𝖌𝖗𝖎𝖘𝖊𝖘...

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Medio año paso, las esperanzas se iban y poco a poco iban aceptando el destino de Pixar, él ya no volvería con ellos, era duro aceptar eso, pero no se podía hacer nada más.

Los días pasaron como de costumbre, sin nada.

Al pasar de los días se iba notando que se decaian aún más, pues no era un momento fácil, muchas veces los encontraba llorando en una esquina, otras deteniendo lágrimas que al final salían, él estaría de igual forma si le llegara pasar algo así a su amigo, él comprendía la situación.

Lo comprendía a la perfección, por eso los dejaba solos, dándoles privacidad para que se desahogaran, de vez en cuando recibían una visita del psicólogo en las mañanas, era lo menos que podía hacer por ellos, en los anteriores meses se habían hecho más cercanos, pero al pasar un poco el tiempo, y ver que Pixar no avanzaba, se hundieron en el pozo que estaban por salir. Habían vuelto a estar de la misma forma que el primer mes donde faltaba Pixar.

Y Disney dejó en el olvido la noche en donde él compartió parte de su ser, como si ese beso no hubiera sido nada para él, pero si lo pensaba mejor, desde el principio nunca fue algo, no fue nada.

A pesar de eso, no le impidió mostrar el afecto que le tenía, sin vergüenza de ser juzgado. Lo quería a su lado, no importa si tendría que esperar otra vida para estarlo.

Esos sentimientos, que pensó que se desvanecieron, volvían después de tanto tiempo, y ahora, no le molestaba en mostrarlos, sabiendo que tampoco le molestaría al contrario.

Ellos tenían una historia que pocos sabían.

Los dos en sus principios de hacer películas o series eran amigos, eran compañeros, ninguno era menos o más que el otro, eran iguales. Pero el pasar de los años, las polémicas hacia ellos crecían, haciendo que la gente los vea como rivales, algo que no eran.

Hasta que toda la amistad que construyeron juntos se desmoronó en una discusión fuerte. No se acordaba con exactitud de que discutieron, ya que el temor y angustia de separarse de él no lo dejaron pensar claramente en el momento, lo que recordaba de aquel entonces fue cuando Disney se fue azotando la puerta con rabia, y él se quedó perplejo, sin saber que había pasado exactamente, y al comprender, que lo había perdido, se cayó al suelo, desconsolado.

Todos tenemos una historia del porque somos así ahora, por la crueldad, la soledad, por un rechazo, un desamor. El por qué somos así ahora, tiene una historia larga, algunas veces puede ser cruel y otras no tanto, pero ser como eres ahora tiene su porque.

Y esa fue la de él, el alejar de alguien, de alguien que hizo que desarrollará un sentimiento de calidez, y que no volviera a ser el mismo de antes.

Pero un sentimiento verdadero no muere de la noche a la mañana.

Él aun sentía esa calidez, que muchas veces ocultaba entre insultos y desprecio, entre moretones y golpes, y en otras pocas, a la distancia.

A pesar de sus esfuerzos en olvidar, no lo logró.

Y cuándo vio la vulnerabilidad que mostro aquel día en donde recibieron la noticia de Pixar, también vio la oportunidad de comenzar de nuevo.

Su yo de años atrás le había susurrado eso.

...

Sus días se tornaron grises, sus ganas de hacer sus proyectos se desvanecían en la penumbra, ya no había nesecidad de ir y pagarle a su ayudante que le daba las contraseñas de las cámaras de las zonas donde habitaba Pixar, ya que no veía a Pixar en ninguna de esas cámaras, a excepción de las del hospital.

Los dos meses anteriores no lo había visto, Bluesky desapareció.

Lo presentía, cada mes las grietas en su logo se notaban mas, era cuestión de tiempo que desaparezca.

La luna llena se asomo por su ventana, la aprecio por un rato antes de alzar su bolso e irse de su oficina, cerrando la puerta con llave.

...

Otra vez se encontraba en el mismo lugar, apreciándo la belleza del contrario, no tardo mucho en empezar a hablarle.

Sus palabras describían los éxitos de sus películas y series, intentando no romperse la voz en medio de una oración.

Dolía hablarle, sabiendo que no lo escuchaba.

Seis meses haciendo la misma rutina, visitarlo por las noches, y hablarle hasta que los treinta minutos de visitas se acaben.

En ningún momento se canso de hacer esto, ni se cansaría de hacerlo, se reconfortado hablándole, aun que no lo escuchase.

Fin capitulo.

Voten si les gustó el capitulo.

776 palabras

𝐀𝐂𝐂𝐈𝐃𝐄𝐍𝐓𝐄 | Universal x Pixar |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora