𝖍𝖚𝖎𝖗...

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Resoplo molesto, por ser interrumpido antes de que probará en todo su esplendor aquellos labios que tanto había anhelado por años.

Le dio una mirada, viéndolo apretar sus orbes con intensidad.

Arrebató su mano enguentada de su mentón. Sin decirle nada, y fingir que no pasaría algo mayor, se alejo de él, y se acercó a la puerta para atender el llamado.

Con molestia, abrió la puerta.

- ¿Que quieres? - Preguntó grosero.

- El puto proyecto Universal, - Siguió. - dijiste que entregarías tu parte hoy en la mañana al superior, ¿donde esta? - Decía, con notable molestia en su voz.

La discusión empezó.

Los gritos y maldiciones cerca de la puerta llegaron a sus oídos, dejando que pudiera abrir sus ojos con timidez.

Su corazón aun se encontraba acelerado, y sus mejillas seguían pintadas de color carmesí.

Llevo una de sus manos a sus labios, recordando el muy leve roce que sintió hace unos momentos atrás en esos mismos.

El tacto había sido suave; leve, casi nada.

Sacudió su logo, liberando la tensión en su cuerpo. Tenía que huir de ahí, no soportaría otra vez tanta cercanía entre ellos dos, no sintiendo que su pecho en cualquier momento explotaría por los nervios.

Tenía que ser sigiloso para pasar a un lado de él para cruzar la puerta que era la única salida.

Trago saliva, y se encaminó atrás de la puerta con pisadas leves.

La puerta era sostenida por uno de los brazos del mayor, quien aún seguía discutiendo con Dreamworks, tendría que pasar por debajo para salir.

Los insultos cesaban al pasar el tiempo, empezando hablar con tensión entre ellos dos.

- Más tarde lo entregaré. - Avisó, haciendo un ademán de mano, dándole igual si no lograba entregarlo.

- Tsk. - Quejó, yéndose de la puerta, sabiendo que no seria así.

Lo vio alejarse y rodó los ojos, sin importarle en absoluto entregar lo dicho.

Cuando cerraba la puerta, vio una silueta expulsarse desde adentro.

Luego, al menor irse corriendo de él, pasando a un lado de su amigo, quien volteo a ver hacia atrás, incrédulo.

Pero antes de que dijera una palabra, cerró la puerta.

...

La noche lo alcanzo, como todos los días lunes.

Aun que no lo demostrase, estaba inquieto, ansioso. Desde aquel suceso en la tarde no volvió a ver al menor. Sentía culpa.

Estuvo a nada de haberse aprovechado de su inocencia, aún que también, no se arrepentía de haber rosado sus labios por un instante con los de él.

En toda la tarde, no pudo quitar la suavidad de sus labios de su mente, se sintieron como besar una nube, que se fue esfumando al separarse.

Tenía algo que lo hacía diferente a los demás.

Apoyo su espalda en el muro de las puertas de la entrada, prendiendo un cigarro, comenzó a esperarlo.

Soltó humo de su boca, viendo la luna que brillaba con las estrellas en un cielo mayormente despejado, ciegas a las nubes pasajeras que rondaban a su alrededor.

Las nubes se fueron esfumando, dando señal que pasó un tiempo desde que comenzó a esperarlo.

Diviso su reloj en mano, dando más de las doce de la media noche.

Suspiro, levantándose de la pared, y dirigiéndose a la oficina del menor. Sus pasos resonaban en los pasillos, dando un ambiente solitario para él.

Llego al cuarto y tocó, sin percibir ningún ruido del interior.

Retrocedió unos pasos, viendo los alrededores de la puerta, sin ver ningún tipo de brillo o luz al otro lado.

Ya se había ido.

Fin capitulo.

Voten si les gustó el capitulo.

589 palabras

𝐀𝐂𝐂𝐈𝐃𝐄𝐍𝐓𝐄 | Universal x Pixar |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora