánico o nervios, la impresión de verlo, junto con el cansancio que sentía, ignoraban por completo todo aquello.
Por puro impulso, como si su mano se controlará por sí sola, o como si alguien lo controlará, abrió la puerta, sintiendo al instante unos brazos que lo rodearon con desesperación. Un abrazo, que sentía que ya había experimentado antes.
Su confusión se mostró en su rostro, algo que el contrario no logró ver por enterrar su logo en su hombro.
No lograba entender, ni quería. No quería entender el porqué del abrazo, solo quería seguir sintiendo el tacto.
Una parte de su ser deseaba que el tacto siguiera.
Sus brazos se congelaron a los costados de su cuerpo, temblando levemente, resistiéndose a hacer contacto con su ancha espalda. Luchando con una fuerza interior que anhelaba rodearlo con sus delgadas manos.
Que sentimiento más confuso.
Una parte de su ser se resistía, mientras que la otra... no aguantaba las ganas de abrazarlo, como si siempre hubieran sido cercanos.
Los sentimientos y pensamientos se acumularon, provocando un remolino de emociones que no sabia controlar.
Estresandose al instante, sintiendo increíbles ganas de llorar, de derrumbarse al suelo.
Los sentimientos pueden ser tan confusos.
Sintió que acariciaba su espalda, y lo apegaba más a él.
Sus mejillas se sonrojarse sorprendentemente rápido, sintiendo nuevamente aquella sensación que ya había vivido aquel momento antes.
¿Que pasa? Se preguntaba una y otra vez mentalmente.
Hasta que hablo.
- Pixar. - Lo llamo, captando toda la atención del mencionado.
Su decisión fue precipitada. Y no sabia que lo habían vetado a venir otra vez a estos alrededores.
Pero no aguantaba más, las ganas de estar a lado suyo lo atrajeron a aquel lugar, sin saber que una señora que presenció todo el escándalo de los meses atrás en el parque llamaría a la policía, con temor que vuelva a ocurrir algo similar a aquello.
Una semana no era mucho.
Para él si.
No logro mantenerse bien con el Pixar que perdió todo el conocimiento en aquel accidente en el ascensor.
Había llegado a asustarlo, atemorizarlo, en sus ataques de celo. Pero él no lograba controlarse.
Ya que controlar emociones y sentimientos siempre estuvieron fuera de su alcance, y se fueron conduciendo solos, dejándose guiar solo por los pensamientos que él tenía.
Y, al parecer, el sentimiento cálido que muchos llamaban "amor" se dejó guiar por los largos lapsos de tiempo en los cuales él no lograba quitar los pensamientos intrusibos que llegaban a su cabeza, todo, tratándose de él.
Tal vez allá comenzado mal, por el acoso que él le brindaba al menor por las cámaras, pero si lo mantenía en secreto, todo podía salir bien.
Tan solo... necesitaba otra oportunidad.
Y aceptaría la respuesta, aun que fuera negativa.
Estaba dispuesto a intentarlo por segunda vez consecutiva, sin atajos ni engaños, limpia y justamente. Ya que eso es lo que merecía el menor, un amor sincero, y eso es lo que le daría.
Se alejo a duras penas de él, estando frente a frente.
La diferencia de altura era notoria.
- Perdón, - Siguió. - Perdón por todo, sé que fui una completa mierda, pero-
Lo callo.
Uniendo sus labios.
. . . e n d
━ dios, que final más forzado xd ━
Bueno, creo que esta es la despedida.
Gracias por todo el apoyo hacia la historia.
Y mil disculpas por el final de mierda.
Disculpen si la narración en algunos capítulos era mejor que en otros capítulos, es lo mejor que puede narrar una pelotudita de trece años.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
